Declaraciones que repugnan

Levante.emv 19-01-2010

Amalia Alba

Existen personajes públicos que desconocen el sentido de la democracia y de la libertad y, amparados en el cargo que ostentan, se permiten hacer declaraciones que son ofensivas ( por utilizar un término políticamente correcto dado que estamos haciendo declaraciones públicas) para más de la mitad de la población de este país.

Me refiero a las declaraciones que recientemente ha hecho el Arzobispo de Granada y que dice que cualquier mujer que aborte, su marido tiene derecho a abusar de ella porque, continua diciendo Monseñor, el aborto es una atrocidad mayor que el régimen nazi.

Y se queda tan tranquilo el SR. Arzobispo, porque posiblemente la visceralidad que llevaba dentro la ha expulsado sin medir las consecuencias que son muchas y diversas.

No ha medido nada, absolutamente nada y ello, en principio es reprochable porque una persona que ocupa un cargo dentro de una institución corre el peligro de hablar en nombre de la misma y ahí comienza su error: personalmente nos consta que solo ha hablado en nombre de la jerarquía eclesiástica, pero no en nombre de ese movimiento de cristianos y cristianas de base y se aleja de ese importante movimiento que, goza de nuestro respeto, y que son las mujeres católicas por el derecho a decidir. No haría mal el arzobispo en acercarse a ellas y escuchar sus planteamientos, basados en la correcta interpretación de los textos sagrados y en razones científicas. Repetimos, se debería acercar a ellas para aprender, dado que la vida es un constante aprendizaje.

Sr. Arzobispo : no se aleje de la realidad y analícela. Somos muchas, muchísimas las mujeres que, conscientemente, hemos interrumpido alguna vez un embarazo no deseado por múltiples razones. Somos muchas, muchísimas las mujeres que nos hemos visto perseguidas por la Ley ante una decisión que hemos tomado como personas que nos creemos nuestro derecho a decidir y, Sr. Arzobispo, son muchas, muchísimas las mujeres que han muerto porque se les ha practicado un aborto en la clandestinidad y se les ha realizado en la carencia más absoluta de las mínimas condiciones de garantía, higiene y asistencia médica.

Actualmente existe una Ley que nos protege, que nos ayuda a tomar decisiones, amparadas en condiciones adecuadas. Toda Ley es mejorable pero, a las mujeres que suscribimos, nos parece adecuada. También les parece adecuada esta Ley a nuestros diputados y diputadas que la han votado en el Parlamente y, le recordamos, cualquier Ley que sale de un parlamento democrático hay que aceptarla porque la realizan nuestros representantes libremente elegidos. Esta claro que se pueden hacer declaraciones respecto a todo, pero dentro de unos márgenes basados en la convivencia y Ud, Sr. Arzobispo, ha pasado los límites de lo permitido porque con sus declaraciones está incitando a la escoria de la sociedad, los maltratadores, a entender como justificados los malos tratos a sus compañeras. Esos malos tratos si que son comparables a las torturas que han sufrido los prisioneros y prisioneras del régimen nazi. Le sugerimos dos cosas: que se retracte y pida disculpas a las mujeres por las declaraciones que ha hecho y que cada vez que una mujer sea asesinada por su compañero, salga Ud a la calle en publica denuncia.

Ah! y tómelo como una sugerencia, nunca como una penitencia.

* Firman también el artículo Ofelia Vila, Marina Calatayud, Inés Jiménez, Chelo Marín, Elvira Ródenas, Encarna Signes e Isabel Muñoz, Ciudadanas feministas.

Fte. Levante.emv