España: 34 mujeres asesinadas en un verano sin campañas de prevención de la violencia machista
Jueves 27 de agosto de 2015
En solo dos meses y medio del verano han sido asesinadas 34 mujeres por hombres (cuatro de ellas eran niñas). También fueron asesinados cinco varones en un contexto de violencia de género (dos de ellos eran niños). Los casos representan el 54% de los 63 feminicidios y otros asesinatos de mujeres del 2015 cometidos hasta ahora. Equivale -en promedio- a que una mujer fue asesinada cada dos días. Se trata del verano con el mayor número de casos registrados durante los meses de junio y julio desde 2010.
En el 2010, el año con el mayor número de casos registrados (126), los meses de junio y julio concentraron 24 casos del total (19%). En el 2011, 26 feminicidios y asesinatos (23% del total de casos: 115); en el 2012, 21 casos (19% de 110 casos); mientras que en 2013 fueron asesinadas 16 mujeres en junio-julio (14% de 112 casos) y en 2014 también se registraron 16 casos (16% de 102 casos).
De la comparativa por meses, entre los años 2010-2014 con respecto a 2015, en los gráficos observamos que, tanto en número como en porcentaje, se advierte una tendencia a la baja en el registro de casos del primer lustro de esta década.
Estos datos comparativos también manifiestan que esa tendencia a la baja se rompe este verano de 2015, en el que se cometieron 28 feminicidios y otros asesinatos de mujeres en dos meses, para colocarse en el año a la cabeza, de los últimos seis años, en el número de mujeres asesinadas por hombres en la franja de junio-julio (y habrá que confirmar cuando termine este año si además concentra un mayor número y porcentaje de casos cometidos en los tres meses del verano con respecto al total de casos, en comparación con años anteriores de esta década).
Por otro lado, en julio de 2015 se cometió el mayor número de casos de todos los meses de julio de está década: 17 feminicidios y otros asesinatos de mujeres; julio también es el segundo mes de todos los meses del año de esta década que ha registrado el mayor número de casos, solo superado por 22 casos registrados en abril de 2010.
Estos datos comparativos de número de casos por meses del año deberían tomarse en cuenta desde un análisis multidisciplinario en materia de violencia de género que involucre a expertos y expertas de distintos ámbitos, organizaciones de la sociedad civil e instituciones del Estado. No basta con que el gobierno de turno publique las estadísticas oficiales, que solo reconocen a las víctimas de violencia de género en el marco de la pareja y toma en cuenta en su difusión pública, nada más que el aumento o la disminución del número de casos con relación a años anteriores desde la entrada en vigor de la Ley Integral. Es cierto, como sostiene la Delegación de Gobierno, que el 2015, en los primeros siete meses del año, registra el menor número de víctimas oficiales desde el 2009 con 23 mujeres asesinadas a manos de sus parejas y exparejas. Desde un enfoque integral y sistémico de la violencia de género, tanto las estadísticas como el enfoque del recuento oficial público es limitado y parcial: no refleja la realidad completa del alcance de la violencia extrema contra las mujeres ejercida por hombres.
En España estamos padeciendo un verano bajo la peor amenaza del terrorismo machista, aquella que se cumple en su versión más letal: 34 mujeres asesinadas por hombres en dos meses y medio.
Este verano, el gobierno no fue capaz de reflejar que debía implementar los instrumentos y mecanismos a su alcance para atacar el problema desde todos los frentes posibles: el institucional, el de la seguridad ciudadana y el de la prevención a través de los medios masivos de comunicación.
Más que un “verano negro” u “oscurecido por el crimen”, como titulaban estos días un par de periódicos, es un verano sin campaña de prevención en violencia de género, con una política de Estado que ni siquiera es capaz de llamar a los feminicidios y a la violencia de género por su nombre.
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