La Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) ha colaborado activamente en las jornadas sobre la guerrilla antifranquista que han tenido lugar en Cáceres, en el  Valle del Jerte, durante los días 16, 17 y 18 de marzo de 2001. Allí estuvieron en primera línea del combate de la memoria y la palabra nuestros socios guerrilleros Gerardo Antón "Pinto" y el enlace de la Agrupación Guerrillera de León Benjamín Rubio, y tambien los historiadores Benito Díaz y Julián Chaves. De estos actos nos envía una crónica José M.Azkarraga. 

 

Crónica de unas jornadas sobre la guerrilla antifranquista.

Valle del Jerte (Cáceres), 16, 17 y 18 de marzo de 2001.

José M. Azkárraga.

Han pasado más de 50 años desde aquellos hechos pero la emoción y el recuerdo hicieron que afloraran las lágrimas en muchos de los asistentes. Con una sala atiborrada donde no cabía ni un alfiler, supervivientes de la guerrilla, gente del pueblo que les apoyó y sirvió de enlace, e hitoriadores fueron estirando del hilo de una memoria que muchos se han empeñado en sepultar bajo una losa de silencio.

En los años 40 las sierras que rodean el Valle del Jerte sirvieron de refugio a un grupo de hombres que, en un primer momento como huídos de la represión y después organizados como guerrilleros, siguieron defendiendo la legalidad de la II República. Perseguidos por la guardia civil y por los falangistas del somatén, estos guerrilleros fueron capaces de tomar pueblos como el de Jarilla donde desplegaron una bandera republicana e instalaron una ametralladora en noviembre de 1947. Gerardo Antón era entonces guerrillero en aquella zona y se le conocía como "Pinto". Aún recuerda estos sucesos y las buenas relaciones que mantenían con la mayor parte de los habitantes de aquellos pueblos. Durante su intervención un asistente a las jornadas reconoció a "Pinto" como el hombre que le había puesto una pistola en el pecho para inmovilizarlo y secuestrar a su patrón, resaltando a continuación lo bien que habían sido tratados. "Aquellos guerrilleros fueron unos Robin Hood que sólo robaban a los ricos", dijo otro asistente. Y añadió:"a nosotros siempre nos pagaron el justo precio de la comida que se llevaban". Otro emotivo testimonio fue el de Nemesia Sánchez, a quien la guardia civil mató a dos de sus hermanos que se habían unido a la guerrilla. Con palabras entrecortadas relató como había sido humillada cuando fue a recoger el cadáver de su hermano pequeño y unos falangistas le dijeron que lo habían echado a los perros.

La mesa de testimonios estuvo moderada por la escritora Dulce Chacón cuya última novela "Cielos de barro" se sitúa en la Extremadura de posguerra . Dulce Chacón insistió en la necesidad de "volver a contar la historia de aquellos años porque se ha contado muy mal".

También se recordó que hoy día los guerrilleros siguen constando en los archivos de la guardia civil como "bandoleros" y que el Partido Popular votó en contra de una necesaria proposición no de ley que pretendía su rehabilitación y el reconocimiento de sus derechos

La iniciativa de organizar estas jornadas surgió de un grupo de jóvenes de los pueblos del Valle del Jerte que han seguido el precedente marcado por la asociación juvenil Gavilla Verde de Santa Cruz de Moya, el pueblo de la Serranía de Cuenca donde se alza un monumento en homenaje a todos los guerrilleros defensores de la libertad.

Estos jóvenes de Cáceres y de Cuenca se plantean un proyecto común para la recuperación de la memoria a través del paisaje y están trabajando en la localización y señalización de los campamentos y rutas de la guerrilla.