Alcira Fidalgo Pizarro, Jujuy, 1949. Poetisa.
Asesinada por el nazismo argentino el día 4 de diciembre del año 1977.

Entre estas dos líneas pasó su sonrisa, su increíble valentía y su necesidad de crear. Pasó la belleza de sus versos, de su vida con los padres que supieron quererla y alentarla, sus visitas al monte, sus tempranísimas inquietudes literarias y pictóricas, su admiración por la música su asistencia a las reuniones de estudiantes reivindicativos, su militancia revolucionaria, su ser mujer de un siglo aun no llegado, su entereza ante la tortura y su digna respuesta contes-taria al terror de los nazis en Argentina. Dejó su semilla que no cesa.

El libro: OFICIO DE AURORA - colección de poesía Todos Bailan, dirigida por José Luis Mangieri - Edición de Reynaldo Castro - Libros de Tierra Firme 2002 - Tapa de Víctor Montoya sobre un dibujo de Alcira Fidalgo Pizarro.

La fuente de este brevísimo recuerdo surgen de la introducción que hace Reynaldo Castro (RC) en el libro, recopilando los recuerdos y los papeles que Nélida ha defendido y propagado sin duda, con tenacidad y firmeza, con amor y paciencia, como hace todas sus cosas; agrupando ordenadamente las palabras de Andrés, su padre, un sereno y empecinado valedor de causas perdidas desde su abogacía defensora de trabajadores en permanente liti-gio, de guerrilleros abandonados a su vanguardia, constructor de éticas personales y delica-das desde las perennes columnas de sus versos; recogiendo las confidencias de su querida hermana Estela, de sus amigos y compañeros. Y de mis recuerdos. Nació un 8 de septiembre en Buenos Aires, por accidente según Andrés y al año co-menzó a ser jujeña. Como argentinos de época, alquilaban una casa sin luz, pero en el año 56 consiguen su propiedad en Aráoz 642 en el barrio de Ciudad de Nieva. Mirando hacia allí desde la plaza Belgrano, al fondo se encienden los picos de la precordillera, blancos y silentes dedos de la estrellada inmensidad del sur. RC nos dice: "Un texto poético es impor-tante -independientemente de los temas que trata- cuando tiene fundamentos formales (au-tocrítica, reflexión sobre el lenguaje y rebeldía hasta frente al hecho de ser poesía) que lo trascienden. Los poemas que integran este libro tienen esos fundamentos." Antes de colo-carnos allí, leamos a la Alcira evocativa:
"En casa fuimos dos: Estela y yo. A nosotros no nos importaba la vida psicológica, los esquemas mentales ni los psiquíatras. Nuestro mudo era diferente; vivíamos en una ca-sa que nos brindaba la oportunidad de jugar tanto a las muñecas como a los indios o a Ro-binson Crusoe. Nos escondíamos entre las plantas (que mamá cuidada) y con ganas de convertirnos en pequeños salvajes. Un día operábamos de alguna enfermedad absurda a la muñeca rubia de loza; otro, vendíamos lechuga y tomates imaginarios.
Colgadas de las ramas de un árbol, nos sentíamos pequeños Livingstone, aisladas gustosa-mente." Como el tiempo no pasa en vano y lo que está más allá de nuestra piel y de nuestras pupilas tiene otros infinitos estímulos, Alcira escribía a poco:
"Pero no sólo jugábamos en casa, la calle tenía una atracción especial...allí esta-ban los chicos vecinos (¡los changos!); "..."Leía otros libros: Mujercitas de Luisa May Al-cott y seguía siendo el personaje central: Jo. Yo era igual a ella o mejor aún :ella era igual a mí. Así me fui convirtiendo en caudillo de las otras chicas. Dirigía, organizaba, creaba y -lo más importante- peleábamos contra los varones."
Tenía unos once años. Estela a dos años se hizo pequeña. Reynaldo escribe: "Más adelante, Alcira delimita bien su territorio, su condición de género, su liderazgo." Ella escribía:
"Un club de chicas se organizaba secretamente. Yo era la presidenta. Aunque exis-tía la secretaria, yo redactaba las actas de las reuniones, imprimía el periódico, lo vendía, recolectaba fondos, cobraba cuotas...yo, yo, yo." ... "Pero también los varones estaban or-ganizados y ellos tenían su caudillo: Negro."... "Después de un tiempo, nos cansamos y decidimos unirnos. Las chicas nos plegábamos a los varones. Era una especie de rendición y yo no podía aceptar ser sólo una socia más. Impuse condiciones. Si era la capitana de las chicas, lógicamente , lógicamente tenía que seguir siéndolo. Pasé a ser subcapitana del club "Halcones de Oro". A pesar de estar en segundo lugar, dirigía y organizaba tanto -o más- que el mismo capitán."
