TODOS AL PARO CÍVICO NACIONAL!!
Quizás con una amplitud, intensidad
y contundencia nunca vistas, los trabajadores, los productores, las organizaciones
sociales y el conjunto de la población colombiana venimos enfrentando
una ofensiva brutal contra nuestros intereses, derechos y organizaciones. En
el agro, la industria y el comercio; en la salud y la educación, en las
comunicaciones, los transportes y los servicios públicos domiciliarios,
recibimos el despiadado impacto de leyes, decretos y resoluciones de diversa
índole que tienen como común denominador incrementar el despojo
al pueblo, saquear los recursos de la nación, seguir abatiendo la producción
y acabar o debilitar los sindicatos, partidos y diversas colectividades de defensa
del pueblo. Es el balance de la docena o más años de aplicación
del perverso modelo neoliberal impuesto para beneficio de las multinacionales
y del gran capital financiero, y para garantizar el pago de la onerosa deuda
externa.
En el último año, cuando amplios sectores de la nación
se hacían ilusiones con la nueva administración, el gobierno de
Uribe Vélez, lejos de rectificar el rumbo y prevalido del resultado electoral
que lo llevó a la presidencia, ha procedido sin Dios ni ley
contra la nación y el pueblo. Las llamadas reformas de segunda
generación -laboral, pensional, tributaria, política y del
Estado-, la ley que contiene el Plan Nacional de Desarrollo, la vinculación
del país al ALCA o a un tratado bilateral de libre comercio con Estados
Unidos, los golpes contra el ISS y Telecom y la división de Ecopetrol,
cumplen compromisos adquiridos en los sucesivos acuerdos con el Fondo Monetario
Internacional. Se sepulta así cualquier posibilidad seria de reactivación
económica, se empobrece aún más la población y se
deprime el aparato productivo.
Multiplican tarifas e impuestos, incrementan el IVA y permiten el aumento desmedido
de los servicios públicos, reducen los salarios y pensiones y graban
estas ultimas. Dicen controlar los precios con importaciones masivas de alimentos
en defensa de los consumidores, pero no se controlan ni los precios ni la calidad
de los insumos agrícolas, mientras se frena el mercado de genéricos.
Eliminan el subsidio a la gasolina y aumentan sobretasas y peajes, pero los
transportadores son dejados a su propia suerte y los desplazan con transmilenios
construidos con dineros oficiales para enriquecer roscas privadas. Los grandes
almacenes extranjeros se apoderan del mercado nacional, y los alcaldes bufones
les entregan el espacio público quitándoles a los desesperados
vendedores estacionarios y ambulantes sus escasas mercaderías. Se ensañan
en los débiles, y se doblegan reverentes ante los poderosos. El capital
financiero y las transnacionales no tienen límite en su voracidad, los
altos funcionarios no escatiman mañas en su afán de favorecerlos
expoliando al pueblo.
Y la Seguridad Democrática, otro pilar del andamiaje oficial, no ha traído
al país la tranquilidad y el cese de la violencia generalizada que la
nación requiere para unirse y adelantar soberanamente los cambios políticos
y las transformaciones económicas y sociales que la gravedad de la hora
exigen. En cambio ha recortado las libertades y los derechos de los ciudadanos
con el vano propósito de silenciar y apagar o restringir la resistencia
de millones de colombianos que no nos resignamos a la miseria y el atraso ni
a la desintegración de la nación ni al baño de sangre ni
a la ocupación militar extranjera.
Como si fuera poco, el presidente Uribe, apuntalado por los principales medios
masivos de comunicación, pretende que los colombianos aprobemos con el
Referendo, aunque disminuido éste en sus pretensiones por el fallo de
la Corte Constitucional, un severo complemento al ajuste fiscal con la congelación
de salarios y el despido masivo de trabajadores estatales; y también
el recorte a la democracia en el ejercicio político y, principalmente,
el respaldo plebiscitario a su gestión gubernamental para afianzar una
supuesta legitimidad que le permita continuar su abyecta política.
Para responder a este cúmulo de atropellos, los trabajadores, los productores
y el pueblo de Colombia saldremos a sentar nuestra voz de protestael próximo
12 de agosto con el Paro Cívico Nacional y la Marcha Agropecuaria a Bogotá.
En la Plaza de Bolívar de la capital y en las de centenares de ciudades
y poblaciones a lo largo y ancho del país, en calles y carreteras, en
los barrios y en los caseríos, en fábricas y almacenes, en universidades
y colegios, se oirá el vibrante grito de protesta de todos los sectores
saqueados, oprimidos y explotados. Nos integraremos al nuevo ascenso de la lucha
de masas que se levanta contra la globalización imperialista en América
Latina y el mundo.
Decenas de años de oprobio muestran que los neoliberales de Washington
y sus agentes criollos no tienen respuestas para las angustias de millones de
seres que reclaman pan, trabajo y libertad. Aprovechemos sus dificultades y
hagamos que soplen nuevos vientos. Recordemos que detrás de cada conquista
popular, de cada reafirmación de la soberanía nacional, de cada
derecho laboral, de cada avance social hay una estela de lucha, de sudor y de
sacrificio que los sustentan y los hicieron posibles. Defendamos los que aún
quedan vigentes, preparémonos para reconquistar los perdidos.
Llamamos a respaldar, apoyar y participar activamente en todas las jornadas
y paros de protesta sectoriales, preparatorias del paro cívico, como
los del SENA, el ISS, FECODE, la USO, de Barrancabermeja y las valerosas protestas
de los vendedores ambulantes y los usuarios de los servicios públicos.
¡Viva el Paro Cívico Nacional del 12 de agosto!
¡Viva la Marcha Agropecuaria a Bogotá!
¡Abajo la congelación de salarios y pensiones!
¡Abstención contra el Referendo del FMI!
¡Contra el Referendo, abstención activa con movilización
popular!
¡Abajo las reformas uribistas!
¡Contra el Referendo oficial, viva la Coalición Democrática
por la Abstención Activa!
¡Contra las impagables tarifas de los servicios públicos domiciliarios
¡Por la defensa de Ecopetrol, el ISS, Telecom y el SENA!
¡Atrás la invasión contra la nación iraquí!
¡Fuera gringos de Irak! ¡Que se acreciente la resistencia de los
pueblos árabes!
Bogotá, 15 de julio de 2003
COMANDO NACIONAL UNITARIO