Xarxa Feminista PV

Niñas sirias obligadas a casarse

Martes 7 de octubre de 2014

POR RANA F. SWEIS MAFRAQ, Jordania El Pais 25-09-2014

La futura novia era tan joven y tímida que se pasó su fiesta de compromiso envuelta en una capa con capucha que tapaba su esbelta figura, pero no podía ocultar el ves tido rosa con holanes que la familia de su prometido ha bía rentado para ella.

Mientras las mujeres sirias que celebraban su próxima boda con un primo de 18 años platicaban en el campamento para refu giados de Zaatari, la novia se quedó en un rincón, al despabilarse solo para leer mensajes en su teléfono ce lular. La joven, Rahaf You sef, tiene 13 años.

Se declaró “indiferen te” al matrimonio que dice evitará que termine su edu cación, pero nadie pareció escucharla.

Para muchos sirios atra pados en los inmundos y algunas veces peligrosos campamentos para refu giados de Jordania, casar a las niñas a edades cada vez más tempranas se ve cada vez más como una ne cesidad —una forma de ali viar la carga financiera de familias con poco o ningún ingreso y sosegar temores de violación y acoso sexual en campamentos impro visados donde es más difí cil hacer que se cumpla la ley. Como resultado, dice Unicef, el número de ma trimonios que involucran a adolescentes menores de 18 años ha aumentado dramá ticamente.

“Los padres sienten que un hombre puede proteger” a sus hijas, dijo Ola Tebawi, quien trabaja en la Socie dad Jordana de Asistencia de Salud, un grupo sin fines de lucro que brinda aten ción médica a refugiados.

Sin embargo, grupos de ayuda y defensores de la mujer dicen que los sirios intercambian peligros in mediatos por otros a más largo plazo como convertir se en víctimas de violencia doméstica, embarazarse cuando están más vulnerables a complicaciones o ponerle un fin a su educación.

Una mayoría de las jóve nes sirias entra a familias jordanas al casarse, repor tó Unicef, para asegurar su lugar en Jordania fuera del campo para refugiados y un nuevo país a largo plazo. La ley jordana permite el matrimonio para adoles centes de entre 15 y 18 años, pero exige que un juez de un tribunal de la sharia, o islá mico, determine que todas las partes están de acuerdo con la unión.

El Gobierno jordano, que ha luchado para dar cabida a más de 600 mil de los más de 3 millones de sirios que han huido de su país ha abierto un tribunal de la sharia en el campamento de Zaatari.

Pero Reem Abu Hassan, ministra de Desarrollo So cial, dijo que era difícil que los jueces se negaran a per mitir matrimonios a corta edad. “Tenemos que ser prácticos y ver los retos que enfrentan los sirios”, dijo. Activistas de derechos humanos dicen que muchas mujeres llegaban aterradas a Jordania porque, como reporta la Organización de Naciones Unidas, la violen cia sexual se ha vuelto “ca racterística persistente de la guerra siria”.

Outour al Khasara, 45, una refugiada que vive en una granja cerca del cam pamento de Zaatari, dijo que sabía por experiencia propia que contar con el matrimonio como un res guardo contra esas amena zas podría ser ilusorio.

Casó a Jazia al Barhoum, su hija de 15 años, el año pasado con un primo distan te para protegerla de “la incerti dumbre que continúa asediando nuestro futuro”.

A los 20 días del matrimonio, contó Jazia, su esposo comen zó a golpearla. Jazia lo dejó pronto, pero regresó a petición de los fa miliares de él. “Le prometió a mi familia que me trataría bien”, dijo, “pero no cambió”. Finalmente, su padre se la llevó a casa.

Una joven, Yasmeen Ritaj, 16, describió ser gol peada por su nuevo esposo. “Imaginé que sería el pa raíso”, dijo, “pero la prime ra vez que me golpeó, supe que no había futuro y que era un infierno”. Regresó con su familia tras ocho meses de casada.

Las agencias y organiza ciones de ayuda están sufi cientemente alarmadas por el aumento de matrimonios a corta edad como para rea lizar campañas para crear conciencia.

Incluso para quienes terminan en matrimo nios amorosos, los riesgos pueden ser severos. Hana Mohammad, 16, se casó en Siria con un hombre cuya familia planeaba dejar el país. Para cuando se fue ron, ella tenía ocho meses debembarazo. Poco después de llegar al campamento de Zaatari, cayó desfallecida. “Le dieron convulsiones”, dijo su esposo, Mohammad Ghazawi, de 26 años.

No está claro si el trayec to por el desierto hizo que perdiera el conocimiento y causó el coma en el que ca yó, pero se considera que las madres adolescentes están en riesgo de sufrir el padecimiento que luego supo que tenía: eclampsia. Su bebé nació sin problemas, pero Hana todavía sufre de convulsiones.

“Casi pierdo a mi esposa”, dijo Ghazawi. “Pagó el precio de quedar embarazada demasiado joven”.

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