¡Otra Europa para otro mundo!
Libertario, posible y necesario
Bruselas, máquina de guerra contra los derechos sociales

La cumbre de Laeken, junto a Bruselas, cierra la presidencia belga de la Unión europea del segundo semestre de 2001. A pesar de las denuncias y las resistencias cada vez mas numerosas contra la política en favor del capital llevada a cabo por las instancias europeas, la etapa actual de construcción de la Unión europea profundiza en esta lógica: a favor de la patronal, reforzando las desigualdades, la injusticia social, las opresiones que se producen en el interior mismo de Europa, entre los más ricos y aquellos a quienes explotan, o en relación con los países del este o del sur.

La cumbre de Laeken va a ser el disparo de salida de la preparación de una Constitución europea, cuyo preámbulo será la Carta de derechos fundamentales. Es precisamente contra esta carta, que constituye una tabla rasa de los derechos fundamentales, contra la que nos hemos movilizado por millares en Niza en diciembre de 2000. Esta carta sigue de actualidad para los dirigentes europeos, en completa oposición con las aspiraciones y los deseos de las mayorías sociales. Es por esto por lo que nos movilizamos de nuevo para rechazar ser desposeídos de nuestros derechos fundamentales y para conquistarlos de nuevo.

Todas estas resistencias, todas las reivindicaciones que el movimiento libertario contribuye a animar y a promover, sobre la base de la acción directa y de la auto-organización, tienen lugar en una lucha de largo recorrido para transformar radicalmente la sociedad, socializar las riquezas, construir la igualdad, edificar una democracia autogestionaria y libertaria.

La Europa de la mentira

Desde el comienzo de la "construcción europea", los políticos, de todos los países y de todas las tendencias, nos mienten sobre sus verdaderos objetivos, y sobre las verdaderas consecuencias de sus actos y decisiones. Europa no tiene otro objetivo que el de reforzarse políticamente. El imperialismo, de que son víctimas la mayor parte de las poblaciones del planeta, es uno de los orígenes de la barbarie actual. El productivismo capitalista nos conduce directos hacia un muro. Parece evidente que llegamos a los límites ecológicos del planeta: cambio climático, recalentamiento del planeta, vacas locas... Los decisores económicos y sus ejecutores políticos apuestan por el productivismo con el fin de incrementar los beneficios ¡son verdaderos criminales contra la naturaleza! ¡Corren el riesgo de hacer la Tierra inhabitable!

Europa ¿es más libertad?

Es más libertad para las transacciones financieras, incluyendo el blanqueo de dinero, para los capitales, para las mercancías, producidas de manera irracional cada vez más lejos de los lugares donde serán consumidas, lo que implica más contaminación para su transporte y enfrentar a los trabajadores unos contra otros poniéndoles en competencia. ¡Pero es siempre menos libertad para las poblaciones, para los grupos sociales y las clases dominadas! Es siempre menos derechos y espacios democráticos para organizarnos y llevar a cabo la lucha social. Los inmigrantes son los más duramente golpeados por las medidas liberticidas bajo las cuales se construye la Unión europea.

Por toda Europa, asistimos a una avalancha de sin papeles, a expulsiones forzosas que en la mayoría de los casos retornan a los inmigrantes a la opresión, a la miseria y a la muerte. Pero estas medidas afectan a las personas que viven en los países europeos. Los atentados a las libertades públicas e individuales son la norma. Las guerras sirven de pretexto para reforzar de forma continua las políticas de excepción, en una lógica de verdadera construcción de un poder discrecional del capital y de los aparatos estatales sobre la sociedad.

Frente a esta situación

- Reclamamos un amplio desarrollo de las libertades públicas y de los derechos fundamentales y en primer lugar de la libertad de circulación e instalación para todos, sin condición de nacionalidad.
- Reclamamos la abolición de las leyes xenófobas en toda Europa.
- Promovemos la solidaridad internacional concreta con todos los países de donde son originarias las poblaciones inmigrantes de los países europeos.

"Europa ¿es más prosperidad?"

¡Europa son decenas de millones de trabajadores cada vez más explotados, controlados, dominados y precarizados. Son millones de proletarios condenados a la pobreza por los salarios de miseria, millones de parados, de personas sin abrigo, sin alojamiento, sin cuidados médicos, sin asistencia, sin escolarización!

