CONTRA LA INVASIÓN GRINGA Y EL GENOCIDIO EN COLOMBIA:

CONCENTRACIÓN EL LUNES 11 DE AGOSTO DE 2003, desde las 7 p.m., Plaza del Náutico, Gijón.


Transcurrido sólo un año de gobierno del derechista Alvaro Uribe Vélez la situación del pueblo colombiano empeoró drásticamente. El Presidente elegido hace un año por el 24% de ciudadanos, incrementó en todo el país la política de guerra sucia y tierra arrasada que le orientan desde Washington para doblegar la resistencia popular a las recetas neoliberales y empobrecedoras que ordena el FMI y el Banco Mundial, y hace pocos días -ante la fuerza del movimiento social- el Presidente Uribe pidió públicamente la invasión militar directa por tropas de los Estados Unidos, amenazando de paso la precaria estabilidad de la región andino amazónica donde otros pueblos desarrollan vigorosas luchas sociales, como en Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia y Argentina. La población colombiana está siendo literalmente masacrada en la más absoluta impunidad: más de tres mil asesinatos políticos en el último año cometidos por los grupos paramilitares de extrema derecha contra líderes sindicales, comunitarios, campesinos, indígenas, estudiantes y opositores políticos, y quienes se salvan del asesinato son procesados penalmente por delitos políticos, por lo que las cárceles están a reventar. Desde varios meses el gobierno colombiano -por decreto- suspendió todas las libertades y garantías constitucionales y viene sustituyendo en las regiones donde hay petróleo a los gobernadores civiles elegidos popularmente, por jefes militares, quienes en algunas zonas -como Arauca- reúnen y marcan en la piel a los habitantes, al estilo nazi. Más de tres millones de campesinos e indígenas han sido desplazados violentamente para quitarles los territorios que pasan a manos de terratenientes, mafiosos y multinacionales, especialmente petroleras. El Estado, que gasta enormes recursos en el fortalecimiento del Ejército y del aparato de guerra y en el pago de la deuda externa, abandonó sus responsabilidades sociales, por eso hay un dramático incremento de la pobreza (85% de la población), la desnutrición, el chabolismo, y la reaparición de enfermedades como la fiebre amarilla, la tuberculosis. Desde el gobierno y contra la opinión de la ONU y de muchas organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos, se optó por involucrar aún más a la población civil en la guerra al poner a sueldo un millón de civiles como informantes para proteger un sistema a todas luces excluyente, corrupto, represivo, que usa el terrorismo de Estado pero está ampliamente respaldado por los gobiernos de Estados Unidos y España quienes a su vez velan por los intereses de los poderes económicos que representan. Las empresas públicas rentables están siendo privatizadas en procesos salpicados de sangre obrera que se opone al saqueo del patrimonio nacional y a los 40 mil despidos de trabajadores que se producen por estos días Al estilo Fujimori, el Presidente de Colombia afirma que arreciará la guerra a la que llama “seguridad democrática” y modificará la Constitución Política para hacerse reelegir otro período y gobernar ocho años. Ante semejante panorama social agravado con la perspectiva de escalada de guerra con la llegada de ochocientos asesores militares de Estados Unidos que ya entraron al país, las centrales obreras CUT, CGTD, CTC, la Confederación de Pensionados y las organizaciones campesinas de Colombia, decidieron valientemente convocar para el próximo martes 12 de agosto un PARO CÍVICO NACIONAL y una MARCHA AGROPECUARIA. Con el fin de rodear de solidaridad tan justa movilización social por la vida, la paz, el pan, el trabajo y la libertad, las organizaciones y colectivos firmantes,
CONVOCAMOS: PARA EL LUNES 11 DE AGOSTO, CONCENTRACIÓN DE SOLIDARIDAD CON COLOMBIA, PLAZA DEL NÁUTICO DE GIJÓN, DESDE LAS 7 P.M.