OBJETIVOS DE LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UNIÓN EUROPEA
Madrid, 31 de agosto de 2001

El Ministro de Asuntos Exteriores ha presentado un informe al Consejo de Ministros sobre los objetivos generales y las coordenadas de la próxima Presidencia española de la Unión Europea, que se desarrollará durante el primer semestre del año 2002, en la que será la tercera vez que corresponderá a España desempeñar la Presidencia de la UE desde su adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea.

En cuanto a los objetivos generales, el Ministro se refirió al ejercicio de continuidad que supone la Presidencia, en el sentido de que la construcción europea es un proceso abierto, por lo que España trabajará sobre lo realizado con anterioridad durante las otras dos Presidencias españolas y durante la precedente belga. Son objetivos de la Presidencia española la consolidación de los acuerdos que se han alcanzado en los distintos ámbitos; dar un impulso decisivo a las metas más ambiciosas que se ha propuesto la Unión y contribuir a la preparación de la próxima Conferencia Intergubernamental de 2004, que supondrá la renovación del proyecto europeo.

El momento dinámico en que se encuentra el proceso de construcción europea permite y exige imprimir a la Presidencia de 2002 el mismo carácter netamente europeísta que tuvieron los años 1989 y 1995. El método para hacer realidad los objetivos de la Presidencia puede resumirse en una palabra: eficacia. En este sentido es de destacar el intenso trabajo preparatorio que se viene realizando en los últimos meses, no sólo en el marco del Comité Organizador de la Presidencia, sino también en el seno de todos los Departamentos ministeriales, donde se han puesto en funcionamiento equipos ad hoc, y en las labores de coordinación con la Comisión Europea, el Consejo y las Presidencias sueca y belga.

En cuanto a las coordenadas en las que se desarrollará la Presidencia española, el Ministro ha señalado que no se trata de hacer una Presidencia a la carta, con un número reducido de prioridades fijadas de antemano, sino que se parte de la base de que todos los temas que estén en la agenda comunitaria tendrán que recibir un impulso decidido. En este sentido cabe destacar 12 coordenadas que vendrán a ser algo así como el bastidor sobre el que se tejerá el tapiz de la Presidencia:

  • Ampliación: Una prioridad política fundamental de la Presidencia española es contribuir a un avance decisivo de las negociaciones de ampliación, de acuerdo con los calendarios y principios acordados. España es totalmente solidaria con los anhelos de los países candidatos por integrarse lo antes posible en la UE.

  • Futuro de Europa: El proceso iniciado en Niza deberá recibir en Laeken una orientación fundamental para continuar su curso. La Presidencia española pondrá todo su empeño en desarrollar estas directrices y lanzar un debate abierto a nivel de la Unión para preparar la CIG 2004.

  • Un Euro con fortaleza: La Presidencia española, que lo será también del Eurogrupo, coincidirá con el desarrollo final de la tercera y definitiva fase de la Unión Económica y Monetaria, que culminará con la circulación física del euro como moneda de curso legal. La condición sine qua non para el éxito de esa tercera fase es que pueda desarrollarse en un marco de estabilidad y crecimiento económico.

  • Crecimiento equilibrado: La Presidencia española deberá, pues, impulsar la consolidación del modelo de Lisboa, tendente a la consolidación de la estabilidad macroeconómica, incluyendo las reformas estructurales, el impulso de los procesos de liberalización, la desregulación y el incremento de la competencia.

  • Pleno empleo: Conseguir el pleno empleo en el 2010 mediante un crecimiento equilibrado constituye una prioridad central. Además habrá que seguir avanzando en todo el conjunto de instrumentos relativos a la formación de los trabajadores, la adaptabilidad y la existencia de un entorno administrativo y fiscal favorable a la creación de nuevos puestos de trabajo por parte de las empresas.

  • Cohesión Social: La recuperación del empleo implica también mejorar su calidad, incluyendo la igualdad de oportunidades para ambos sexos y para discapacitados, así como los aspectos relacionados con la salud y la seguridad, con especial atención a la prolongación de la vida activa y a garantizar la sostenibilidad de nuestros sistemas de pensiones mediante su modernización.

  • Desarrollo Sostenible: La Estrategia de la Unión para el Desarrollo Sostenible parte del principio de tener en cuenta las repercusiones económicas, sociales y ambientales de todas las políticas de forma coordinada, a la hora de tomar decisiones. De acuerdo con las Conclusiones de Gotemburgo, el Consejo Europeo de Barcelona deberá evaluar la aplicación de dicha Estrategia sobre la base de una serie de indicadores que el Consejo deberá definir y en función del Informe de Síntesis anual que presentará la Comisión. Asimismo, habrá que acordar la posición común de la UE de cara a la cumbre mundial que se celebrará en Johannesburgo en agosto de 2002.

  • Al servicio del ciudadano: La economía, además de crecer, debe estar inspirada en y orientada hacia el servicio al ciudadano. La Unión tiene importantes responsabilidades y hay que aprovechar al máximo las potencialidades de la actuación conjunta, en campos como la nueva educación en la sociedad de la información, el medio ambiente globalizado, la seguridad alimentaria, y un sistema de comunicaciones y de transportes eficaz y también seguro.

  • Más Europa en el mundo: El protagonismo de la Unión Europea en el mundo es hoy innegable. La Comunidad tiene intereses globales que no sólo se limitan a los tradicionales campos en donde existen competencias comunitarias, como el comercio, el medio ambiente, la cooperación al desarrollo, etc. Partiendo de un esquema de cooperación estrictamente intergubernamental en política exterior, se está consolidando una política común que hace más visible a la Unión Europea e imprime más eficacia a la defensa de sus principios e intereses.

  • Defensa común: La Presidencia española seguirá insistiendo tanto en el fortalecimiento del papel político de la Unión Europea en el mundo, para ponerlo cada vez más a la altura de su gran peso económico, como en el desarrollo de una verdadera política europea de seguridad y defensa, reforzada y, a la vez, compatible con la especificidad del vínculo trasatlántico.

  • Seguridad y Libertad: La entrada en vigor del Tratado de Amsterdam y la celebración del Consejo Europeo extraordinario de Tampere dieron un impulso de gran envergadura a la construcción europea en materia de Justicia e Interior, cuyo objetivo es la creación de un espacio europeo de libertad, seguridad y justicia que haga frente a retos comunes como la inmigración o la criminalidad organizada y transfronteriza.

  • Espacio Europeo de Justicia: El papel desempeñado por España en la convocatoria y los resultados del Consejo de Tampere deberá tener adecuada continuidad durante nuestra Presidencia, que deberá trabajar de manera particularmente intensa para dejar encauzado de forma definitiva el espacio único que la UE se ha comprometido a terminar en 2004.

    El Ministro ha informado finalmente sobre los principales puntos de la Agenda europea durante la Presidencia española en los distintos ámbitos concretos de actuación de la UE, así como sobre las principales reuniones que tendrán lugar durante el semestre de la Presidencia.


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