Xarxa Feminista PV

Feminismos para todas

Martes 31 de enero de 2017

Trump como catalizador

Los movimientos feministas se unen ante la amenaza de involución

Cristina Sen - Barcelona 29-01-2017 La Vanguardia

No es país para coños es el recién estrenado libro y obra de teatro de Diana López Varela, guionista periodista y feminista gallega nacida en 1986. El ejemplar, acompañado con el subtítulo “Sobre la necesidad de una sociedad feminista” bien podría haber circulado como pancarta el fin de semana pasado en la Marcha de Mujeres de Washington. Más de medio millón de personas en la capital estadounidense, y tres millones en todo el mundo salieron el 21 enero a la calle para protestar contra el machismo y la misoginia de Donald Trump, para advertir de que van a dar batalla ante los retrocesos en los derechos y las políticas de igualdad. Trump ( y no sólo él) como amenaza, pero también como aglutinador de todos los feminismos.

El país del que se habla al principio es España, mientras que miles de mujeres se cubrían el sábado en Estados Unidos con un gorro rosa con orejas de gato, un pussyhat que juega con el doble sentido de pussy (coño) y la misoginia de Trump. Se teje así un hilo conductor con un lenguaje mordaz, desenfadado, y festivo, una expresión clara de que el feminismo está más vivo que nunca y que dialoga entre sus diferentes expresiones.

La amenza de retroceso en las políticas básicas de igualdad tiene ahora su epicentro en la Casa Blanca, acompañada de un presidente que normaliza un modelo de masculinidad muy agresiva y misógina, señala Lidia Arroyo, socióloga investigadora de la UOC. Pero también la situación en España, con los recortes vinculados a la crisis económica de la mano del PP que han frenado las políticas de igualdad, ha unido a los diferentes movimientos feministas.

Durante las décadas de socialdemocracia, señala Sara Berbel, doctora en Psicología Social y y directora de Barcelona Activa, se avanzó mucho en políticas de igualdad, unos avances que se van segando en los últimos años. Ha habido recortes para las casas de acogida para las mujeres víctimas de violencia machista, se ha ampliado la brecha salarial, se acaban de suprimir las subvenciones para los estudios de género en las universidades, y a las pymes indican Berbel y Arroyo. Los movimientos feministas se unen ante la amenaza de involución Los movimientos feministas se unen ante la amenaza de involución (Mario Tama / AFP)

Un escenario que tuvo como momento clave de encuentro la decisión del Gobierno (y del entonces ministro Alberto Ruíz Gallardón) de modificar la Ley del Aborto. El feminismo unió sus voces en la iniciativa El tren de la libertad, que confluyó en Madrid con una gran movilización en el 2014. El PP retiró la reforma. Fue también, explica Montserrat Boix, periodista fundadora de Mujeres en Red, el momento en el que el feminismo pudo probar la fuerza de las redes sociales.

Y es en las redes donde hoy tiene la expresión más viva , con enfoques muy diversos pero que practican la sororidad (fraternidad entre las mujeres para lograr objetivos comunes). La Tribu de Frida (club de lectura feminista), Pikara Magazine (periodismo con perspectiva de género y voluntad transgresora), el activismo de @Barbijaputa (que ya avisa de que el exceso de observación hacia Trump no haga olvidar lo que sucede en la UE), el éxito del Club de las Malas Madres, o el feminismo pro sex (centrado en la libertad sexual de las mujeres) de @Doctora Glas, son solo algunos de los cientos de activismos en las redes que abarcan todo tipo de temáticas. En una década, las redes han propiciado una nueva forma de comunicación del feminismo directa, divertida, sarcástica menos académica.

Se señalaba la actual confluencia de fuerzas, pero también de la diversidad y de sus puntos de vista diferentes . Hace pocos años, explica Lidia Arroyo, se podía hablar por un lado de un feminismo hecho desde las instituciones, y por otro un movimiento social muy crítico contra lo que se consideraba unas “administraciones androcéntricas y patriarcales, con poca capacidad transformadora por parte de quienes estaban dentro”.

El principal caballo de batalla de este feminismo que representa a una nueva generación es la defensa de la diversidad de las mujeres. Movimientos dirigidos a las mujeres en condiciones de precariedad, a las mujeres inmigrantes, a visualizar a los colectivos LGTBI dentro del feminismo, dar voz a las minorías como las personas transgénero. Y donde late, señala Arroyo, la apuesta por romper con el binarismo de género, que bebe del feminismo queer. Hay un debate en este nuevo feminismo en cómo acabar con el binarismo hombre/mujer, cómo considerar el género como un continuo y cómo hacerlo desde las políticas públicas ya que estos colectivos han entrado en las instituciones de la mano de los partidos alternativos de izquierdas. Colectivos para los que el 15-M fue su punto de encuentro.. Una participante en la Marcha de las Mujeres de Los Angeles Una participante en la Marcha de las Mujeres de Los Angeles (Mike Nelson / EFE)

Hace unos años, señala Sara Berbel, se analizaba el tema del género desde una perspectiva intelectual, mientras que hoy hay un tipo de feminismo joven que rompe con el género del propio cuerpo. De todas maneras, otros acentos se han ido incorporando a la vindicación feminista ya que si hasta hace poco el debate se centraba en el poder entre hombres y mujeres, ahora se enfatiza en cómo ellas pueden acceder al Poder en mayúsculas. Por ello, indica Berbel, están muy visibles en las redes sociales y luchan por apropiarse del espacio.

El feminismo joven, explica Asunción Bernárdez Rodal, directora del Instituto de Investigaciones Feministas (UCM), es muy activo y difícil de sistematizar porque son grupos pequeños y porque el feminismo nunca ha sido un movimiento uniforme, como tampoco hay un único socialismo. Y redunda en la tesis de que la crisis económica ha hecho que el feminismo haya vuelto a pensar en lo colectivo, en la lucha contra las grandes estructuras de Estado. Con la ideología neoliberal, señala Bernárdez, se regresó a lo personal, se centró la reflexión en el propio cuerpo y en la sexualidad como construcción social,

Como se observa el feminismo es diverso porque su lucha puede encararse desde muchos ángulos, pero siempre debe de tenerse en cuenta que se trata de la vindicación de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, la lucha contra la construcción social del patriarcado que mantiene una posición de dominio . No hay que olvidar tampoco, como señala Montserrat Boix, que no surge por generación espontánea sino que tiene detrás un potente marco teórico, un pensamiento riguroso. Y muchas causas pendientes para lograr la igualdad, con la lucha contra la violencia machista como gran objetivo común.

Se ha señalado que el activismo en internet está dando entrada a una nueva ola del feminismo pero, según Berbel, aún no hay suficientes elementos diferenciadores de fondo para hablar de un cambio de etapa.

Mujeres jóvenes, mayores, niñas, blancas, negras, hispanas... se manifestaron el pasado sábado en todo el mundo con sus pussyhats rosas como bandera, un feminismo internacional y transversal harto del eterno manoseo de los derechos de las mujeres.

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