RC agrega: "El periódico al que hace referencia se llamó Barcos en el Horizonte, estaba hecho íntegramente a mano, o sea que cada número era ejemplar único; los dos que duró aparecieron en enero y febrero del 1960. Debajo del nombre aparecía la siguiente leyenda ("lema"): "Nos acercamos a la playa de la amistad y el cariño".
El tiempo, el espacio y la velocidad. A uno le llevó hasta una genialidad.. Al ser una tarea extraescolar, Alcira no podía hacer muchas copias del suyo, ¡en aquellos tiempos de papel carbón! Pero sus urgencias expresivas le hacían escribir lo que sigue:
" Nos vemos en la necesidad de editar un diario mensual, en el que podamos publi-car nuestras ideas, nuestras esperanzas y afanes. Hemos fundado un pequeño club, que se-rá únicamente social y cultural. El club deportivo es el ya existente, formado por varones y otras chicas (o señoritas) no pertenecientes al nuestro. Tenemos el propósito de presentar funciones teatrales, de títeres y, si es posible, de cine."
Es en 1964 que nos encontramos en la Federación de Estudiantes Secundarios, na-cida al motivo de un bono transporte para el estudiantado, "entendiendo que la mayoría ca-recía de recursos suficientes". Y los presupuestos y la modernización de los programas. Y el intercambio de alumnos, del valle a la montaña y de vuelta. De cada escuela venían dos delegados, elegidos por la Asamblea de Delegados de cada curso. Integraban la Comisión Directiva Provincial que se reunía mensualmente. Alcira, como era de esperar, acudió por su Escuela Normal de Maestras. En seguida acercó iniciativas y trabajos. Propuso un pro-grama radial de entrevistas semanales de la FES a los intelectuales y científicos de la pro-vincia. Mantiene entrevistas semanales con los más conocidos escritores del momento. En las reuniones, cuando las opiniones se iban y venían como revoltijo en el gallinero, espera-ba la pausa y más de una vez, sonriente, opinaba zanjando cuestiones, llevando las cosas al cauce civilizado. Asistió a las concentraciones, en las cuales los estudiantes organizados in-formaban a los jujeños.
Tenía una admiración, extraña para el resto de compañeros, que la fascinaba por la naturaleza. Contaba sus excursiones a la Ciénaga, a Yala, al monte y describía los insectos y las flores que había visto y observado. Posiblemente en esto, influenciada por su hermana Estela, hoy médica. Donde nosotros encontrábamos maleza verde y obstáculos a salvar, ella descubría una infinidad de detalles que nos hablaban sin saberlo entonces, del hombre de Neanderthal y del de Cromagnon, de la increíble Atapuerca de hoy.

Reynaldo dice: "Los setenta son años calientes para la militancia revolucinaria. Para Alcira son también los años del amor. Se casó en San Salvador de Jujuy el 17 de febrero de 1970 con Tulio Valenzuela, quién, pocos años después sería un oficial de alto rango de la organización Montoneros."
Alcira y Tulio dejaron sus estudios y ambos se instalaron en una modesta casa del Bajo San Martín. Su militancia revolucionaria concitó la atención de "extraños" que se me tieron en su casa y lo revolvieron todo. Deciden irse a Salta. RC escribe: ..."Nélida alcanza a verlos en la terminal de ómnibus y recibe por toda explicación un lacónico: "Nos tenemos que ir".
"En la provincia vecina, Tulio forma parte de un grupo armado que intenta copar una intendencia. Es detenido y, posteriormente, torturado por un comisario de la Policía Provincial que le deja un brazo afectado." "Luego de la detención de su marido, los pasos de Alcira se hacen cada vez más precavidos. Abandona Salta. El contacto familiar se reduce a llamadas telefónicas desde teléfonos públicos y a cartas esporádicas que tienen un recorrido triangular."
"El matrimonio Valenzuela (- Fidalgo) empieza a hacer agua. Los primeros proble-mas empezaron cuando discutieron el tema de tener hijos. Para Tulio esa posibilidad era prácticamente imposible: la vida que llevaban era demasiada arriesgada. Su mujer com-prendía perfectamente el planteo; pero la maternidad era un impulso demasiado fuerte que, al no concretarse, la dejaba con un gran vacío. En casi todos sus dibujos se pueden ver hue-llas de ese impulso."
