Edición 1989, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 19 de Agosto al 1 de Septiembre de 1998.
SUMARIO Resumen VOZ
15 DÍAS
Enfoque:
Reingeniería militar
Mirador:
El plan Marshall
Sin pan no
hay paz
La posesión
de Andrés Pastrana.
El nuevo gabinete
de Andrés Pastrana.
La nueva cúpula
militar
El asesinato
de Miller Chacón
El cuento de la sociedad civil (por Alfredo Valivieso) El activo Nacional
de Mujeres Comunistas
Los trabajadores
preparan encuentro estatal
Ideología
La central
unitaria de trabajadores estima en 20% la inflación finalizando
año
Monseñor
Pedro Rubiano Sánez
Conferencia Regional Comunista El país
Vasco
Tribuna
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El Mirador
El Plan Marshall (por Carlos Lozano Guillén) Para la edición pasada envié desde Madrid (España) la columna "Mirador", dedicada a los temas de las expectativas de paz y del llamado Plan Marshall para Colombia anunciado por el nuevo mandatario, pero fue "colgada" por razones de espacio, esa antipática dictadura inexorable en los medios de comunicación. Sin embargo, quiero volver sobre los mismos temas, tan trajinados, claro está, pero al orden del día como se observó con fuerza en el discurso de posesión del presidente Andrés Pastrana Arango. No dejó de llamarme la atención que ya no habló del "Plan Marschall" para la paz, sino de un fondo tripartito para financiarla. Quizás es mejor, porque si algo despierta sospechas es ese nombre que no es el más apropiado, porque en realidad el "Plan Marshall" (el original) fue para estimular la guerra fría y el feroz anticomunismo y puso en peligro la paz mundial lograda tras la derrota del nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial. So pretexto de reconstruir a Europa devastada por la conflagración, el general Marshall, Secretario de Estado yanqui, atizó el anticomunismo y la guerra fría para cerrarle el paso a los cambios políticos y sociales avanzados en varios países en donde se fortalecieron las fuerzas democráticas y revolucionarias. Pero tampoco me convence que el acento principal en el tema de la paz lo coloque el presidente en el Fondo Tripartito (Gobierno, ayuda exterior y oligarquía), para financiar la reconciliación. Realmente, la fuerza debe estar es en el despeje, el diálogo y en la agenda del mismo la cual debe dirigirse hacia los cambios políticos, sociales y económicos de fondo que el país reclama y cuya ausencia originó el conflicto y lo ha mantenido durante cinco décadas y sobre lo cual no hubo alusión alguna en el discurso presidencial. A estos cambios no se refiere para nada la oligarquía colombiana, tan embelesada como está en el frenesí de paz. Ni siquiera lo hacen los avivatos representantes de los gremios burgueses, Sabas, Villegas y cia., que mediante ordinario raponazo se apoderaron de la vocería de la "sociedad civil", que nadie les otorgó, pero a la que tampoco representan como que son parte del poder dominante. Sabas, Villegas y sus amigos hablan de meterse la mano al bolsillo (aunque en verdad la inversión en bonos de paz redimibles mán bien parece un negocio) pero ignoran la necesaria mejor distribución de la riqueza y del nuevo orden político, social y económico en el país; los latifundistas ofrecen el 10 por ciento de las tierras para la paz, pero no aceptan la reforma agraria. Igual sucede con los gringos que ofrecen migajas, mientras permanecen amenazantes con sus pretensiones intervencionistas. Así será muy difícil un proceso de solución política del conflicto. Pastrana tampoco ha sido enfático sobre estos aspectos. Pero bueno, al menos está comprometido con el despeje de los cinco municipios propuestos por las FARC-EP para iniciar el diálogo. Es ya un avance luego del cuatrienio samperista de guerra integral y guerra sucia. |