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Carta abierta de un comunista al Director de la Real Academia Española

dilluns 1 de febrer de 2010, per  remenaire

Siempre se ha considerado que el Diccionario recoge el uso de la lengua con criterios que -aunque en algunos casos sean discutibles como en toda actividad humana- tienden a reflejar su uso real con un sentido de conservación de su “genio”, lo que lleva, por ejemplo, a señalar como vulgarismos palabras de uso muy frecuente que en el futuro es posible que desaparezcan o, por el contrario, que accedan a la categoría de normales.



Sr. Director de la Real Academia
Española

Me dirijo a usted como
comunista preocupado por las iniciativas de algunos académicos que
piden incluir el término ‘totalitario’ en la entrada relativa al
término ‘comunismo’ de la próxima edición del DRAE.

Le tengo que manifestar
en primer lugar mi sorpresa.

Siempre se ha considerado
que el Diccionario recoge el uso de la lengua con criterios que -aunque en algunos casos sean discutibles como en toda actividad humana- tienden a reflejar su uso real con un sentido de conservación de su “genio”, lo que lleva, por ejemplo, a señalar como vulgarismos palabras de uso muy frecuente que en el futuro es posible que desaparezcan o, por el contrario, que accedan a la categoría de normales.

Lo que se suponía que
estaba ausente del DRAE es la valoración política, histórica,
moral o estética, por supuesto en la medida de lo que es posible
separar los significados de las connotaciones. Ese criterio se sigue
en términos generales, pero no se seguiría en el supuesto que
comento según voy a argumentar, recurriendo como apoyo a algunos
ejemplos tomados de la vigésima segunda edición, salvo que se diga
lo contrario

Ejemplo

capitalismo.

1.
m. Régimen económico fundado en el predominio del capital como
elemento de producción y creador de riqueza.

2.
m. Conjunto de capitales o capitalistas, considerado como entidad
económica.

Como
era de esperar, no se dice que el capitalismo es causante de
injusticias, guerras y hambre, y que su evolución está poniendo en
peligro la supervivencia de la humanidad. Y ello, no porque no sea
cierto, sino porque no es misión de la RAE –ni yo se lo pido-
entrar en esos importantísimos aspectos.

Ejemplo 2º

Iglesia
católica.


1. f. Congregación de los fieles cristianos regida por el
Papa como vicario de Cristo en la Tierra.

No
se dice que es una institución totalitaria –en sentido estricto,
como mostraremos luego- ni que creó la Inquisición y fue la
responsable de muchas guerras y matanzas. Entiendo de nuevo que no es
necesario explicar por qué no se dice.

Sin embargo, es cierto
que en el DRAE se califica de totalitarias a otras concepciones
político-sociales.

Ejemplo

fascismo.
(Avance de la 23. ª edición, los cambios no son relevantes)

(Del it. fascismo).

1. m.
Movimiento político y social de carácter totalitario que se
desarrolló en Italia, en la primera mitad del siglo XX, liderado por
Benito Mussolini, y que adoptó como símbolo las fasces romanas.

Ejemplo 4º

franquismo.

  1. m. Movimiento político y social
    de tendencia totalitaria, iniciado en España durante la Guerra
    Civil de 1936-1939, en torno al general Franco, y desarrollado
    durante los años que ocupó la jefatura del Estado.

  2. m. Período histórico que
    comprende el gobierno del general Franco.

El análisis de estas
diferencias nos lleva al meollo de la cuestión lingüística que
estimo debe considerar la RAE para evitar la improcedente
politización derechista del Diccionario. Señalo las principales
consideraciones, sin citas, que estimo innecesarias por lo conocido
del tema y el carácter de este escrito, pero que pueden aportarse
sin dificultad:

  1. Es el propio
    fascismo el que se autocalifica de totalitario. Las leyes
    franquistas de la posguerra también definen el nuevo estado como
    totalitario de manera explícita. Sin merma de rigor podrían, pues,
    sustituirse en las anteriores entradas las expresiones eufemísticas
    “carácter totalitario” y “tendencia totalitaria” por
    “totalitario” simplemente. Podría también en propiedad matizar
    “gobierno totalitario” la segunda acepción del ejemplo 4º

  2. Es evidente que
    dicha calificación no tiene para sus creadores ninguna connotación
    moral negativa, sino que es meramente descriptiva. El sentido de la
    totalidad viene regido, en las diferentes versiones del fascismo,
    por los conceptos de imperio, raza o religión, supuestamente
    superiores al hombre, a los que se subordina en última instancia
    toda actividad individual o social. Éste es el sentido original de
    ‘totalitario’.

  3. Nunca ha habido una
    definición de ese tipo en ninguna de las variantes del comunismo
    que, en todo caso, han preconizado siempre la liberación del hombre
    de las diversas ataduras sociales y económicas.

  4. Los errores, e
    incluso crímenes, cometidos por los diversos regímenes políticos
    –por todos, hasta la fecha- son cuestiones de facto que le
    corresponde valorar a historiadores, sociólogos y políticos, y
    esta valoración se deberá hacer, en nuestro caso, en la mejor
    lengua española posible, sin que las palabras deban estar cargadas
    y distorsionadas previamente de manera que hagan imposible el
    estudio y el diálogo.

  5. En ese sentido, mi
    convicción de que el carácter criminal de todos los regímenes
    fascistas que han existido deriva en gran medida de su carácter
    totalitario puede admitirse o no por los científicos, pero en
    ningún caso tiene un carácter lingüístico que pueda afectar al
    Diccionario.

Las anteriores
consideraciones nos conducen a revisar las propias definiciones del
DRAE relacionadas con totalitario-totalitarismo.

Ejemplo

totalitario,
ria.

1. adj. Que
incluye la totalidad de las partes o atributos de algo, sin merma
ninguna.

2. adj.
Perteneciente o relativo al totalitarismo.

Ejemplo 6º

totalitarismo.

1. m.
Régimen político que ejerce fuerte intervención en todos los
órdenes de la vida nacional, concentrando la totalidad de los
poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la
actuación de otros partidos.

Curiosamente, la
secuencia genética “total-totalitario-totalitarismo” está
distorsionada de forma circular por la segunda acepción de
“totalitario”. De esta forma, como ‘totalitarismo’ recoge
exclusivamente la concreción política e ignora la definición
ideológica, se traslada ésta a ‘totalitario’ cuya primera
acepción tiene un carácter abstracto. En resumen, el DRAE no recoge
la acepción ideológica original –fascista- de ‘totalitario’,
ni de ‘totalitarismo’.

En todo caso, esa
definición de régimen político totalitario afecta, como se ha
dicho, por propia decisión a los regímenes fascistas y a la propia
definición del fascismo, pero sólo un lavado de cerebro programado
puede extenderlo al comunismo que pregona la desaparición del Estado
tras la fase socialista y que no ha teorizado jamás la necesidad o
conveniencia de impedir “la actuación de otros partidos”.

Como conclusión de estos
razonamientos, le pido que tome en consideración las siguientes
propuestas:

  1. Modificación de las
    entradas de los términos ‘totalitario’ y ‘totalitarismo’ de
    forma que den entrada a su definición ideológica original, libre
    de otras connotaciones.

  2. Rechazo a incluir el
    adjetivo ‘totalitario’ en la entrada ‘comunismo’ por ser
    falsa en cualquiera de sus acepciones.

Por último, Sr. Director, dejemos la política a los
ciudadanos y preocupémonos todos porque el Diccionario dé soporte a una lengua
común (comunista) lo más rica, clara y universal posible.

Atentamente

Manuel Martínez Llaneza

Font: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=99677

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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