BCN2001
Un Breve Balance "en caliente" del Foro Social de Barcelona 22-24 Junio de 2001
 

Estuvimos en Barcelona. Y allí se han producido algunas cosas que eclosionan al modo de interrogantes sobre la actual estructura social de nuestro mundo. Una eclosión en el Estado español de algo que se ha ido gestando durante los dos últimos años. El llamado movimiento antiglobalización en el Estado español ha aglutinado a las 350 organizaciones convocantes y a varios miles de simpatizantes. Al igual que en otros países el grueso de sus seguidores son nacionales, al igual que en Suecia -Goteburgo- la inmensa mayoría eran suecos, con lo que se constata su implantación en prácticamente todo el globo. Existe una capacidad de convocatoria internacional producto tanto de una coordinación, como sobre todo una visualización del conflicto de cada país en otros puntos del mundo que anima a un efecto reflejo y análogo en distintos países.

Lo realizado en el Foro

El Banco Mundial no acudió a la cita, pero realizamos un acto de expresión, reflexión y encuentro. En el Foro Social, que duró desde el Viernes 22 al Lunes 25, se han producido el Viernes conferencias, saludos plurales de movimientos y organizaciones diversas; todo el Sábado 30 talleres temáticos organizados en ejes participativos (de cada taller de debate salían conclusiones provisionales que se aglutinaban en los plenarios parciales de eje y en el global), fiesta de confraternización en la noche de San Juan (Quema Simbólica de los agentes del capitalismo); una manifestación ampliamente secundada -entre 8.000 que contabiliza la policía y los 40 o 50.000 que calculan los participantes, creo que unas 25.000 personas- que se desarrolló festiva, lúdica y reivindicativamente en un ambiente pacífico mayormente -personalmente no vi ningún altercado en todo el recorrido-, y se cancelan los actos de bloqueo de la Bolsa ante la brutal provocación policial ocasionada en Domingo por la mañana.

La manifestación se desarrolló pacíficamente, ante el rodeo masivo y militarizado de un cuerpo de antidisturbios apoyado con cañones de agua, fusiles de pelotas de goma, cientos de policías y decenas de "lecheras". Barcelona estaba tomada policialmente. Parecen constatarse dos hechos : La policía cargó contra los manifestantes, que se encontraban bailando en la Plaza de Cataluña, de una manera represiva, hiriendo a 32 personas, uno de ellos grave. Con palizas propinadas mediante el uso de pelotas de goma, golpes de porra, acoso y rodeo de manifestantes, atacaron brutal y despiadadamente a grupos ya semidispersos y sentados a la sombra de los árboles de la Plaza, cuando-estaba finalizando el acto de lectura del manifiesto- que desencadenó el pánico y la huida despavorida de los asistentes; los actos vandálicos contra lunas de bancos y Mcdonalds -que no vi- parece que se produjeron en el final de la manifestación por un grupo de 30 encapuchados a los que la policía no reprimió. Una persona de la prensa pudo captar como uno de los encapuchados que originó los actos vandálicos entregaba a la policía a manifestantes, siendo esta persona de la prensa golpeada y herida. Se sospecha que había policía de paisano encapuchada que provocó las algaradas. Asimismo, se sabe que había organizaciones, que iban a realizar otra manifestación a la tarde, -de corte anarquista, como la CNT- que también podrían haber participado en los enfrentamientos, sin poder asegurarlo (lo que sí se es que cuando fuimos a saludar en un momento del día a estos nos recibieron mal). Hubo 21 detenidos.

La bolsa parecía un bunker militarizado con lo que hoy los asistentes han desconvocado su bloqueo para pasar a reunirse y valorar los graves hechos del domingo.

Los avances

El movimiento antiglobalización en el Estado español ha realizado en el Foro Social de Barcelona un encuentro nacional, en el que ha predominado el debate, la reflexión y la formación en un espacio de comunicación plural y de respeto.

30 talleres organizados en ejes temáticos ha permitido conocerse de cerca a diversos colectivos en sus análisis y en sus propuestas, avanzando en la consolidación de una confianza mutua y de un intercambio de ideas y aprendizajes. El ambiente de victoria, y el espíritu de continuidad que promueven los actos son sin duda uno de los principales logros. Sin embargo, el más valido, a nuestro juicio, es el proceso en el que se enmarca y la apertura que facilita, abriendo preguntas que cuestionan el orden social, y que hace a los mismos participantes allí cuestionarse fenómenos de los que antes no eran conscientes. Esos interrogantes son el acervo fundamental para continuar este avance de profundización en el análisis de la realidad social, diagnóstico básico para la propuesta de una sociedad alternativa.

Los sujetos y los discursos

La experiencia práctica ha aunada a diversos colectivos en el que una nueva generación de jóvenes se ha sumado. Esta última caracterizada por provenir de ambientes universitarios o de estudios medios, con trabajos precarios. Asimismo ha participado el sector más vivo de la izquierda tradicional, propiciándose un primer encuentro entre dos generaciones hasta ahora alejadas en las prácticas políticas.

El capitalismo global nos ha unido al homogenizar los problemas sociales, al difundirlos, y aunque con diferentes síntomas -sobre los que se apoyaba la protesta- nos aunaba el síndrome. Ahora bien, el sujeto jornalero y campesino del movimiento globalofóbico no es característico del Estado español, dado que aquel se sitúa mayormente en el Sur del Planeta.

