Madrid, marzo, 2003.
Señor Aznar

Mire Ud. Sr. Aznar, hemos tenido que salir nuevamente a la calle -a pesar que su delegado pretendía una vez más recortar nuestro derecho constitucional de manifestación (art. 21) que no es el mismo que otorgan a las procesiones religiosas ni a los eventos futbolísticos- y porque no es el mismo camino ni recorrido, éste lo han abierto gentes en estas tierras con muchos años de silencio, cárcel y fatigas miles. Y, hoy se nos acumulan todas.

Y hemos tenido que salir nuevamente a gritar NO A LA GUERRA porque aunque sabemos que Ud. no quiere oír, lo tenemos que hacer por nuestras conciencias, y para que quede claro que a pesar de su esfuerzo en enlodar e hipotecar el futuro de este país en un crimen contra la humanidad, aplicado en este caso al pueblo iraquí nosotras y nosotros NO queremos ser sus cómplices en esta cruzada deleznable, porque el silencio ante este intento de genocidio podría representarnos un envilecimiento moral similar al que en su día produjo Auswischt, Hiroshima o Nagasaki.

No podemos callar. El porvenir de la democracia, de la ciudadanía y de las propias sociedades, depende de la combinación y coordinación de las resistencias contra el proyecto totalitario imperial, del que Ud. Sr. Aznar ha decidido ser el mayordomo aplicado, Ud. quiere extendernos el fundamentalismo y la paranoia de la administración de extrema derecha de EEUU que quiere demostrar que puede cometer todo tipo de crímenes y tropelías en cualquier lugar del mundo, en cualquier momento y con toda impunidad, amputando aspiraciones de justicia contenidas en tímida medida en el recién nacido Tribunal Penal Internacional.

Ud. Sr. Aznar pretende envilecer a los pueblos de este Estado. La lucha contra el terrorismo y la disposición del petróleo a precios accesibles, son dos argumentos con los que pretende Ud. y los suyos, legitimar una matanza. Pero aunque Ud. persista en mentir y ,manipular, lo sabemos harto: no son los pueblos los que encarecen el precio del petróleo, sino las grandes corporaciones que dominan las economías y las sociedades, y las que sin el menor miramiento conducen a la miseria y a la devastación ecológica a los pueblos ¿Qué negocio se traen entre manos además de la muerte? Una guerra para ensanchar el mercado de las multinacionales -sean éstas petroquímicas o constructoras- nos obliga a estar contra Ud. y contra todos los señores de la guerra. Y anótelo en su cuaderno azul, no estamos ni con los tiranos ni con regímenes totalitarios ni con imperios voraces ni como déspotas como Ud. y sus socios partidarios de imponer democracias (¡!) a cañonazos y bombas o con la compra de votos.

Ni las resoluciones de la ONU -jamás obligadas para el Estado de Israel- ni el informe de los inspectores, cambiarán la decisión de salir a masacrar que ha tomado EEUU., y Ud. Sr. Aznar y todos los de su gobierno que más que servir, se someten a las órdenes del ejército norteamericano, ha vulnerando los términos de la adhesión a la OTAN como fueron aprobados en el referéndum de 1986 y, sobre todo, usurpa el ejercicio de la soberanía popular al intervenir en una guerra (pues en una intervención efectiva se trata de la disposición de las bases españolas para los bombarderos USA) sin la decisión del poder legislativo.

Ud. Sr. Aznar ha desertado del contrato que con esta sociedad asumió, ha vulnerado abiertamente las reglas del juego de una sociedad democrática, ha abandonado sus obligaciones en tanto que, apoderado de esta sociedad, al comprometerse con el genocidio que se prepara, se ha hecho merecedor, de la desobediencia de las ciudadanas y ciudadanos.

Ud. Sr. Aznar para mayor gloria de verdugos, pone en peligro el sentido del proyecto de construcción europea; y no podemos entender en modo alguno cómo se puede aplaudir un genocidio como lo hicieron Ud. Y sus diputados.

Ud. ha faltado al respeto a los más elementales escrúpulos democráticos.

Pero Ud. Sr. Aznar está moralmente vetado, hemos ejercido el derecho a veto ciudadano millones de habitantes del Estado español y de la vieja Europa; pero cómo podrá ver Ud. mismo, sin armas de destrucción masiva como amenazas sino con razones de construcción colectiva de la paz, como las que animan a las brigadas que tanto del Estado español como del mundo entero se suceden junto al pueblo de Irák.

Este desesperado NO A LA GUERRA nos une en el oficio de lo mejor de la condición humana, la dignidad, porque esta guerra es contra toda la humanidad, y por ello la dignidad se lanza a las calles.

La lucha contra la guerra es una lucha contra los gobiernos de guerra, como el gobierno su Partido Popular. Es una lucha democrática, en defensa del derecho ciudadano a decidir sobre lo más importante que puede decidir un pueblo, si quiere la guerra o si quiere vivir en paz. Es por todo esto que nos proponemos seguir ejercitando la ciudadanía en la desobediencia civil, profundizado la resistencia y convocándonos hacia una huelga general solidaria que materialice el grito contra la guerra.

Por todo lo dicho anteriormente, le hacemos llegar por medio de esta misiva el ultimátum cívico: la ciudadanía lo cesa, le exigimos la dimisión a Ud. y a todos los de su gobierno.

Por último, Ud se parece cada día más pero como copia esperpéntica a la teatralización del gran Dictador, pero Ud. no se parece a Charlot, porque Charles Chaplin era un pacifista consecuente y Ud es un belicista practicante.

ASAMBLEA CONTRA LA GLOBALIZACIÓN CAPITALISTA Y LA GUERRA

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