Xarxa Feminista PV

EL DOLOR, CAPA A CAPA. La fibromialgia según la Dra. Valls

Jueves 14 de abril de 2005

EL DOLOR, CAPA A CAPA

Carmen Valls Llobet

El dolor, durante siglos silenciado e invisible como la misma historia de las mujeres, se ha encarnado en el propio cuerpo, capa tras capa, a través de los abusos y agresiones psíquicas, físicas y sexuales en la infancia; a través del “cuerpo trabajado" desde los nueve años, por ejemplo, transportando leche o cuidando los hijos de la propia madre que trabaja de sol a sol para alimentar a los suyos;el dolor se ha introducido hasta la capa más profunda de los huesos a través de unas condiciones ergonómicas de trabajo, que torturan con la monótona repetición de movimientos, y a través de una represión emocional que contrae la musculatura del trapecio hasta producir cambios en los discos vertebrales; se ha introducido a través, también, del sesgo de género en la investigación médica del dolor crónico, que ha producido una falta de ciencia en el diagnóstico diferencial de las enfermedades biológicas que pueden causar dolor (que son muchas), y a través de la falta de escucha, del error de diagnóstico y tratamiento que acaba silenciando con psicofármacos la queja, el malestar, el dolor que se encardina, capa tras capa, en lo más profundo de los músculos y de los huesos de las mujeres.

Llega un momento en que la mujer ya no tiene palabras para expresar su profundo malestar, que ella misma no acierta a entender, y entonces como entonces es el cuerpo el que habla.

A CADA CAPA UN ABORDAJE

La etiología del dolor es claramente multifactorial. En las causas se combinan aspectos psicológicos, biológicos y sociales. El dolor más agudo se puede desencadenar en un momento dado a raíz de una intervención quirúrgica, un accidente o la muerte o enfermedad grave de un familiar, pero anida en un cuerpo que ya había sentido dolor y lo había ocultado, como veremos en el artículo de Malen Cirerol, esta ocultación del dolor acaba provocando síntomas a distancia ya que todo el cuerpo tiende a compensarlo y ocultarlo. Se ha valorado muy poco el dolor y malestar que se encarna en lo más profundo del ser humano cuando la respuesta a las agresiones externas se ve mediatizada por un “ideal femenino” en el que callar y ser sumisa, no expresar los propios deseos, es el modelo normativo a imitar, de modo que la rabia queda soterrada en la musculatura, como describe la acupuntura (Cristina Domingo). La dependencia de la mirada del hombre y de su opinión, o la falta de expresión de la propia palabra, del deseo de un placer propio, hacen tan grande el bloqueo de los propios sentimientos que acaba convirtiendo en un bloque la musculatura. Esto encierra primero el grito y el malestar en el interior del cuerpo, donde lo mantiene en silencio un diagnóstico no probado (fibromialgia) y por último lo sella la adicción a los psicofármacos (dos antidepresivos, dos ansiolíticos, un hipnótico, e incluso parches de morfina, son los tratamientos que están recibiendo estas mujeres) . Encerradas en un cuerpo y encerradas en un diagnóstico no hay muchas escapatorias por lo que finalmente las queja en la consulta es “Me duele todo”

FALTA CIENCIA

La ciencia médica, nacida fundamentalmente de la experiencia hospitalaria, no está preparada para atender patologías crónicas, sino que ha acumulado experiencia en el tratamiento de enfermedades agudas de predominio en el sexo masculino. Esto contrasta con la pobreza de recursos destinados a la investigación de las causas del dolor crónico. Esta falta de ciencia y de recursos, ha hecho que no se preste atención a los primeros síntomas y se vea que las quejas del sexo femenino son psicosomáticas en un 25% (Bernstein 1991) y no se hayan elaborado protocolos de diagnóstico diferencial exhaustivos, que tengan en cuenta las más de cien enfermedades que pueden producir dolor (Hootman et al 2002).

