LAS MUJERES DE #VeLaLuz destapan con una nueva huelga de hambre la tenebrosa situación de las víctimas de violencia machista y de abusos sexuales.

5 diciembre 2013

Represalias judiciales por cuestionar la justicia; desprotección de los menores ante sus agresores; normalización social y mediática de la impunidad; corrupción y negocio en torno a las víctimas de la violencia. Estas son las causas del #YoNoTrago que comienzan a gritar a partir del 9 de noviembre a las 9 de la mañana otras 8 víctimas de la violencia machista e “institucional” en la comunidad gallega.

Un grupo de 8 mujeres gallegas, víctimas de violencia machista y abusos, vuelven a declararse en huelga de hambre por segunda vez [1]; y lo harán desde el día 9 de diciembre a las 9 de la mañana, de nuevo en un humilde y destartalado local, situado en la calle Eusebio da Guarda número 5 de A Coruña. Afirman ser víctimas de una doble violencia: por un lado, las brutales agresiones a las que les sometieron primero sus ex-compañeros sentimentales; por otra parte, la fría inoperancia, cuando no el desprecio o la prevaricación, de las instituciones supuestamente creadas para protegerlas. Se trata de una “sumisión a la barbarie” que –afirman- no las afecta solo a ellas, sino a todas las mujeres de un país, “donde nadie parece ya querer o poder cumplir sus funciones”.

Para entender la relevancia de esta noticia, es importante destacar primero el hito histórico que habían logrado ya las mujeres de la Asociación Ve-La-Luz con su primera huelga de hambre a la que pusieron fin el 14 de noviembre, tras lograr que el Parlamento Gallego se comprometiera a crear una Comisión de Investigación sobre la situación real de las mujeres y los menores víctimas de la violencia de género y de los abusos sexuales en la Comunidad Autónoma de Galicia[2]. También resulta imprescindible manejar el dato de que pronto, muy pronto, esta primera victoria se volvería de forma cruel contra ellas, al recibir un montón de señales desde las instituciones de que la impunidad de abusadores y maltratadores, lejos de haber recibido un duro golpe, va a resultar fortalecida, para empezar ensañándose con sus propios casos.

Están cansadas del constante “ninguneo de jueces y representantes públicos”, también de que los medios de comunicación generalistas no se hagan eco o expliquen confusamente los motivos de su desesperada lucha; por eso se esfuerzan en dejar bien claritos y hasta en ponerle número a los cuatro principales motivos que les han llevado de nuevo a la dramática decisión de suspender la ingesta de alimentos.

En primer lugar, protestan contra las represalias por su denuncia, que las dejan sin salidas ante el agresor.

El Martes 27 de noviembre, dos días después del “Día Internacional contra la violencia de género” la Sección 1 de la Audiencia Provincial de Galicia les ha comunicado “ en bloque” la decisión de sobreseer “por falta de pruebas” los casos de cinco de las 10 mujeres que aparecieron en un el vídeo[3] donde se denunciaba precisamente tanto la tibia actuación de la fiscalía en el Juzgado de Violencia de Género de A Coruña, como el gran porcentaje de denuncias archivadas que en dicho juzgado representa el 31% del total. Esto ha derivado en una clara falta de confianza por parte de las víctimas, fomentando así la NO DENUNCIA!!

Ante esta medida que las mujeres de #VelaLuz interpretan como una clara represalia, deciden reemprender su encierro, para volver a denunciar el “crimen institucional y el doble maltrato de la estigmatización” de la que dicen ser ellas “tan solo un ejemplo”. Afirman que a este tipo de represalias, u otras parecidas o peores, es a lo que se enfrentan en España un creciente número de mujeres, cuando se atreven a romper el silencio como ellas y a denunciar lo que les sucede frontalmente como ellas hicieron en su vídeo de producción casera.

En segundo lugar, denuncian la desprotección que tienen en España los menores ante los supuestos agresores. Y por este motivo han señalado el día 9 de diciembre[4] a las 9 de la mañana para empezar su huelga de hambre, dado que ese mismo día, otra menor podría ser entregada por decisión judicial al presunto abusador que le robó la infancia. Con ello pretenden lograr impedir lo que describen como “una complicidad insoportable con los abusos”; y, al mismo tiempo, quieren que no siga ocultándose por más tiempo algo que califican como una “aberrante normalidad” sobre los casos como este que se están permitiendo en todo el país[5].

En tercer lugar, las mujeres de #VeLaLuz denuncian también con su huelga de hambre la normalización social y mediática de la impunidad ante los maltratadores y los abusadores sexuales, que se ha hecho explícita en las últimas horas, con casos como la puesta en libertad del asesino de Fabiola Mariana da Silva; o el escándalo de las reiteradas apariciones en prensa de un condenado por abusos sexuales que se permite el lujo de anunciar la rutilante apertura de un macrocentro de Ocio Nocturno en la Coruña, promovido por el Grupo empresarial Larry Smith, a pesar de que se ha declarado insolvente[6] ante la justicia.

En cuarto lugar y no menos importante, denuncian el escándalo de “El negocio de la violencia de género”, que parece otro episodio, más indignante todavía, de la omnipresente corrupción en España. En este caso la corrupción de materializa en: el desvío o desaparición de dotaciones presupuestarias destinadas a la protección de las mujeres; el destino de la mayor parte de los recursos a campañas publicitarias[7] para maquillar la realidad; o, tal vez el más sangrante de todos los temas, los llamados “Puntos de encuentro familiar”, concedidos a dedo por los gobernantes “a los amigos” y que han sido calificado por las víctimas como “lugares Infernales”[8] o “puntos silenciadores del maltrato”.

Fte. Asociación Ve-la Luz