MANIFIESTO
FORO CONTRA LA SEGUNDA CONQUISTA
Del 16 al 19 de Octubre, se celebrará en Valladolid, el II Congreso Internacional de la Lengua Española bajo el lema general de "El español en la sociedad de la informacíón'. Estará presidido por Juan Carlos I, Vicente Fox (Presidente de México) y de la Rua (Presidente de Argentina).

Los temas que tratará van desde la industria del español, o la edición, la televisión y la radio en español hasta el español en internet. Muchos de los ponentes e invitados están vinculados a empresas de telecomunicaciones y grupos editoriales que dominan los medios de comunicación. Sus promotres y patrocinadores son multinacionales españolas con fuerte presencia en América Latina, como Telefónica e Iberia. Nos encontramos, por tanto, ante un acto institucional que no es meramente cultural, si no que tiene un marcado contenido económico-comercial: su objetivo es lograr que el español sea un idioma homogeneizador que garantice la penetración económica y cultural de España en América Latina y en el mundo.

Recientes aún las palabras que Juan Carlos I pronunció, en las que afirmaba que el español nunca fue una lengua de imposición, se observa, no sin preocupación, la falta de atención hacía un hecho de verdadera importancia: la relación del español y su cultura con las lenguas y culturas indígenas de América Latina. Estos pueblos y culturas siguen sobreviviendo y desarrollándose a pesar de más de 500 años de vejaciones, explotación y exterminio a los que se vieron sometidos por el Imperio Español. Es nuestra obligación histórica el darles a ellos la palabra, frente a un congreso que pretende fortalecer el español como el idioma que olvida su pasado y su presente de imposición.

Manteniendo esa "tradición" imperial, los sucesivos gobiernos españoles, y en especial el actual gobierno del PP, llevan años haciendo realidad el principio de que América Latina es "un objetivo político, económico y empresarial legítimo para los españoles". Esto está suponiendo en la actualidad que Telefónica o Iberduero cobran tarifas abusivas a los pueblos indígenas desde Río Grande a Tierra de Fuego; que Repsol e Iberdrola monopolizan los sectores energéticos de muchos países y somete a sus ricas reservas naturales a una imparable degradación ecológica; que el BSCH y el BBVA se atreven en esas tierras a imponer una política financiera que en Europa les valdría una condena por monopolio, concentración de poder y prácticas abusivas; y que Iberia compra a dos reales líneas aéreas nacionales para descapitalizarlas y quedarse con las rutas.

Esto es lo que significa la globalización del capital: imponer a los pueblos y naciones de todo el mundo su lógica de saqueo disfrazado de "libre comercio". Es decir: libertad absoluta para las inversiones y los capitales especulativos mientras se somete a millones de migrantes a toda clase de controles y vejaciones, se privatizan los servicios públicos más básicos, se retrocede en conquistas sociales, se perpetua la discriminación y la violencia contra las mujeres, se incrementa la exclusión social de los marginados. Pero esta libertad es monopolio de las multinacionales del mundo desarrollado, fortalecida mediante organismos internacionales como la Organización Mundial de Comercio que hacen nulo el derecho de los pueblos a decidir soberanamente sus proyectos de desarrollo. Esta es, en fin, su lógica: la globalización de la miseria, de las injusticias y de las desigualdades, que siembra en todas partes verdaderos desastres sociales, destrucción ambiental y hambre.

Sin embargo, desde el levantamiento indígena zapatista hasta las recientes movilizaciones de Génova, pasando por la histórica marcha de Seattle, el levantamiento indígena y popular en Ecuador, la lucha de los Sin Tierra en Brasil, las marchas contra el desempleo en Europa, la Marcha Mundial de las Mujeres y las sucesivas movilizaciones en cada una de las citas de los poderosos en Washington, Windsor, Gotenburg y Quebec, así como la realización del Foro Social Mundial de Porto Alegre, vienen mostrando que la resistencia popular a este modelo neoliberal viene creciendo inconteniblemente a escala mundial, evidenciando que ellos pueden tener todavía el poder y el dinero, pero están perdiendo ya la batalla de la legitimidad.

Por todo esto, se constituye en Valladolid, en un fraternal esfuerzo de unión de ideas y sensibilidades diversas, de organizaciones sociales, vecinales, estudiantiles y sindicales, de partidos políticos y ONGs, el FORO CONTRA LA SEGUNDA CONQUISTA, con el que pretendemos:

· Manifestar nuestra oposición al uso del español como un idioma de la globalización del capital en Latinoamérica y en el mundo,

· Apostar por la igualdad social y en contra de la explotación económica ejercida por el capitalismo global, que somete a los trabajadores de todo el mundo a la precaridad y priva a más del 75% de la población mundial de las mínimas posibilidades para su propio desarrollo social y cultural.

· Dar a conocer las diferentes identidades lingüístico-culturales de América Latina, que a lo largo de la historia se han visto enfrentadas a la imposición del español, permitiendo que esas identidades se expresen como contrapunto al discurso oficial del congreso.

· Apoyar a la organización internacional "Vía Campesina", en su proclamación del 16 de octubre como DÍA INTERNACIONAL POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA, vinculando esta reivindicación con la realidad cotidiana de los pueblos indígenas, que son mayoritariamente campesinos.

· Reunirnos e intercambiar opiniones y experiencias en torno a la idea de que la resistencia frente a la globalización neoliberal tiene un sustrato cultural, bastante diferente y mucho más rico y vivo de lo que los grandes señores del poder pretenden hacemos creer.

· Y encontramos alrededor de la idea de que la diferencia genera riqueza y vida, y que es posible un mundo en el que quepan muchos mundos. Y que es posible ya hoy.


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