Las Tres A actuaban hasta ese momento como grupos paramilitares, en el 73 empie-zan a hacer públicas sus listas de "condenados a muerte". Una marcha minera desde Mina Aguilar a la capital, -casi 300 kms.- se enfrenta a la Gendarmería Nacional (Guardia Civil ) y muere un obrero y otros siete quedan heridos de bala. En esos tiempos, Andrés defendía a todo aquel que tuviese problemas con el poder. La creciente represión encuentra a Alcira en San Salvador, en octubre del 74, momento en el cual detenien a su padre y lo ponen a dispo sición del Poder Ejecutivo Nacional. Recupera la libertad en abril del 75. Alcira debe com-partir la tarea de revisar las galeradas de "Panorama de la Literatura Jujeña", de Andrés. Volvió a San Salvador en febrero del 76 y se quedó hasta mediados de marzo. Un día mi-rando por la ventana del estudio jurídico le dijo a su madre, según relata RC:
" - Mamá, tengo la impresión de que el estudio está vigilado."
Andrés en su libro "Jujuy, 1966 / 1983" detalla, según RC:
"Allanamiento (...) dirigido por el comisario (Ernesto) Jaig con personal subalterno, todos con armas varias. Levantan documentación profesional y nos llevan detenidos, a Nélida y a mí, a la Central de Policía de la provincia. La misma noche se hacen presentes casi todos los integrantes de la Comisión Directiva del Colegio de Abogados para verificar si estába-mos allí y en qué condiciones. En esa oportunidad nos "exhibieron" sin permitirnos hablar, previniendo que estábamos incomunicados. Al salir en libertad en abril del año siguiente, recién supe que momentos después de esa visita (ya medianoche),Jaig había sacado a Né-lida para un allanamiento de nuestro domicilio de donde se llevaron distintos efectos, nada vinculado con la "subversión" o similares."
"Nélida sale en libertad el 18 de marzo. Cuando llega a su casa se encuentra con una carta de Alcira, el matasello tenía la misma fecha del allanamiento. Ella no estaba al tanto de las detenciones, el mensaje era más que premonitorio: "Las cosas se están poniendo bra-vas, vendan todo y salgan de Jujuy. Ustedes no saben las cosas que están pasando."
Una familia en el vendaval. Mujeres de granito y sal, hombres de epopeya y marcha.
Al pie de los Andes, en el corazón de la hermosa América del Sur. Al sur de la miseria que se nombra Bolivia y nos contagia. Sembrando rebelión y lucha. Contra el nazismo y por el hombre. Otra vez con el ceño fruncido y la musculatura tensa contra la opresión y la barba-rie. Oficiantes de aurora.
Reynaldo:
"Alcira había trabajado en el estudio de Roberto Sinigaglia",...quién "fue secuestra-do el 12 de mayo de 1976 por un grupo paramilitar." Alcira comenzó las gestiones por su liberación e intentaba enviar un documento a Amnistía Internacional procedente de la Fede-ración de Colegios de Abogados. Renaldo:
"Unos días después, a las diez de la noche, está bien vestida y sentada en una confi-tería. Se tenía que encontrar con alguien que haría de correo. Sin embargo, no llegó a cum-plir su objetivo: un operativo policial irrumpió en el ugar. Pidieron documentos de identifi-cación. Cuando un uniformado lee su nombre, le solicita la cartera donde estaba el docu-mento que pedía por el abogado secuestrado."
"- Me vas a acompañar."
Andrés había sido trasladado a Tucumán y Nélida en Ciudad de Nieva se aprestaba a llevarle ropa limpia, perfumada con Old Spice, perfume perdurable que "...le daba seguri-dad recibir la muda usada por su marido porque podía sentir el olor y de esa manera, saber que estaba vivo (eso, se decía, era mucho para los tiempos que corrían)." , cuando sonó el teléfono. Reynaldo:
"- ¿Habla la mamá del ángel? Se ha descompuesto, ha venido la ambulancia. Hay que actuar urgente."
"Cuando colgó el teléfono, la mujer no sabía qué hacer ni a quién llamar. Todos los miedos que tenía por su marido ahora se multiplicaban dolorosamente."...
"Desde que la detuvieron Alcira estubo atada, vendada (los ojos) y tirada en el piso de una celda. La interrogaban todos los días."
Hay tantos detalles y prioridades, tantas decisiones que tomar en medio del venda-val. Nélida se queda en casa y prepara otro viaje a Tucumán. Esta vez acepta otros concejos y decide quedarse en un hotelito barato, no para dormir, que los ojos se le quedaban abier-tos en la incertidumbre y el dolor. Sólo el cante andaluz ha hecho canto del Ayy del pueblo en lucha. Recio como el deseo de victoria. Desde San Salvador una amiga la llama. RC:
" - Dormí tranquila. Está con sus tías en Buenos Aires."
