Un diputado árabe de Israel será juzgado por defender la Intifada
Azmi Bichara será el primer procesado por delito de opinión
El diputado Azmi Bichara, de 55 años, uno de los líderes más carismáticos de la comunidad árabe de Israel, será juzgado por haber defendido en voz alta el derecho del pueblo palestino a oponerse a la ocupación que sufre por parte del Ejército israelí. Será la primera vez en la historia de Israel en que se juzgue a un diputado por un delito de opinión. La Kneset (Parlamento) de Israel decidió ayer, por 61 votos a favor y 31 en contra, levantar la inmunidad parlamentaria del diputado Azmi Bichara.

Esta decisión parlamentaria inflige además una grave afrenta a la minoría árabe de Israel, compuesta por cerca de un millón de habitantes (el 18,6% de la población) que poseen documentos y nacionalidad israelíes, pero cuya marginación política y social les han llevado desde hace mucho tiempo a colocarse al lado de sus 'hermanos palestinos'.

Azmi Bichara será juzgado por unas declaraciones públicas efectuadas en Damasco, la capital de Siria, el pasado 10 de junio, en las que recomendó a la comunidad árabe escoger el 'camino de la resistencia' contra Israel. Pero, además, Bichara será también juzgado por organizar viajes a Siria de árabes israelíes para encontrarse con familiares allí refugiados, violando de este modo las prohibiciones que no permiten trasladarse a ese país, formalmente en guerra con el Estado de Israel.

Las declaraciones de Bichara no sorprendieron a nadie, pero han servido de excusa al Gobierno nacionalista del Likud para lanzar una señal de advertencia a los árabes israelíes anunciándoles que no tolerarán traiciones. Pero para la derecha israelí es una ocasión única para acabar con este dirigente político, que en 1998 tuvo ya la osadía de presentarse como candidato a primer ministro de Israel y propugnar un Estado pluriconfesional donde los musulmanes y los cristianos estuvieran en plano de igualdad con los judíos.

Decisión trágica Ayer, mientras sectores de la izquierda y pacifistas aseguraban que la decisión de la Kneset suponía una determinación trágica para la democracia israelí y ponía en peligro la libertad de expresión, Azmi Bichara se frotaba las manos al anunciar que su doble juicio, en Jerusalén y Nazaret, será una magnifica plataforma para explicar al pueblo de Israel 'la diferencia entre terrorismo y resistencia'. Por si la afrenta contra la comunidad árabe-israelí no fuera suficiente, el Parlamento de Jerusalén adoptó ayer en primera lectura un proyecto de ley que prohíbe que se presente a las elecciones cualquier partido político que 'sostenga la lucha armada contra Israel'.

Este proyecto podría suponer la prohibición de los partidos árabes israelíes. Hasta ahora, las únicas prohibiciones se referían a quienes pusieran en entredicho el carácter judío del Estado de Israel o incitaran a la discriminación racial.

El anuncio del procesamiento de Bichara se produce en un momento trágico de la Intifada: 60 palestinos muertos en poco menos de tres semanas como consecuencia de la oleada de represión ejercida en venganza por el asesinato del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi. Estos resultados trágicos coinciden con la denuncia de las autoridades palestinas, que aseguran que los recientes repliegues de las tropas israelíes de las ciudades ocupadas, en Belén, Kalkilia y Ramala, no han supuesto un cambio importante en la vida de la población, que sigue sometida a un estado de sitio y con dificultades para moverse.