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¡Alto: faltan mujeres!

Domingo 24 de julio de 2011

Cultura disuelve el jurado del Nacional de Cinematografía porque no era paritario - Otros premios oficiales se fallan sin cumplir el equilibrio

ROCÍO GARCÍA / CHARO NOGUEIRA

EL PAÍS - Sociedad - 19-07-2011

Fue una decisión insólita que dejó perplejos a los convocados ayer a media mañana en la sede del Ministerio de Cultura, en Madrid, para debatir y elegir al ganador del Premio Nacional de Cinematografía de este año. En la cuarta planta de Cultura, en la sala número cuatro, se sentaban o estaban a punto de ocupar sus sillas cuatro mujeres y nueve hombres. El director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Carlos Cuadros, soltó el bombazo: "Tenemos un problema y por lo tanto hay que anular esta convocatoria". La estupefacción fue general. La decisión inesperada marca un hito para las políticas de igualdad. Cuadros, que presidía su primer Premio Nacional de Cine tras sustituir al frente del ICAA a Ignasi Guardans, pasó a explicar el porqué de la noticia. La composición del jurado elegido y publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado día 12 de julio no cumplía los requisitos de paridad por sexo que plantea la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres aprobada en 2007. Eran tres mujeres con voz y voto -la otra representante femenina es una funcionaria del ICAA que actúa como secretaria del jurado con voz pero sin voto- frente a nueve hombres. O sea, un 30% de presencia femenina frente a un 70% de representantes del sexo masculino, cuando el principio inspirador de la ley, que solo marca porcentajes fijos para las listas electorales, es que ninguno de los dos sexos debe de tener una participación inferior al 40%. El artículo 51 de la citada norma, que trata de los criterios de actuación en las Administraciones en el empleo público, dice expresamente que éstas deberán "promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de selección y valoración". El artículo 26, sobre la igualdad en el ámbito de la creación, obliga a las autoridades públicas a respetar y garantizar "la representación equilibrada" en los órganos consultivos y de decisión "en el organigrama artístico y cultural".

Independientemente del fallo administrativo o la posible negligencia demostrada por los responsables del ICAA al aterrizar el mismo día de la convocatoria con esta interpretación, después de que la composición del jurado llevara publicada en el BOE una semana, la pregunta que late es: ¿es obligatoria la paridad? ¿De haberse reunido el jurado y decidido el premiado, con los miembros convocados a votar, tres mujeres y nueve hombres, la resolución hubiera sido ilegal o solo discutible o mejorable? Atendiendo a la letra de la Ley de Igualdad, que ofrece más recomendaciones que normas rigurosas -excepto en lo que se refiere a la composición de las listas electorales: ningún sexo menos del 40%, establece con rotundidad-, la votación del ganador del premio hubiera contado con todas las garantías legales. Otra cosa es que la composición no hubiera cumplido con el espíritu de la Ley de Igualdad, aprobada durante el mandato de Jesús Caldera como ministro de Trabajo y Asuntos Sociales.

Por ejemplo, el jurado del último Premio Nacional de Historia de España, concedido en noviembre pasado a Pablo Fernández Albaladejo por su obra La crisis de la Monarquía, estaba compuesto por ocho hombres y dos mujeres (una de ellas presente por su cargo de subdirectora general del Libro, la Lectura y las Letras Españolas). Más de lo mismo: el Nacional de Poesía a José María Millares, en octubre de 2010, le fue otorgado por un jurado en el que solo había tres mujeres frente a 10 hombres. Caso diferente fue el Nacional de Ensayo, ganado por Ángel Lertxundi en octubre pasado, en el que los miembros del jurado fueron cinco mujeres y ocho hombres.

El caso de Cultura no es único. Como ejemplo, el premio Nacional de Diseño, concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación en octubre pasado a Oscar Mariné y el Grupo Kettal, contó con una sola mujer en un jurado de seis miembros. Según un portavoz de este ministerio, se buscará la paridad en la próxima convocatoria del galardón. El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad carece de datos sobre la composición de los jurados en los premios públicos.

Cultura, a cuyo frente figura Ángeles González Sinde, ha dado un paso al frente en defensa de la presencia equilibrada de mujeres y hombres. Un portavoz aseguró ayer que el ministerio está "muy sensibilizado con el tema de la paridad". Y puso como ejemplo la resolución publicada el pasado 23 de mayo en el BOE de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas en la que se desarrolla la convocatoria de los próximos premios nacionales que dependen de esta dirección general, los de literatura. En esta resolución se asegura: "Con objeto de poder formar un jurado paritario, cada una de las entidades deberá proponer necesariamente a dos miembros o representantes, hombre y mujer, entre los que la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas designará al que corresponda para mantener dicha paridad".