La prosperidad se reserva a una minúscula fracción de la población, los capitalistas industriales o financieros y sus guardias formadas por políticos, tecnócratas y expertos, los que especulan en bolsa, determinando "despidos bursátiles" y deslocalizaciones de empresas, los que se benefician de subvenciones y de regalos fiscales.

Por nuestra parte, rechazamos categóricamente la lógica capitalista de acumulación de las riquezas en las manos de una minoría.

a. Peleamos, al hilo de las demás luchas, para imponer una redistribución real de las riquezas y avanzar en la concretización del principio "a cada uno según sus necesidades, de cada uno según sus posibilidades".

b. Este reparto queremos que llegue hasta la autogestión de todos los medios de producción y de intercambio.

c. Desde ahora mismo, combatimos para ganar contra-poderes y la capacidad de ser alternativa frente al capital y los aparatos estatales. Seguiremos la lucha para extender y generalizar los derechos de los trabajadores y de todos los dominados hasta la expropiación de los patrones y sus accionistas y la destrucción de su poder sobre la sociedad.

"Europa ¿es la paz?"

Los países de la UE hacen parte de la OTAN que es el mayor factor de conflicto en el mundo. Estos países han participado activamente en la guerra de Irak, en la ex-Yugoslavia, y ahora mismo en Afganistán. Europa vende sus armas y entrena a militares y policías a las peores dictaduras del mundo.

Por ello reclamamos inmediatamente:

a. La reconversión de las industrias de armamento con fines civiles y de utilidad social.
b. El desmantelamiento de los ejércitos.
c. El asilo para los desertores del mundo entero para obligar a los poderes públicos a tomar medidas concretas de apoyo a las luchas de emancipación en el mundo y, hoy en día, especialmente las que llevan a cabo las mujeres demócratas y revolucionarias de Afganistán.

¿Europa "es seguridad?"

¡La seguridad, es para los inversores en Bolsa, para los que despiden a trabajadores y los políticos corruptos! ¡Pero Europa, es sobre todo inseguridad ecológica y alimentaria: mareas negras, catástrofes industriales, vacas locas, fiebre aftosa, OGMs (Organismos Modificados Genéticamente)!

Es igualmente la inseguridad policial. Los polis tienen todos los derechos, multiplican las identificaciones, las fichas policiales, las represiones y no se privan de controles por la cara, apoyados por leyes xenófobas. Europa son los disparos con bala real y los asesinatos en Gotemburgo o en Génova.

En fin, es la inseguridad social, con la institución del paro y la precariedad como norma, para acabar, por la vía de la miseria y el miedo, con toda veleidad de contestación y de lucha.

Para hacer retroceder esta inseguridad cotidiana, es necesario

- romper radicalmente con el productivismo capitalista
- imponer un derecho de control por todos, trabajadores, usuarios, consumidores de las producciones y su utilidad social.
- Construir luchando una igualdad que no sea sólo una palabra, una igualdad política pero igualmente económica y social.

"Europa, ¿es democracia?"

La Europa de los burócratas no tienen nada que decir sobre la presencia de gobiernos con ministros fascistas en Austria e Italia. No tiene para nada en cuenta los referéndum, en Dinamarca y más recientemente en Irlanda, contrarios a una construcción europea a favor de los empresarios. Simplemente, los ignora o los reemprende hasta que el resultado de los mismos convenga a los tecnócratas de Bruselas. El funcionamiento de Europa es antidemocrático, y es el resultado de una banda de tecnócratas al servicio exclusivo de las burguesías y de las multinacionales.

La población occidental, y en particular la europea, no podrá eternamente eludir la responsabilidad de las políticas puestas en práctica por sus respectivos gobiernos. En efecto, es por su nombre que la barbarie capitalista se ejecuta. La democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo. Los gobiernos, llamados democráticos, son elegidos sobre la base de programas propuestos a sus electores, sin que éstos deban rendir cuentas a nadie. La realidad muestra que la población no tiene ningún control y no determina las políticas desarrolladas por sus gobiernos. Así, en Génova, los responsables del G8 no podían entender las reivindicaciones de los 200.000 manifestantes, prefiriendo recurrir a la fuerza y asesinado a uno de los nuestros. Por el contrario, la comisión europea está sometida voluntariamente a las presiones de los lobbies de las multinacionales y consortes, agrupados en un edificio próximo a dicha comisión. Dicho de otro modo, 200.000 manifestantes no son "escuchables", pero l@s responsables políticos y burocráticos le prestan una gran oreja a los lobbies capitalistas. ¿Dónde está la democracia?

