La cara mercantil de la guerra.

Los lectores más antiguos de este escritor recordarán la denuncia de que todas las guerras tienen un interés económicas, y que son realizadas por razones o recursos económicos. ¿Es así con Afganistán?. En un primer momento, muchos no estarían de acuerdo, pero analicemos esto detenidamente.¿Creerías que los intereses económicos empezaron a discutir el derrocamiento de los talibanes años atrás?. ¿O que los poderosos intereses petroleros han estado conspirando para reorganizar la región de Asia Central, a fin de poder explotar las abundantes reservas de combustible que se encuentran en el área del Mar Caspio?. ¿O que éste área es también rica en reservas de gas natural?.

A principios de 1998, un ejecutivo petrolero de la Corporación Unocal, un tal Mr John J. Maresca -Vicepresidente de la empresa- dio una charla al subcomité de relaciones internacionales de la Casa Blanca. En su charla, podermos ver los intereses industriales de Estados Unidos en la zona- un oleoducto:"Una ruta potencia obvia hacia el sur cruzaría Irán. Sin embargo, esta estación está cerrada para las empresas norteamericanas, debido a las sanciones de la legislación estadounidense.

La única ruta opcional posible es a través de Afganistán, que presenta desafíos únicos. El país se ha visto envuelto en una guerra encarnizada durante casi dos décadas. El territorio por el cual se extendería el oleoducto está controlado principalmente por otras naciones. Desde el exterior, hemos llegado a la conclusión que la construcción del oleoducto que proponemos no puede comenzar hasta que se constituya un nuevo gobierno en esta zona que tenga la confianza de los gobiernos, acreedores y nuestra empresa" ("Una nueva ruta de seda: propuesta de oleoducto en Afganistán", Monthly Review, Dec. 2001, pag. 32-33)Unocal observó que otros poderes industriales estaban interesados en la propuesta de construcción de un oleoducto petrolífero, incluido Japón.

Sus intereses son los mismos- sus economías nacionales e internacionales. ¿Negoció Unocal con los ahora malditos talibán?. Bueno, ellos dicen que no lo han hecho, pero también dicen lo que han hecho. Nuevamente, las palabras del vicepresidente Maresca ofrecen una clara indicación de cómo Unescal manejó sus negocios:"Aunque Unocal no ha negociado con ningún grupo, ni tiene el favor de ningún grupo, nosotros hemos tenido contactos y encuentros con todos ellos. Nosotros sabemos que todas las facciones de Afganistán entienden la importancia del proyecto de oleoducto para su país, y han expresado su apoyo al mismo" (pag. 33).

En los salones del gobierno, y en los lugares de reunión de los grandes negocios, los poderosos esculpen el mundo en función de sus propios intereses. Las guerras son declaradas, y miles son asesinados, para el enriquecimiento y bienestar de unos pocos.La guerra es más que el instrumendo de los grandes negocios, es un gran negocio

Mumia Abu Jamal13 de enero de 2002(Traducción: Casapueblos).

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