Diego Martínez Barrio fue enterrado en Sevilla.

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Foto: P. Cazalla, El País 16 enero de 2000.

 

Sesenta y un años después del exilio obligado y treinta y ocho después de su muerte fuera de España, regresan los restos al cementerio de S. Fernando en Sevilla, donde él deseó siempre estar. Presidente de la República Española en el exilio, fue inhumado bajo los acordes del himno de Riego, con una nutrida presencia de público que acompañó a este sevillano insigne en su último viaje. Gracias a los esfuerzos de los Abogados Progresistas de Sevilla, así como a las instituciones autonómicas, provinciales y locales, se ha podido realizar este deseo.

Nuestra Secretaria General, Dolores Cabra, indicó en este evento, que "en cada pueblo de España hay un niño de la guerra, un exilado". Nuestra Asociación AGE con presencia en 17 países lucha porque todos los exiliados tengan el reconocimiento que merecen y se cierren heridas de lo que nunca debió ser. Muchos ilustres sevillanos murieron fuera de su país, Antonio Machado, Luis Cernuda, Luis Blas Infante (hijo de Blas Infante), José Díaz, y también un sinfín de desconocidos que lucharon por la República y la legalidad republicana.

Entre los familiares asistió una sobrina del lider republicano, Luisa Fernández de la Cruz, depositaria del importante legado político. Sánchez Monteseirín, alcalde de Sevilla, rindió también homenaje a Horacio Hermoso, último alcalde republicano de Sevilla fusilado por Queipo de Llano en el 1936. También murieron fusilados más de la mitad de los concejales de Unión Republicana, el partido de Martínez Barrio, incluído el doctor José M. Puelles de los Santos, este último entre el pillaje y la requisitoria que hicieron de su patrimonio, perdiendo además de la vida, los cuadros de Picasso y Valdés Leal que tenía en su domicilio.

(Resumen de Agencias, El Diario de Sevilla, El País y testigos del acto)