JORNADAS sobre la GUERRILLA y la       RESISTENCIA

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Asistentes a la reunión de combatientes
antifranquistas, ayer, en Madrid (S. Burgos).

Combate por la historia

Un congreso reúne en Madrid a un grupo de guerrilleros antifranquistas que reivindican su tributo democrático

RAFAEL FRAGUAS, Madrid

Los guionistas no han de ir demasiado lejos para conseguir historias de verdad. Les hubiera bastado con acudir ayer a una reunión singular que se celebraba en un hotel del norte de Madrid. Y allí, escuchar. Hubieran encontrado gentes en buena forma física, de cabellos generalmente muy blancos, que intercambiaban con sinceridad palabras y argumentos. Se llamaban por sus nombres de pila. Su aspecto les asemejaba a un grupo que, gracias a su disciplina, hubiera sobrevivido atroces trances.

Así fue en realidad. Era apenas medio centenar de entre los 8.000 guerrilleros, combatientes republicanos, hombres y mujeres, que lucharon por todas las sierras de España contra el franquismo entre 1940 y 1963. La cita en el hotel madrileño no era para evocar nostalgias, sino para el debate y la reivindicación de su causa. Convocados por la Asociación Archivo, Guerra y Exilio (AGE) pugnan por conseguir del régimen democrático español la acreditación de su memoria, por el papel en su lucha antidictatorial precedente y necesaria para la conquista de las libertades en España. Ya hay siete parlamentos autonómicos que apoyan una proposición de ley que refrenda su demanda. Les queda conseguir el apoyo de otras 10 cámaras.

"Aún hay documentos oficiales en los cuales en la casilla de nuestra profesión u oficio hay escrito un apelativo: bandoleros", comenta Francisco Quico Martínez, de 74 años, uno de los últimos guerrilleros que combatieron durante quince años en la zona leonesa de El Bierzo. Él estaba a las órdenes de Manuel Girón: "Cuando llegábamos a los pueblos, para abrir zona, ampliar nuestra influencia entre los campesinos, lo recibían alborozados como a un libertador". Lo mató a quemarropa un infiltrado en Molina Seca, cerca de Ponferrada, en 1951.

Cuando la contienda civil acabó en 1939, unos marcharon al monte sencillamente porque no quisieron rendirse al usurpador. Otros, lo hicieron por miedo a la represión desencadenada entonces contra los vencidos. Los más, por un deseo imperativo de sobrevivir, reconoce Félix. Y muestra documentos en los cuales se asegura que su hermano Ramón, de 21 años, fue tiroteado y muerto "por vago" en 1947. En silencio, Félix muestra otro papel en el que el Servicio de Información de Falange en Pola de Lena denuncia a su padre como miembro del Partido Comunista. "Primero mataban directamente a los guerrilleros, luego, a los enlaces y a los campesinos que los apoyaban con víveres", explica el historiador Francisco Moreno. "Sin embargo, a partir de 1946, la táctica cambia: la represión se extiende a las familias de los guerrilleros, madres, hermanas, incluso cuñados. Aquello aterrorizaba a pueblos enteros" detalla Moreno.

Cuenta que entre 1947 y 1949, miles de campesinos fueron encarcelados por este motivo. Toledo, Cáceres, Granada, Málaga, Ciudad Real, registraron fuertes movimientos de guerrilla. "Pero salgamos del tópico", dice "los guerrilleros no sólo no recibían dinero del extranjero, sino que sus organizaciones políticas se lo pedían tras las operaciones de aprovisionamiento", añade. "No tuvieron ni líneas de abastos, ni sanidad, se hallaban solos en el monte, combatiendo un sistema dictatorial dotado de una capacidad de presión y de terror contra ellos enorme", agrega Moreno.

Quicio formula sus demandas: "Hoy los militares republicanos han conseguido su reconocimiento, los presos políticos también y nos alegramos por ello, porque es justo; pero nosotros, los guerrilleros antifranquista ¿por qué aún hemos de seguir peleando el penúltimo combate para conseguir algo que también es justo?", dice. "Nosotros no preconizamos la lucha armada, nos congratulamos profundamente de que la transición española fuera pacífica, por lo que nuestras armas son el diálogo y la reflexión. Vivimos en una democracia y podemos decirlo", añade, "pero esta democracia se ha olvidado de aquella lucha, que forma parte de la memoria de nuestro pueblo y de su combate contra la impostura dictatorial", explica. Conciben la guerrilla como una prolongación del Ejército republicano y quieren ser considerados sus últimos combatientes.

Y todos formulan un ruego: "Por favor, la historia personal de 300.000 personas, corre el riesgo de perderse en los archivos abandonados de las Capitanías generales. Salvemos ese patrimonio".

El País (27 de mayo de 2000)

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JORNADAS sobre la GUERRILLA y la       RESISTENCIA

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De izquierda a derecha y de arriba abajo: Guillermo Morán PCE. Marío Morán PSOE. Evaristo González (Roces) PCE. Arcadio Ríos PCE. Abelardo Macías CNT. Todos fundadores de la 1ª Federación de Guerrilleros León Galicia en 1942 en Ferradillo al lado de Ponferrada (León)

Dos días con la Guerrilla antifranquista

[1936 - 1963]

 

Organiza

Asociación Archivo Guerra y Exilio

(AGE)

 

Madrid, 26 y 27 de mayo del año 2000

Hotel Tryp Centro Norte (salón de convenciones)

calle Mauricio Ravel nº 72 (metro de Chamartín) 28046 Madrid

Teléfono: 917 333 4000

Fax: 913 146 047

 

Estas Jornadas se han realizado con la colaboración de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.