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Cullera tenía diez casas de citas a finales del siglo XIX

Jueves 16 de septiembre de 2010

El archivo histórico de Cullera cuenta con un reglamento sobre prostitución de 1869, además de un registro de las casas de citas de la época y de los controles médicos de las prostitutas. A finales del siglo XIX y principios del XX había en la ciudad 10 casas de citas. Las prostitutas procedían de otras ciudades y solo estaban unos meses en Cullera; entre 1901 y 1903 se inscribieron más de 200 chicas en el «Cuaderno de higiene» .

PEPI BOHIGUES Levante.emv ­

Existe la creencia popular de que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo pero, a pesar de ello, su reglamentación aún sigue siendo objeto de debate. La prostitución ha pasado por un amplio abanico de posibilidades legislativas y en cada país o ciudad hay un tratamiento diferenciado para la prostitución.

Actualmente la prostitución sigue practicándose de manera «alegal» en las ciudades españolas. Por eso, hoy en día, muchas personas podrían sorprenderse al saber que el archivo histórico de Cullera cuenta con un reglamento de 1869 que regulaba la práctica de este «oficio», además de toda una serie de documentación adjunta como un registro de las casas de citas de la época, las prostitutas que allí trabajaban y documentación sobre los controles médicos que debían pasar.

El primer reglamento que figura en el archivo histórico es de 1869. Años más tarde, en 1898, estas normas se editarán en un pequeño libro titulado «Reglamento a que han de sujetarse en esta villa las amas de casas de prostitución y sus pupilas» y firmado por el alcalde de la época, Fernando Vázquez. En sus 28 artículos se detallan aspectos como que para abrir una casa de citas era necesario pedir permiso a alcaldía e inscribir en un registro a todas las prostitutas.

El reglamento estable que «la ama de la casa» debía pagar un impuesto mensual de 7,50 pesetas, además de 1 peseta por cada reconocimiento médico. Aunque en el archivo histórico de Cullera figuran varios recibos de 1906 y 1907 por valor de 5 pesetas. Esta normativa también deja claro que la dueña del negocio no podía retener a ninguna chica contra su voluntad y las prostitutas no podían ser menores de 17 años. Muchos de los artículos hacen incidencia en el cuidado de la higiene y la salud. Para abrir un local era necesaria la acreditación previa de un médico, el ama de la casa y las prostitutas debían pasar dos reconocimientos médicos a la semana y toda trabajadora debía tener su cartilla médica con las anotaciones sobre su estado de salud. En cuanto a los clientes, las prostitutas deberían negarse a mantener relaciones con los que tuvieran enfermedades venéreas.

Mas de doscientas prostitutas censadas

En el archivo histórico municipal figura documentación relativa a los registros de casas de citas existentes en Cullera. Entre finales del siglo XIX y principios del XX existieron en la ciudad alrededor de diez casas. En estos registros figura el nombre de la dueña, su apodo y la dirección de la casa. Junto a esta información figuran los datos de todas las prostitutas que trabajan en cada casa: nombre, apellidos, procedencia, edad, etc.

En el «Cuaderno de higiene» se anotaban las entradas y las salidas de las chicas. En el cuaderno que comprende entre 1901 y 1903 se inscribieron un total de 200 chicas. Prácticamente todas las prostitutas tenían entre 20 y 25 años, procedían de otras ciudades españolas y solo estaban unos medes, o incluso unos días, en la ciudad.

En una de las casas podían llegar a pasar en un año 22 chicas y la conocida como «Casa Blay» era la que contaba con más prostitutas. La Pereta, la Larita, la Lacumba, la Alegría, la Rulla, la Marra y la Suecana eran otros motes de las dueñas de las casas de citas. La mayoría de las mujeres que dirigían estos negocios eran viudas, aunque alguna llegó a estar casada. p. bohigues cullera

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