ACTA y CONLUSIONES
del AREA de FEMINISMO
(Orcasitas 8-9 Septiembre 2001)
En la reunión participamos personas pertenecientes a once colectivos, que mantuvimos un debate sobre diversos aspectos de la intervención feminista en la próxima campaña.

No hubo demasiado tiempo para profundizar en muchos aspectos, por lo que las reflexiones que se comentan son el inicio de un proceso abierto que se irá enriqueciendo con el debate de los colectivos que participaron y de aquellos que se quieran sumar en adelante.

A continuación se señalan las ideas que suscitaron mayor acuerdo e interés:

  • Necesidad de que el movimiento antiglobalización asuma como algo esencial los planteamientos feministas, tanto en su discurso como en su práctica.

    Se consideraba que esta perspectiva debía estar presente en todas las áreas temáticas de forma trasversal y que la necesidad de un área específica era un síntoma de las deficiencias en este sentido. Incluso se llegó a barajar la posibilidad de disolvernos en el resto de áreas temáticas, pero mayoritariamente se opinaba que las condiciones actuales requerían de un grupo que se planteara el feminismo como eje central de actuación. En cualquier caso quedaba abierto para más adelante el debate de cómo confluir con el resto de las áreas.

    De estas primeras ideas también se deducía la necesidad de que nuestro trabajo debía orientarse no sólo hacia el mundo "exterior", sino también hacia el propio movimiento.

  • La campaña debe vincular el trabajo y la lucha local con la globalización. Se veía imprescindible investigar cómo afectaba la globalización, en este caso el proceso de la Unión Europea, a la vida cotidiana de las mujeres que vivimos en el Estado Español. Esto no sólo nos ayudaría a comprender mejor lo que está pasando, sino también a que mucha gente pudiera aproximarse a esta campaña.

    Se quedó en que cada colectivo se planteara qué tenía que ver su trabajo local con la globalización o cómo podían implicarse en esta lucha desde su experiencia y sus posibilidades concretas. Esta misma pregunta debería ampliarse a aquellos grupos con los que cada quien mantenemos contactos. Las respuestas desde los colectivos nos permitirían ir marcando objetivos más concretos, tanto de debate como de intervención. Se iniciaba así un proceso de confluencia que debería llevarnos a un discurso y unas propuestas compartidas de cara a la campaña.

    Esta forma de trabajo facilitaría tejer una red desde abajo en la que tendrían cabida grupos de todos los tamaños y con experiencias muy diversas. La campaña no debe caer sobre los colectivos como una losa, como una tarea que viene de fuera y que, de asumirla, puede acabar con las actividades que se intentan sacar adelante. Al contrario, la campaña debe servir para potenciar el trabajo local y la colaboración, para que dentro de diez meses no sólo hayamos hecho una buena campaña, sino que se hayan fortalecido los grupos y los movimientos sociales.

  • Deben traducirse las ideas a lenguaje de la "calle". Se insistía en que habitualmente utilizábamos expresiones "especializadas" que desde luego no ayudaban a que nuestras ideas fueran comprensibles. También se dio mucha importancia a la creatividad y a la utilización de formas de comunicación más imaginativas.
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