!foto25 copia.jpg (29945 bytes) s4.jpg (63507 bytes)

Presentación en el Circulo de Bellas Artes del libro "El POUM en la historia. Andreu Nin y la revolución española" de Wilebaldo Solano, editado por la Fundación Andreu Nin, en su colección "Los libros de la Catarata".

Este acto, poco anunciado pero numeroso de asistencia, está inmerso dentro de los más de 120 que se están haciendo en el resto de Europa (Francia e Italia, indicó Solano), con la presentación de esta interesante obra en la que se recupera parte de la historia del socialismo marxista revolucionario, gracias a la apertura de archivos en la extinta URSS, y en otros países como Inglaterra, Francia, Estados Unidos, y además la constatación de que todo lo que se suponía que había sucedido, con la figura más importante del marxismo español, Andreu Nin, era verdad. Y ahora, con la denuncia de los traidores al Socialismo y a la Revolución, no sólo se recupera la dignidad que quisieron quitar con la ignominia, la falsedad y el crimen, sino también, y esto quizá sea lo más importante, el camino a seguir sobre todo por las generaciones que no lo vivimos, de no fiarnos de las consignas de los "aparatos" de los partidos, por muy democráticos que sean, sino como muy bien expuso Wilebaldo, teniendo por norma y axioma, un solo principio. Y este principio es alejarse de todo lo que huela a explotación del hombre por el hombre, como hizo Nin; y denunciarlo, como hizo Nin; y luchar contra ello, como hizo Nin; venga del capitalismo neoliberal o de la paranoia estalinista y sus encubridores. Esto precisamente es lo que, en definitiva, le costó la vida. El "padrecito" Stalin no pudo perdonar a los que hicieron la Revolución y en dignidad y talento valían más que él. Y los testigos de aquello, que vieron como iba eliminando a todos los héroes del proletariado, y lo denunciaron, como hizo Nin en "La Batalla", periódico del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), y cuya importancia es manifiesta, por el valor demostrado con la denuncia en el momento histórico que se produjo, cuando estaban ocurriendo los procesos de Moscú, cuando se estaban fusilando revolucionarios, por la nación "madre" de la Revolución, con mayúsculas.

Comprendemos, como expuso Wilebaldo, que fuera muy difícil creer por los militantes de los partidos comunistas adscritos a la 3ª Internacional, dominada por Stalin, que la denuncia de Nin y otros, fuera verdad. ¿Cómo iba a fusilar Stalin a los que hicieron la Revolución si no hubiera indicios de culpabilidad? Poco se imaginaban que "la hidra de siete cabezas" engulliría a sus hijos con la paranoia de un Zeus. Pero lo que ya no es de recibo, interpretando las palabras de Wilebaldo, es que cuando ya, por fin, se ha conocido con pelos y señales los nombres, los seudónimos, las nacionalidades, los hechos en suma, de lo que sucedió en Moscú, de lo que sucedió en Barcelona, en Alcalá de Henares, no se haya realizado ningún intento de autocrítica de forma institucional y clara.

Ensalzar la figura de Nin no es necesario, su testimonio es suficiente. Aclarar lo que fue el POUM, contra la difamación estalinista, contra los disparates históricos, es otra forma de devolver el lugar histórico en el que  debe estar.

En síntesis, estas fueron las palabras de Wilebaldo Solano, que con su voz fuerte, con autoridad, y su cabeza prodigiosa para el análisis, nos dejó a todos los que asistimos, profundamente impresionados.

Aparte de las intervenciones de Juan Manuel Vera, que ha sido el principal colaborador en la edición del libro, recopilando todas las notas, como presentador del acto, Jaime Pastor,  y Angel Luis Encinas, historiador,   se proyectó la película Operación Nikolai, en catalán, que sólo se ha emitido por una de las cadenas de televisión catalanas, TV3,   ignorando el resto de televisiones este documento histórico que trata de la investigación, en Moscú, sobre la persecución y asesinato de Andreu Nin. También intervienen en este film, aparte de Wilebaldo, historiadores como Pelai Pagés, Gabriel Jackson, Victor Alba, Antonov Oisenko, familiares de Nin como su hija, Nora, funcionarios Rusos, miembros de la policía especial, y dirigentes de varios partidos y asociaciones, POUM, CNT, PCE, etc. La película, como documento, y como producción cinematográfica es un acierto, y es lastimoso que el oportunismo electoral impida su difusión, que por otro lado no pretende la acusación de nadie en este momento histórico del último año del siglo XX, sino de la aclaración de los hechos históricos de la República, la Revolución y la Guerra Civil, que a sus 60 años de finalizada, todavía no han salido con la profusión debida a la luz pública.

Desde AGE (Archivo Guerra y Exilio), aplaudimos, instamos y con toda dignidad, ¿por qué no?, exigimos, que todo el Archivo Histórico salga a la luz, cuanto antes, ahora que tenemos la oportunidad de hablar con los testigos, (pocos ya, menos cada vez, por desgracia) de cotejar hechos, y de superar errores. Este deseo, que quedó claro ayer en las palabras de Wilebaldo, es también nuestro deseo, y que se aleje la mentira histórica y que la verdad, tan difícil en política en todos los tiempos, al menos resplandezca en nuestros libros de Historia.

Antonio Cruz González por AGE.

Madrid, 20 enero de 2000.