Actos Artísticos:

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Para no dejar de opinar, opino aquí una vez más: no hay nada nuevo sobre el esmog, así las ideas, así las palabras. Estoy seguro que un disco lleno de canciones no soluciona nada. Estoy convencido que cantar es un acto imprevisible que a lo más despertará algunos castos oídos y ciertas buenas intenciones de los álguienes que nos rodean. Que sea para bien. Tanto vale hablar de Chiapas, como de Bosnia, Chechenia o Kosovo, o el fin de la flora, la fauna y todas las especies que no nos merecemos ante nuestra estúpida soberbia y omnisciencia.

Sé que me repito en este disco mencionando la paz inalcanzable, la guerra cretina, la tierra malhabida, la injusticia sempiterna, la mínima esperanza, el humor acre y necesario contra lo abyecto y los abyectos, el sarcasmo también, con las malas palabras que nos enseñaron los abuelos, tan necios como uno, para darle su justo valor al vituperio.

Hablo incluso de amor, más agotado que los veneros del petróleo y el diablo; triste amor, incomprendido y maltratado, que queda sin embargo para luchar a muerte contra esa la amargura que no nos deja vivir como se debe. Raro amor que, a pesar de los pesares queda, como instrumento cierto, cabal y verdadero, atinado y concreto para darle a la vida mortal que nos contiene una razón de ser al borde del abismo.

El amor se equivoca casi siempre; por lo turbio y manipulado que está todo, por estos nuestros gobiernos incoherentes, podría arrepentirme, pero no lo haré. En el amor no cabe el arrepentimiento.

Vayan pues con amor, o lo que queda, estos dolidos cantos para Chiapas, el EZLN y todos sus eccéteras.

Es necesario comentar que este trabajo estuvo muy conversado, ya que no era nada fácil realizar un disco dedicado a la gente que se admira y se respeta por su conducta coherente como en este caso, los zapatistas.

Verdaderamente, vivimos tiempos difíciles. Desde el poder y desde ciertos sectores de la "inteligencia" han logrado confundirnos, a tal punto, que los mismos que festejaron los entierros de Zapata, Villa, Morelos, Artigas, Juana Azurduy y otros héroes similares, hoy les levantan monumentos y se llenan la boca con las palabras paz, democracia, justicia, privatizando todo lo que este a su alcance, no tiene ningún prurito para vender el país al mejor postor, ahora esta tratando de rematar la electricidad, el petróleo y acabar con la enseñanza gratuita.

Lamentablemente la mediocridad ha tomado el poder desde hace tiempo, Alcapone y Landrú son niños de pecho al lado de estos políticos narconeoliberales que se han perfeccionado a tal punto en el engaño, que ya han asumido las mentiras como verdades indiscutibles (acordémonos como lloraba López Portillo cuando nacionalizó la banca).

Han creado un bosque hecho de mentiras, infamias, traiciones, contaminaciones, injusticias y demás, que se hace muy complicado poder atravesarlo. Hay quienes nos agotamos en el intento. Y hay quienes a pesar de todo lo intentamos, y si lo logramos, es muy satisfactorio encontrarnos con los lirios zapatistas que nos hacen volver a creer, a pesar de todo. Y es por eso que aquí estamos con el Oscar y demás flota, contribuyendo como xunan'kab (abeja madre).

Los que adquieran este disco, deben saber que las ganancias del mismo (cuatro dólares al cambio de la fecha) se destinara a la primera escuela secundaria rebelde autónoma zapatista Primero de Enero, localizada en Oventic, y dirigida por la Coordinación General del Sistema Educativo Revolucionario Zapatista. Esta escuela tiene capacidad para 250 estudiantes quienes recorren largas distancias, hay que brindarles albergue y alimentación el costo mensual es de 8,000 dólares para lo cual estamos planteando una campaña nacional e internacional que ayude a cubrir estos costos durante los años de estudio.

 

Modesto López

México, D.F., 28 de mayo de 2000.