Pero este no ha sido el caso del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales. Carlos Cuadros confiesa que el ICAA no ha aprobado una resolución de estas características sobre la composición del jurado, pero que está decidido a cumplir con creces la ley. Un poco sorprendido por la reacción mediática, este responsable se muestra encantado. "Al final, que se dé visibilidad a todo esto acaba siendo muy importante. Hemos preferido no desconvocar el encuentro y que estuviera todo el jurado reunido para contar la situación. Ha habido unanimidad en aceptar la propuesta del ICAA. Nuestra obligación como Administración es cumplir la Ley de Igualdad y dar ejemplo. Me ha sorprendido la reacción en los medios, pero me alegro porque servirá de ejemplo. Esta es una responsabilidad que tenemos todos", aseguró ayer Cuadros a este periódico. Hace unos meses, el director del ICAA firmó una orden por la que las ayudas a las mujeres directoras gozarán de las mismas ventajas que las concedidas a los nuevos realizadores, con independencia de que se trate de su primer, segundo, tercer o cuarto largometraje.

El jurado que ayer se presentó en Cultura cambiará de aquí al viernes, si es que da tiempo de publicar en el BOE la nueva composición. La parte femenina estaba compuesta por Inés París (realizadora elegida por la asociación CIMA), Josefina Molina (directora propuesta por el director del ICAA) y Teresa Font (montadora, también propuesta por Cuadros). El resto de los miembros eran el propio Carlos Cuadros; José Antonio de Ory, vicepresidente del ICAA; Pedro Pérez, en representación de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE); Agustín Díaz Yanes (propuesto por Autores Literarios de Medios Audiovisuales, ALMA); César Sánchez (actor por la Federación de Artistas del Estado Español); Imanol Uribe (Asociación de Realizadores y Productores Audiovisuales); Diego Galán (el tercero de los propuestos por el director del ICAA); Enrique González Macho, por la Academia de Cine, y Álex de la Iglesia como el ganador del premio del año pasado. Completaba el jurado la mencionada secretaria con voz, pero sin voto. En la misma reunión se decidió que tres de las asociaciones convocadas -Academia de Cine, Autores Literarios de Medio Audiovisuales y la Federación de Artistas- cambiaran su representante por una mujer. Así se hará.

Independientemente de las buenas razones aducidas por el ICAA y sin criticar la Ley de Igualdad, las reacciones entre los convocados fueron dispares. Algunos consideraron inaceptable tal falta de respeto. "Al menos nos podían haber avisado antes y nos evitábamos el viaje", señaló uno de los miembros. "Me parece una absoluta falta de solvencia que se hayan dado cuenta hoy después de que los nombres se hayan publicado hace una semana en el BOE", dijo Pedro Pérez, quien no ocultó su decepción. "Lamento que un premio reconocido por el prestigio de los que lo han obtenido en años anteriores inicie la andadura de este año con graves fallos en las formas, cuando éstas deberían ser impecables", añadió el presidente de los productores.

Más allá de esas quejas, hay quien ha tomado lo ocurrido como una buena noticia. "Me parece fenomenal la decisión del Ministerio de Cultura de hacer jurados paritarios", afirma la cantante Cristina del Valle, presidenta de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género. "Las ciudadanas somos más del 50% de la población y debemos estar representadas en todos los espacios públicos. Ahora se manda un mensaje social clarísimo contra la invisibilidad femenina, especialmente en un área como el arte y la cultura que debe estar atravesada por la igualdad", añade.

También defiende la medida la directora de la cátedra de Género de la Universidad Rey Juan Carlos, Laura Nuño. "Cultura está aplicando la filosofía de la Ley de Igualdad. Esa iniciativa debería extenderse a los jurados de todos los premios, públicos y privados". En la misma línea, Ángeles Álvarez, de la Fundación Mujeres, plantea que "otros ministerios deberían aplicarse el cuento y hacer el mismo desarrollo reglamentario de la Ley de Igualdad". "Lo lamentable es que hayan tardado tanto en darse cuenta de que el jurado no era paritario, porque la Administración debe tener sistemas que le permitan detectar los incumplimientos de las leyes", añade.

"El ministerio cometió un error y lo ha subsanado. Eso se enmarca en la normalidad. Las leyes están para cumplirlas", defiende la directora general del Instituto de la Mujer, Laura Seara. "Crear jurados paritarios, aunque no sea obligatorio, es una medida ejemplarizante. Cultura ha hecho una apuesta clara y merecedora de aplauso en pro del equilibrio en las tomas de decisión". Aunque obligue a cambiar las agendas de los miembros del jurado.

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