De igual modo, el mensaje dominante era la aversión a los efectos de la estructura capitalista, en su expresión más salvaje, en su faceta neoliberal y en su desarrollo excluyente y represivo.

La globalización que como proyecto político de la burguesía, y mito autoritario e ideológico, ha sido contestada planteando que la sociedad puede construirse en otros "rumbos de posibilidad", en los que desde una democracia que está por construir permita corregir los efectos perversos del capitalismo y del mercado.

Asimismo, hemos gozado de la experiencia de convergencia real que propicia compartir prácticas de resistencia entre grupos de diversas ciudades españolas, diversas procedencias ideológicas, y variopintos orígenes sociales.

Los límites y las oportunidades

Sin embargo, sólo un motivo como la "antiglobalización" podía aunar a colectivos tan diferentes (cristianos de base y humanistas honestos, sindicalistas de corte clásico, jóvenes libertarios, voluntarios post-ONG, socialdemócratas y comunistas internacionalistas, nacionalistas, ecologistas, feministas, etc...). Un motivo tan abierto como ambiguo podía aglutinar a tanta gente.

El mundo en el que hoy vivimos, en la sociedad española, se caracteriza porque en las dos últimas décadas había sido borrado cualquier horizonte de transformación más allá de la concertación de lo existente. Desde la escisión ideológica entre lo político y lo económico como ámbitos de intervención que se produjo desde la transición política, hasta las expectativas sentidas de la gente con horizontes de corto plazo (entre los jóvenes, el fin de semana de la evasión consumista), nos marcaban una experiencia con unas miras cortas en la posibilidad de transformación social. Es un rayo de esperanza la apertura y construcción de un cuestionamiento de lo existente, desde su naturaleza global y la necesaria respuesta global que sea posible.

Ahora bien, desde un punto de vista crítico, el movimiento antiglobalización con ser plural es contradictorio y se encuentra promovido, en mayor medida, desde un sentimiento humanista, ciudadanista, interclasista, que se encuentra entre el regreso al socialismo utópico hasta la defensa minimalista de propuestas postmodernas entre el neolibertarismo moral, la defensa de la identidad personal frente a la opresión ("tomar el poder de uno mismo"), y la socialdemocracia humanista, con vocación global e internacionalista. La búsqueda apresurada de respuestas en el aquí y ahora precipita en soluciones parciales a las que se debería complementar análisis más profundos y prácticas estables de movilización permanente con visos de largo plazo.

La impaciencia honrada y combatiente del movimiento deviene aún inmadura e inconsistente en el análisis de la realidad social, especialmente de las bases de la formación social capitalista en alguno de sus rasgos. De esta manera, la denuncia moral del orden existente no puede acabar en acciones directas, simbólicas y puntuales de contestación, en propuestas de reforma que mejoren la gestión del capitalismo, ni en respuestas marginales para grupos minoritarios. Hay que ir a la raíz, a los cimientos de la sociedad y levantar otra nueva, transformando radicalmente la existente.

Cayó el muro y el bloque soviético, y la propuesta alternativa que "se nos venía dada" se agotó (por tensiones externas y problemas internos), y mientras nos quedamos sin referente ahora también nos libramos del peso de sus vicios. Hay que participar en este movimiento, aportando un análisis desprejuiciado a esta sociedad caduca, resistiendo a sus rescoldos, y proponiendo una sociedad superior ahora sin la carga de referentes agotados, aprendiendo de su legado pero desembarazándonos de sus perversiones históricas. Cayó el Bloque del Este, el capitalismo "que se nos viene dado"está en crisis estructural, ahora podemos ser comunistas sin prejuicios. Otro mundo es posible.

La apertura transformadora e internacionalista

En el Foro Social se ha mostrado las líneas de resistencia global y de cuestionamiento general a los efectos perversos del capitalismo mundial. Supone un importante paso a lo que ahora debe venir: la coordinación estable del movimiento, su coordinación internacionalista (más allá del reflejo-estímulo que tan rápido como viene se va) y, especialmente, recoger los interrogantes globales planteados, para seguir profundizando en el diagnóstico de nuestra época y mundo y hacer brotar propuestas más sólidas, y de carácter civilizatorio, que apunten no al síntoma sino al síndrome, y desde la sociedad vigente forjar un socialismo universalista y democrático.

El movimiento antiglobalización (en el Sur, especialmente campesinos y jornaleros, en el norte especialmente trabajadores que padecen la degradación de la condición salarial) debe complementar sus prácticas (desde el indigenismo del EZLN en México); el populismo campesino de las FARC en Colombia, el MST en Brasil, etc...; hasta el trabajador precarizado del norte) en un nuevo sindicalismo sociopolítico internacionalista, y la construcción de una Nueva Internacional que permita aunar los movimientos y organizaciones en cada Estado en algún programa de transición, adaptado a la naturaleza social de cada país o pueblo. Esto es, construir una hegemonía socialista de corte internacionalista, con asentamiento en cada sociedad, con capacidad de desplegar solidaridad internacional (la victoria en un país ayuda a la victoria en otro país, y cada victoria implica un soporte a otros pueblos insurrectos). Un movimiento que mientras que debe seguir siendo plural y diverso, debe basarse en el respeto a la diferencia. Ahora bien, desde un anticapitalismo resistente, la coordinación y comunicación internacional, como en la propuesta por una estructura social desprovista de explotación, igualitarista y dominada por la democracia sustantiva y participativa.

25 de Junio de 2001. Daniel Albarracín