Violencia de género, mucho más allá de una noticia

La periodista especializada Gabriela Barcaglioni cree que los casos no solo deben contarse según una fuente policial sino que es preciso profundizarlos con diversos enfoques.

La Nueva 31-05-2015

Por Ricardo Aure / haure@lanueva.com

Si bien considera que los medios de comunicación ayudaron a instalar la violencia contra la mujer en la agenda pública, la periodista Gabriela Barcaglioni advierte que llegó el tiempo de contar los casos de una manera más completa y profunda, de no encerrarse en un episodio y de diversificar las fuentes para la construcción más enriquecedora de la noticia.

También piensa que ante una problemática ocultada por décadas, ahora la víctima dispone de mayores recursos para denunciar sus padeceres y para liberarse de ellos.

Sobre “Violencia simbólica-violencia mediática”, Barcaglioni expuso en Bahía Blanca como parte de la Cátedra Abierta de Violencia de Género que organiza la secretaría de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Sur. También mantuvo un encuentro con colegas donde reflexionó sobre la importancia de elaborar las noticias de una manera íntegra, no de limitarlas a una foto prescindiendo del resto de la película y culpabilizando a la víctima, como pasó con la polémica pregunta de Mirtha Legrand a la cantante Laura Miller: “¿Vos qué hiciste para que él te pegara...?, la que se reitera en todos los ámbitos.

“La violencia no es un ataque de celos o de amor. Tampoco es la pasión desbordada. Es todo un ciclo del que solo vemos en los medios los finales de cada historia. Tenemos que entrenarnos para ver y contar toda la película”, enfatizó.

Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Plata, productora periodística de Radio Provincia, Barcaglioni integra el equipo interdisciplinario del Instituto de Estudios Jurídicos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, donde desarrolla el proyecto “Violencia contra las mujeres: discursos legitimantes y acceso a la Justicia”.

“No creo en la mala intención de los colegas; sí en la falta de recursos y en los condicionamientos que impone el vértigo en un medio de comunicación, pero si a un hecho de violencia de género no se lo muestra como un problema de derechos humanos y de violación a la integridad física, sólo se queda en un caso policial con una única fuente: la policial. Y lo mejor es incluir los aportes, por ejemplo, de una ONG dedicada a la protección de las víctimas y de especialistas en aspectos médicos y legales”.

Acerca de enfoques morbosos y de la repercusión de casos con gran rating que afectan a famosos, Barcaglioni afirma que los medios deben insistir en que la violencia puede pasarle a cualquiera, que esa situación también afecta al victimario y que, en definitiva, es una señal de lo mal que están algunas relaciones de pareja. De allí el valor de analizar las causas y de no encuadrarse en el último efecto.

“La violencia no es sólo el golpe. También lo son el uso del lenguaje intimidatorio y degradante, las restricciones en el uso del dinero o del patrimonio, el abuso sexual, la discriminación laboral... Días atrás, en Tucumán se conoció el rechazo gremial que, con el argumento de que no están capacitadas, no aceptó que las mujeres puedan manejar colectivos”.

Convencida de que el cambio es posible, Barcaglioni asume que se trata de una consecuencia cultural y que si bien los medios masivos de comunicación ejercen un rol central, la escuela, las iglesias y otras instituciones también, desde la formación, deben aportar a revertir una tragedia que se multiplica y se expande por todo el país.