Rechazamos esta concepción de una democracia de mercado vacía, separada de la gente.

Queremos:

- democracia directa y autogestionaria
- un debate extensivo a todo aquello que afecta a nuestras vidas
- una organización de la sociedad verdaderamente federalista, que se apoye sobre una institución decidida desde la base, igualitaria en el acceso y en el ejercicio del poder, antijerárquica y antiburocrática.

"Europa es libertad de circulación"

Las políticas europeas se caracterizan por una desregularización cada vez más importante de las condiciones de trabajo. Se traduce por un desarrollo de la precariedad y de la miseria, una desaparición de los dispositivos sociales y una privatización de todo lo que puede ser rentable: sanidad, educación, transportes... Esta privatización del ente público viene acompañada de una nueva política que afecta a las poblaciones empobrecidas. Así, la gestión de la miseria hace cada vez más una llamada a las cárceles. El apartheid social es la culminación de esta evolución del capitalismo. Uno de los objetivos de la política europea (objetivo no exclusivamente europeo, sino que es compartido por todas las grandes potencias), es el de controlar a los pobres allá donde estén. Esto conduce a transformar a Europa en una verdadera fortaleza. Así, las políticas de inmigración son cada vez más coercitivas. El fin no es expulsar a tod@s los inmigrantes clandestinos de Europa. Esto es imposible por tres razones:

- falta de medios: cuántos aviones, barcos, harían falta para expulsar a todos los clandestin@s?
- problema político: si el Estado quiere expulsar a todos los clandestinos, tendría que organizar redadas gigantescas y abrir campos a gran escala. Los Estados Europeos no pueden arriesgarse frente a la protesta masiva que ello desencadenaría.
- problema económico: los clandestinos son una mano de obra sobre la que se puede fácilmente negociar y que hace presión, muy a pesar suyo, sobre el mercado de trabajo para desarrollar la precariedad.

La finalidad es disponer de una mano de obra que acepte las condiciones de trabajo más precarias y unos salarios de miseria. Sectores enteros de producción no serían rentables sin las condiciones de explotación de estas personas: construcción, restauración, hostelería, confección, agricultura.

A los pobres se les confina, igualmente, en ghettos situados en la periferia de las ciudades. La miseria en estos barrios aumenta. Así, para las personas enfrentadas a la miseria es cada vez más difícil habitar allí donde lo desearían. Muy a menudo, cuando una persona, víctima de la pobreza, quiere cambiar de región, se le responde que debe volver al lugar del que procede.

Esta política de gestión de la miseria necesita un dispositivo policial cada vez más importante. Los gobiernos, tanto de derechas como de izquierdas, son conscientes de que es imposible vigilar policialmente a unas poblaciones tan numerosas. Por eso, quieren transformar a cada ciudadano en policía de civil, encargado de vigilar y de denunciar todo aquel comportamiento desviado o incívico. ¡Así, el discurso sobre la tolerancia cero está en su apogeo!

La construcción europea, desde el punto de vista de los capitalistas, supone un desmembramiento del Estado a nivel económico y social, y un fortalecimiento de políticas autoritarias y de seguridad. En este contexto, los atentados del 11/09 son pan bendito para los decisores políticos: puesta en práctica, con la excusa de lucha antiterrorista, de todo un arsenal jurídico para reprimir a las poblaciones que viven en los ghettos y a las militantes y los militantes que luchan contra la globalización y/o el capitalismo. ¡Resistencia social, de Bruselas hasta Sevilla!

Estaremos en Bruselas para señalar nuestro rechazo a la Europa estatal y capitalista que los y las dirigentes de los países de la UE nos imponen. Bruselas retoma la llama de Niza y de Gotemburgo. Nuestra lucha por la justicia social, por un mundo libertario, igualitario y solidario continuará después de Bruselas. En junio del 2002 tendrá lugar la cumbre de clausura de la presidencia española en Sevilla.

Una gran Marcha de resistencias sociales va a propagar el fuego de nuestras iras, el grito de nuestras exigencias y de nuestras aspiraciones por otro mundo, de ciudad de ciudad, de Bruselas hasta Sevilla.

  • Marchar es avanzar, haciendo un mundo nuevo con cada paso.
  • Marchar es construir juntos una alternativa.
  • Marchar es iluminar nuestras luchas colectivas, en todas partes de nuestro recorrido. Es por esto que nuestras acciones y nuestras movilizaciones irán desde Bruselas a Sevilla, en una cadena de luchas sociales entre las dos metrópolis.
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