Medicina contra el prejuicio

MYRIAM BOURHAIL, una joven de origen marroquí, obtiene el mejor resultado en la selectividad francesa P Su éxito coincide con soflamas xenófOBas antimagrebíes

Gabriela Cañas. París El País 10-7-2014

Una joven estudiosa de 18 años acaba de e char por tierra unos cuantos prejuicios. Myriam Bourhail, francesa de origen ma- rroquí que vive en un pequeño pueblo del norte del país, Villers-Cotterêts, ha sido es- te año la campeona del báccalauréat (el bac ;similaralaselectividad e spañola), demostrando la irracionalidad de las sofla mas xenófobas de la ultrade recha francesa, ganadora de las últimas elecciones eu ropeas.

Durante los últimos 15 días, más de medio millón de estudiantes han pasado en Francia por uno de los momentos más intensos de su currículo académico. Es t e año han realizado las pruebas del bac 686.907 es tudiantes y la mejor nota la ha obtenido una tímida jo ven de origen rifeño, en Ma r ruecos, que ha preparado las duras pruebas mientras algunos exaltados argelinos celebraban en las calles, quemando coches y conte nedores, los resultados de su selección en el Mundial de fútbol. De manera oportu- nista, la líder ultraderechis ta Marine Le Pen recordó públicamente su exigencia de terminar con la doble na- cionalidad. “O se es argelino oseesfrancés”,añadía. Myriam Bourhail no es argelina, ni tiene la doble na cionalidad. Es de origen ma rroquí y sus padres pertene cen a la segunda comuni dad extranjera más amplia, después de la argelina, que habita en Francia y que su ma 650.000 ciudadanos.

Sus excelentes calificaciones en el bac son una buena medicina para un país tradicio nalmente de acogida, en el que el repunte del racismo preocupa cada día más a los expertos de la ONU. “¿Problemas de integra ción. Es que es algo que desconozco, aun que he leído cosas sobre ello”, explica esta joven a EL PAÍS por teléfono desde Villers

Cotterêts, en la Picardie, a una centena de kilómetros al norte de París. No está dispuesta a convertirse en el símbolo de la integración, pero ante la insistencia de la pren sa estos días acaba por confesar que se siente “orgullosa de demostrar que la diversidad es una riqueza para la República”.

El padre de Myriam, Mohamed Bourhail, nacido en Marruecos y con nacionalidad francesa, es un obrero de la industria aeronáutica que no pudo terminar sus estudios y que está obsesionado con la necesidad de salir adelante a través de la educación. Lo dice su propia hija y lo atestiguan los resultados académicos de todos sus hijos. Todos han superado con mención especial el bac.

La mayor se acaba de licen ciar en Ciencias de la Vida, su segunda hija estudia Biología y el hijo pequeño se prepara para conseguir un diploma. “Pero Myriam es hasta el momento la mejor”, dice con sonrisa de satisfac ción ante las cámaras de France Info.

Los títulos de sus hijos decoran la chimenea de la casa familiar. Quizá no le quede espacio suficiente pa- ra los que promete Myriam.

Una vez superadas las prue bas del bac en la rama de ciencias, quiere estudiar Me dicina, en Francia, por su puesto, y quizá después haga la carrera de Políticas. Asegura no ser una empollona que pase el día estudiando. Entonces, ¿cuál es el secreto? “Soy muy curio sa. Me encanta aprender, saber cosas nuevas y suelo es tar muy atenta en clase por que es ahí donde se juega todo. Pero no estudio por fuerza cada día. Lo impor tante es mantener un ritmo, ser muy regular”.

No sabe dónde irá de va caciones. ¿Quizá a Marruecos? Habla el dialecto rifeño de donde es originaria su familia, pero previamen te quizá le espera un viaje a Nueva York recorriendo una distancia desconocida para su corta vida. El dinero vendrá de los bancos, de algunas empresas y de algunas instituciones públicas. En Francia están aumentando las recompensas para los buenos estudiantes con el objetivo de apoyar la meritocracia. Myriam Bourhail, símbolo o no de la integración y la diversidad, va a beneficiarse de ello