Un condenado por asesinar a su mujer rebaja la pena por alcoholismo

José Antonio G. F. acepta 13 años de prisión por haber acuchillado cuatro veces a su compañera sentimental en 2013 porque «se estaba riendo de él» - La víctima murió en el rellano de la finca

27.10.2015 | 02:06

laura ballester | valencia Levante.emv

Un hombre de 43 años, José Antonio G. F., admitió ayer ante el tribunal del jurado que iba a juzgarlo que asesinó a su compañera sentimental de cuatro puñaladas, el 14 de septiembre de 2013, en el domicilio que ambos compartían en el barrio de Camins al Grao de Valencia. Al haber reconocido los hechos y acreditar, con dos informes forenses, que su «alcoholismo crónico» le provocó un «trastorno psicótico», José Antonio logró que la condena por acabar con la vida de su compañera sentimental se redujera de los 22 años que solicitaba la acusación particular (por asesinato y violencia doméstica) o los 18 años que reclamaba la Fiscalía (por asesinato) a trece años de cárcel. La pena definitiva se alcanzó por un acuerdo de conformidad entre todas las partes, en presencia del jurado ya conformado, por lo que el veredicto no precisó de ninguna deliberación.

El acusado apenas intervino con monosílabos para admitir el asesinato que cometió. «¿Son ciertos los hechos?, ¿asume la pena?, ¿asume el alejamiento durante 18 años de las hijas de la víctima?», preguntó la Fiscal. «Sí. Sí. Sí, lo asumo», respondió en tres ocasiones José Antonio G. F., quien también declinó hacer uso de su último turno de palabra.

A pesar de la conformidad, sí que se detallaron ante el jurado los hechos del crimen machista que acabó con la vida de la compañera del acusado. Era el mediodía del 14 de septiembre de 2013 y José Antonio G. F. cortaba fiambre en la cocina familiar. «Oyó risas en la calle, pensó que era la mujer quien se reía de él, se sintió ofendido y volvió al salón donde le clavó el cuchillo en el cuello y el pecho, mientras le recriminaba: "Te estás riendo de mi"», según el relato de la Fiscal.

Tras apuñalar a la mujer, el acusado la echó de casa. «Vete a casa de mis padres que me voy a matar», soltó José Antonio a su compañera, que subió «como pudo, los dos pisos que la separaban de casa de sus suegros y se desplomó en el rellano». La mujer falleció mientras era atendida por el Samur, al sufrir un paro cardiaco por una de las cuatro cuchilladas que recibió de su compañero durante diez años. José Antonio G. F. llegó a autolesionarse en el cuello y el tórax, heridas por las que tuvo ser ingresado en el Hospital Clínico.

«Estos hechos se consideran un asesinato y no un homicidio-explicó al jurado de forma didáctica la Fiscal- porque el acusado sorprendió a la mujer en el sofá. Las heridas se produjeron de arriba a abajo, lo que quiere decir que la mujer estaba en un plano inferior, físicamente, a él y no pudo ni defenderse, porque no se esperaba la agresión».

Aunque para la condena final se aplica la agravante de parentesco, «porque la pareja mantuvo una relación de más de diez años», el abogado del acusado, Óscar Domínguez Moya, logró que se tuviera en cuenta la eximente incompleta por «enfermedad mental».José Antonio G. F. sufre un «trastorno inducido por alcohol, compatible con ideación delirante celotipia que le afecta de modo moderado-grave y le anula parcialmente sus facultades volitivas».

El condenado deberá indemnizar a las tres hijas de la fallecida (de un matrimonio anterior de la mujer) y no podrá acercarse a ellas durante los próximos 18 años.