BCN2001
Declaración de la Campaña contra el Banco Mundial, Barcelona 2001
Otro mundo es posible, globalicemos las resistencias y la solidaridad.
 

Esta declaración solo puede iniciarse condenando la violencia ejercida por la policía y el uso de armas de fuego contra los/as manifestantes en Göteborg, con el resultado de varios heridos, uno de ellos de extrema gravedad. Condenamos con gran preocupación las declaraciones de los líderes europeos, justificando las actuaciones policiales y anunciando la aplicación de medidas extraordinarias que regulen la movilidad y el control de los grupos que actúan contra la globalización neoliberal, lo que hace prever una intensificación notable de la represión y la criminalización de los movimientos sociales, un aumento de la actividad de las brigadas de información, una mayor vulneración del derecho a una información veraz y a la privacidad en las comunicaciones. Los dossiers, las detenciones, las multas y los juicios se multiplicarán. Ante eso solo podemos declarar que los miles de colectivos y organizaciones que actúan contra la globalización económica lo seguirán haciendo, y esa lucha irá en aumento en la medida que aumentan los efectos de la perversión y la descomposición del sistema capitalista, convertido ya en el principal enemigo de la humanidad. Ante esa lucha los líderes europeos tendrán que meditar si el camino es restringir los derechos sociales y políticos de la población, avanzar hacia un estado policial o poner coto a un sistema económico basado en la corrupción y en el expolio de los recursos y el trabajo.

Desde principios de año y a lo largo de muchos meses una creciente dinámica social ha inundado Barcelona. Personas procedentes de todos los ámbitos de la vida asociativa, de las luchas sociales, han confluido en una campaña para denunciar la política del BM. Una movilización de protesta de profundo arraigo asociativo, que ha despertado extraordinarias expectativas en el conjunto de la sociedad catalana, se ha transformado en una referencia de primer nivel para el conjunto de movimientos sociales del estado y en una importante convocatoria internacional.

La Campaña BCN2001 emprendió su andadura con el fin de denunciar al BM por sus responsabilidades en la extensión de la pobreza, el desastre ecológico, la precarización del trabajo y la exclusión social; por su responsabilidad en el diseño y aplicación de las políticas de ajuste estructural que lanzan al paro a millones de trabajadores cada año, por la destrucción acelerada de las bases productivas y de recursos locales, y por su responsabilidad en la imposición de un sistema productivo depredador y consumista, que está destruyendo de manera acelerada los recursos naturales, bases sobre las que se sustenta la propia existencia de la humanidad.

El BM optó por suspender la conferencia y retirarse. Lo hizo con acusaciones gravísimas a la campaña y a las organizaciones promotoras, pero no fue el miedo a la violencia lo que justificó la retirada. El mismo BM declaraba "plena confianza en la capacidad de las autoridades españolas para garantizar la seguridad durante la Conferencia". Lo que le llevó a abandonar, fue precisamente su incapacidad para afrontar un debate público sobre sus responsabilidades, la imposibilidad, pese a los intentos, de fracturar la cohesión de los colectivos que promueven la campaña, y su incapacidad para asumir la crítica social. El BM prefirió el coste político de una retirada humillante que el coste político del debate público delante de la sociedad.

La Campaña nunca fue invitada al diálogo por el BM, ni lo fueron los millones de trabajadores víctimas de las privatizaciones salvajes en Latinoamérica o la especulación financiera en Asia, ni lo han sido los movimientos campesinos e indígenas del sur. Tampoco fueron invitados los trabajadores de Sintel, ni las plataformas contra el PHN o contra las emisiones relacionadas con el cambio climático, ni los agricultores víctimas económicas de una política agraria que produce pollos con dioxinas, vacas locas, fiebre porcina o fiebre aftosa. No fueron invitados los representantes de las comunidades de inmigrantes víctimas de la precariedad económica, del expolio de sus tierras de origen y de su soberanía alimentaria, y también de la Ley de Extranjería. No fueron invitados los pacifistas en contra de la industria armamentística, ni las mujeres principales víctimas del azote neoliberal. La Campaña no fue invitada porque lo que se pretendía era una reunión entre "intelectuales y académicos", con el fin de reflexionar y aconsejar sobre cómo mejorar el sistema capitalista sin cambiar nada, en un ambiente de "tranquilidad" y de impunidad.

La Campaña ha sido un paso más en el proceso de articulación y desarrollo, no solo de las resistencias, sino también de las alternativas, proceso creciente desde hace algunos años a través de muy diferentes iniciativas y experiencias en el marco internacional. Más de 350 colectivos subscribieron el Manifiesto y muchísimos más han impulsado las dinámicas organizativas, las movilizaciones y los espacios de debate que le dan forma y contenido. Organizaciones ecologistas, sindicales, de mujeres, estudiantes, jóvenes, pacifistas, insumisos, ONGs, organizaciones políticas, grupos locales y redes nacionales, organizaciones campesinas y plataformas ciudadanas de todo tipo.