"La recuperación de la libertad tampoco fue un acto generoso. El sábado a la noche, la descargaron en la calle Pringles y la pusieron contra un árbol. Alcira pensó que ahí la ma taban. Le dijeron que no se moviera por lo menos en una hora. El auto no arrancaba, ella no lo soportaba. Cuando arrancó, no pudo evitar que se le doblaran las piernas y se largó a llo-rar. Como pudo se sacó la venda, al comienzo no pudo ver nada; por suerte llegó un mucha-cho que venía de comprar una Coca Cola, le preguntó si estaba descompuesta y paró un au-to:"
"- ¿Quiere que la lleve a la policía?"
"- ¡¡¡No!!! Lléveme a la casa de mis tías, por favor."
"(Después de este episodio, ella dejó de militar.)"

El sábado 19 de marzo de 1977 Nélida regresaba de la calle a su casa. Encontró a Vicenta, la señora que le ayudaba en la limpieza y junto a ella a una vecina. Las dos la abraza-ron y medio se asustó por un no sé qué, falta de costumbre últimamente sería, pero recibió una noticia buena. Alcira había llamado diciendo que en la última lista de liberados por el Poder Ejecutivo Nacional figuraba el nombre de Andrés. Sin embargo no sale hasta el 13 de abril. Reynaldo:
"...Dos días después el matrimonio Fidalgo va a saludar a monseñor Miguel Medina que se había preocupado durante la detención. El obispo, al ver a Andrés, no pudo ocultar su sorpresa:"
"-¡¡¡Carajo!!!...¿todavía estás aquí?"
"Luego, cuando se repuso, les dijo que mucha gente que estuvo sentada en las mis-mas sillas que ellos ocupaban "ya no estaban más."
"El 19 de abril se inauguraba el aeropuerto "El Cadillal". Había mucha gente para los actos oficiales. Sin embargo, casi nadie reparó que el matrimonio Fidalgo empezaba su doloroso destierro."
Se instalan en Mar del Plata mientras Alcira sigue en Buenos Aires, trabajando para una petrolera. Estela sigue en Córdoba ya con dos hijos. RC:..."Los dos poetas de la familia tenían un proyecto común y se reunían con varios escritores para preparar una obra de tea-tro." Sobre poemas de Carlos Alberto Débole a Tupac Amaru. Todos eran conscientes del peligro que entrañaba disentir de la dictadura nazi. Madre e hija inician los trámites para obtener el pasaporte. Alcira no puede iniciarlos poruqe no tiene DNI, retenido por la dicta-dura. Un operativo de secuestro de abogados en Mar del Plata suma a Andrés en las tareas del exilio, hasta ese momento reticente. El destino será Venezuela, donde reside un herma-no de él. Reynaldo:
"A las cinco de la mañana, segundos antes de embarcar, Nélida estaba desesperada: no había podido ver a Alcira. Luego supo que ella decidió quedarse a cuidar a Estela, a quién los nervios le habían jugado una mala pasada y se había descompuesto. Desde el avión empezó a escribir cartas a las dos."(...) Era un 20 de noviembre.
"El 4 de diciembre, durante las primeras horas de la tarde, en la entrada de un cine de la calle Lavalle, fue secuestrada por Alfredo Astiz"...y un grupo de delincuentes.
"Desde el día que la detienen hasta febrero del 1978, fue vista en la Escuela de la Armada (ESMA). En ningúin momento se dejó abatir"..."es más: por su constante aguante, sus compañeros de cautiverio la llamaban la "Biónica".
"Alcira se las arregló para seguir escribiendo (esos poemas, lamentablemente, no fueron recuperados) y para hacer artesanías con miga que después teñía con el polvo raspado de la pared de la sala denominada Capucha."(...)
(...)"Rodolfo Walsh, en su memorable carta abierta a la Junta Militar, denunció: "(...) han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no exis te, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley respetada aun en las cumbres represivas de anteriores dictaduras (...) La falta de límite en el tiempo ha si-do complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxi-liares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos."
"El precio de ser coherente con un ideal revolucionario, Alcira lo pagó con su vida. Un costo demasiado caro. Cuando se pierde su rastro definitivamente, ella recién tenía 28 años. Era demasiado joven para afirmar que "La patria es un dolor que aún me sangra en las espaldas."
Lo más hermoso, que estás aquí Alcira, que te queremos y que otros sabrán de ti. Son los de ahora tiempos difíciles, los nazis salen a matar. Brasil está de turno. No olvidar y seguir es la consigna.
Carlos Ernesto Banda Mondada.

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