La guerra emprendida por EE.UU., Gran Bretaña y España contra Iraq es ilegal e inmoral. Se ha declarado al margen de la ONU y, en el caso de España, sin la decisión del Parlamento y sin respetar la opinión de los ciudadanos. Este conflicto está suponiendo una masacre de la población, la destrucción de recursos económicos, una catástrofe medioambiental y un retroceso moral por la derrota de la paz y el triunfo de la barbarie.

En nuestro país se está produciendo un movimiento ciudadano como nunca habíamos conocido con un rechazo a la guerra del 91% de la población, y con millones de personas que secundan las movilizaciones convocadas por movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos. Esta contestación social hay que mantenerla desde la más amplia unidad del conjunto del movimiento contra la guerra con nuevas manifestaciones, concentraciones, marchas, cadenas humanas, paros, etc.

Frente a la razón de la fuerza, frente a la invasión de Iraq, frente a la ruptura del orden internacional, frente al uso de las armas de destrucción masiva, frente al asesinato y la masacre.

Nosotros, sindicalistas de Comisiones Obreras, solo tenemos la fuerza de la razón. La fuerza y las armas del movimiento sindical para defender la paz y la libertad, el orden internacional, la democracia y la vida. Por eso participamos en todas las acciones contra la guerra y vamos a contribuir y participar, de forman individual, en las movilizaciones y en la huelga del día 10 de abril, convocadas contra la guerra y por la paz. Igualmente consideramos muy importante que el 1º de Mayo se convierta en un clamor contra la guerra.

Porque sabemos que la dignidad de un hombre, la dignidad de una mujer, la dignidad de ser humano, es una responsabilidad individual, además de colectiva. Y todos y cada uno de nosotros, trabajadores y trabajadoras, somos miembros de un sindicato sociopolítico y de clase, orgullosos de él y de sus orígenes, de su compromiso con la defensa de los intereses de los trabajadores, con la paz y la libertad".