Edición 1995, licencia
No. 002357 del Ministerio de Gobierno.
Quincena del 11 al 24 de Noviembre de 1998. SUMARIO
Economía: Economía
política y lucha de clases
Páginas Editoriales: Enfoque:
Los cien días.
Editorial: Las elecciones en Venezuela. Mirador:
Hablemos de Machuca
Cartas. Nacionales: El asesinato
de Gómez Hurtado. Los hilos de la red derchista.
Cambios en la cúpula. Ascendidos los cuestionados. El encuentro
Pastrana-Clinton. Más dependencia.
Tema Central: Panel VOZ.
Internacional: Habla para
VOZ el abogado que llevó a la cárcel a Pinochet.
Un
desquite histórico.
Exitoso
encuentro del Foro de Sao Paulo.
Cultural: La izquierda
en el umbral del Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible.
Máximo Jiménez: el cantor del pueblo. Reinaldo
Ardil, de la pluma al fusil.
Ulitma: El diálogo entre el gobierno y las FARC. Incidnetes en la antesala. |
El encuentro Pastrana—Clinton.
MÁS DEPENDENCIA El regreso a las relaciones de Estado con el gobierno estadounidense, arrastra consigo la política de sometimiento neocolonial en la cual la piedra angular es la estrategia antidrogas amarrada con empréstitos multimillonarios. La paz no puede ser a costa del endeudamiento externo. Aún no cesa el coro de adulaciones al presidente Pastrana por los efectos de su reciente visita a Washington. Los colombianos nos habíamos acostumbrado a la etapa de exclusiones impuesta por los Estados Unidos (sobre todo en el cuatrienio samperista) y la reciente visita de Estado, después de varios años de descertificación, nos pareció un hecho excepcional. Como antes de empeorar las relaciones colombo-norteamericanas, la política de Washington para Colombia es ahora la de asegurar la dependencia a través del endeudamiento, expresada ésta en el sometimiento incondicional a los designios del Tío Sam, cuyo eje central es la política antidrogas. El Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano (BID) destinarán préstamos para Colombia por 2.000 millones de dólares. Suma que representa el 50 por ciento de los recursos que el Ejecutivo espera reunir entre 1.999 y el año 2.000 para cubrir temporalmente el déficit fiscal y las presiones financieras sobre la economía pues la cifra total para superarlo es de 4.000 millones de dólares. La decisión del BID y el BM fue graficada magistralmente por los medios de información, que reflejaron a un Presidente colombiano sonriente estrechando las manos de los zares de la banca internacional Enrique Iglesias y James Wolfen-sohn. Tras ellos, en un plano cercano contemplaba la escena el secretario general de la OEA César Gaviria, quien no tuvo empacho en invitar al Partido Liberal a contribuir decididamente con el gobierno de Pastrana y a defender el modelo neoliberal, pues a su juicio, éste no se puede sacrificar por ningún motivo. Así inicia Gaviria su campaña a la presidencia de la República para inicios del Siglo 21. El discurso de Pastrana ante Clinton, pronunciado
en inglés para que no hubiera lugar a dudas, es un discurso de sometimiento
en el cual gira como eje central la política antidrogas y en segundo
plano la necesidad de apoyo al proceso de paz. Pastrana exhaltó
al presidente Clinton y no contento con esto, dirigiéndose a su
esposa Hillary la calificó de “Primera dama del hemisferio”.
En esa dirección es bueno decir que la paz no puede lograrse a costa de más endeudamiento, con las consecuencias que esta estrategia arrastra para el desarrollo económico autónomo y la soberanía nacional. Tampoco puede avanzarse en las conversaciones pretendiendo colocar a la insurgencia como fuerza de choque contra el narcotráfico o como instrumento de la erradicación de los cultivos ilícitos, surgidos en Colombia a causa del olvido oficial a regiones apartadas del país. Esto es competencia del gobierno. Quizá lo único positivo del encuentro
del Presidente de Colombia con el Presidente de Estados Unidos sea el compromiso
adquirido por Clinton de convocar una cumbre mundial de países donantes
para el proceso de paz. Donación, definitivamente es una palabra
diferente a préstamo. Muy diferente al compromiso de Pastrana con
el BID de crear un Fondo de Paz(con plata prestada) de cinco billones de
pesos a invertir en los próximos cuatro años. Plata, que
con la corrupción a bordo, puede desviarse de su cauce humanitario.
De esfumarse el dinero para la paz, no podría avanzarse en el diálogo
con la insurgencia, pues no se lograrían las reformas políticas
y sociales que ésta plantea en su decálogo. Se entraría
entonces en una guerra sin retorno que por ahora está costando al
fisco nacional 12 billones de pesos anuales.
|