La proclamación de que "otro mundo es posible" y la necesidad de "globalizar las resistencias y la solidaridad" no es una simple consigna, sino el reto fundamental de nuestro tiempo. Expresamos nuestra voluntad de avanzar en la articulación de las luchas y en la construcción de propuestas, para hacer posible ese otro mundo en el que creemos. Consideramos fundamental proyectar nuestras ideas a la población y profundizar en la construcción de dinámicas capaces de articular el tejido asociativo local como base de un trabajo continuado y conectado a la sociedad. Necesitamos proyectos y campañas que nos permitan tomar la iniciativa, avanzar hacia unos objetivos unitarios y hacia una sociedad sin capitalismo.

En ese sentido la Campaña contra el Banco Mundial BCN2001, hace un llamamiento a todos los movimientos sociales del estado y a todos los movimientos sociales de Europa, a continuar, en el contexto de la lucha global, un proceso de debate y actuación conjunta, que nos permita establecer acuerdos desde los que avanzar hacia campañas y objetivos comunes, desde el respeto a la pluralidad y la independencia de las redes y organizaciones.

Por eso proponemos:

1. La celebración de un encuentro estatal en el mes de septiembre, al que convocar a todos los movimientos sociales del Estado con el fin de continuar el debate sobre los objetivos y las campañas unitarias a corto y medio plazo, sumando el máximo de fuerzas e iniciativas que confluyan en ese sentido.

2. Planteamos la necesidad de concretar las movilizaciones y espacios de debate que vamos a priorizar sobre el calendario de cumbres y eventos convocados para el próximo curso y año, del que destacamos, las campañas contra la OMC con cita en Qatar en noviembre de este año, la presidencia española de la UE en el primer semestre del 2002, la cumbre Rio+10 de septiembre del 2002 en Sudáfrica y la posibilidad de organizar en Barcelona el Foro Social de la Cuenca Mediterránea preparatorio del Foro Social Mundial de 2003.

3. Consideramos que la presidencia española de la UE, lo que supone cumbres de jefes de estado en Barcelona (Marzo) y en Sevilla (Junio), así como las cumbres UE-Latinoamérica (Madrid) y UE-Mediterráneo (Barcelona) en el mes de mayo del 2002, son referencias obligadas a considerar. En ese sentido creemos que las campañas en torno al funcionamiento y las responsabilidades de la UE en la globalización neoliberal y en la destrucción ecológica, deberían constituir la base común de las campañas del próximo año. No como hecho puntual sino como camino a más largo plazo.

4. Proponemos avanzar de manera colectiva hacia la realización de una Consulta Social en Europa en junio del 2004, entendida como espacio para la construcción de propuestas que llenen de contenido la idea de que "otra Europa es posible" y sirvan de base para una interpelación a la población coincidiendo con las elecciones al Parlamento Europeo, de manera simultánea en todos los países que constituyen la UE y extensible a todo el continente. No se presenta como propuesta alternativa a otras campañas, sino como objetivo a medio plazo que puede servir de hilo conductor a los debates y movilizaciones. Proponemos que la Consulta se estructure como un espacio abierto desde el que continuar trabajando sobre la base de los siete ejes de la Contra-conferencia.

5. Creemos que los ámbitos locales son los espacios en los que la conexión y complicidad con amplios sectores de la sociedad es posible y que ese trabajo debería de ocupar un espacio preferente en las campañas y dinámicas conjuntas que se construyan. Consideramos como una buena base para la reflexión, el debate y las alternativas, a demás de nuestra experiencia de trabajo unitario, los documentos y conclusiones elaborados por los ejes de la Contra-conferencia, a sumar a la inmensa base documental creada por los movimientos sociales. Deberíamos prestar especial atención a desarrollar ideas y propuestas (asambleas locales/municipales, consultas, compañas generales, materiales, coordinación comarcal y regional, etc.) que ayuden en la construcción de complicidades y dinámicas participativas en las localidades.

Acabamos llamando a la participación masiva en las movilizaciones convocadas con motivo de la Cumbre del G8 en Génova, los días 15 al 22 de julio, así como al Día de Acción Global contra la deuda, el 20 de julio. Esa es nuestra principal y urgente referencia en estos momentos. La Campaña BCN2001 no debe restar fuerza a ese encuentro internacional, sino bien al contrario, reforzarlo.

¡Otro mundo es posible! ¡Globalicemos las resistencias y la solidaridad!

Campaña contra el Banco Mundial, Barcelona 2001