La supresión del apartado psicosocial en las historias clínicas de algunas autonomías (por ejemplo Catalunya), es un ejemplo de miopía en el abordaje etiológico de las enfermedades en atención primaria. Esta misma miopía, unida a la falta de tiempo para la escucha así como a la falta de recursos para el diagnóstico resolutivo en atención primaria, ha producido la hipertrofia del diagnóstico de “fibromialgia” en toda España. De un 2% diagnosticado en EEUU, aquí pasamos a casi un 18% en nuestras consultas, como si la fibromialgia fuera un paradigma parecido a la histeria que pudiera englobar todo el dolor, la discriminación y el malestar de las mujeres en un único diagnóstico que, al ser definido como incurable y de causas desconocida, deja a las/os médicas/os y a las mujeres sin recursos para enfrentarse a la enfermedad: volvemos a predicar resignación en lugar de ciencia.

Precisamente la falta de ciencia ha hecho aceptar sin una demostración previa, que estas mujeres tienen una sensibilidad de dolor aumentada, y un déficit de serotonina. ¿Quién puede distinguir si sienten más dolor o tienen mucho dolor?¿Con quién comparamos el umbral del dolor, con otras mujeres o con el sexo masculino? (“El relato subjetivo del dolor no se puede universalizar". Daniela Aparicio) ¿No sería más científico, y eficaz, empezar el trabajo con el diagnóstico de las enfermedades o estados metabólicos o carencias individualmente en cada persona (como citaré en el circuito del dolor), en lugar de recetar psicofármacos desde la primera visita? El papel de la herencia se ha minimizado o psicologizado. Es cierto que la percepción y actitud hacia el dolor que tenga una familia influirá en las percepciones de sus miembros, pero hemos de señalar que la presencia de dolor en extremidades entre padres e hijos, puede tener tan solo una causa, como es la resistencia al efecto de la vitamina D, que se puede presentar en un 20% de la población y que es causa principal de los mal denominados dolores de crecimiento, condicionando la calidad del hueso y la placa muscular en la adolescencia y la vida adulta.

Los sesgos de género han hecho que falte investigación científica respecto al dolor o que se acepten con poco rigor causalidades no probadas. ¿Qué es psicológico?¿Qué es biológico o social?¿Qué es una enfermedad incurable cuando aúna todos los tres aspectos?

LA ESPERANZA Y LAS REDES

Se abren dos caminos de esperanza: por una parte la medicina basada en la evidencia que puede ayudar a generar métodos diagnósticos seguros; por otra parte el creciente asociacionismo de mujeres alrededor de la afectación fibromiálgica o de dolor crónico. Toda asociación es buena en la media que supone un grupo de ayuda mutua que no se resigna y quiere presentar batalla a las enfermedades y conseguir mejores recursos.

Será una buena época, la que agrupe a las mujeres para mejorar y vivir plenamente su salud, para demostrar la alta autoestima que se tienen a ellas mismas (como la Red de Mujeres y Salud de Catalunya). Ahora debemos potenciarnos mutuamente, las redes y asociaciones de mujeres y la red de profesionales sanitarias. Los resultados de la última sesión de trabajo de ésta última la exponemos en este dossier con el compromiso de presentar en seis meses un protocolo de diagnóstico que nos permita objetivar las causas y acertar en el tratamiento más adecuado en cada caso.

LA CURACIÓN CAPA A CAPA

Por el momento debemos aceptar que el tratamiento debe ser individualizado, y que el tratamiento y la rehabilitación debe seguir un proceso tal como lo ha seguido, también, la introducción del dolor y el malestar en el cuerpo de las mujeres. El tratamiento de la causa biológica, o la aplicación de psicoterapia, del método Diafreo, de la acupuntura o del yoga, dependerá del momento y aceptación de cada persona, lo importante es que la mujer pueda decidir. Una mujer dedicada toda su vida a trabajar y a cuidar de los demás necesita empezar a desear, a decidir, a abordar su propio sufrimiento capa a capa, tal como se ha ido introduciendo en su propio cuerpo;sin prisas pero sin pausas. Y en esta etapa estamos las y los profesionales. Os exponemos a continuación el estado de la cuestión en este momento histórico, en la esperanza de que las alianzas y la “sororidad” nos van a hacer más lúcidas, clarividentes y eficaces. No nos resignamos.

Extraído de la Revista MyS, del dossier 10, dedicado en exclusiva a la fibromialgia, si quieres revisarlo pincha aquí

Comentar este artículo

SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0