1 de Mayu:

La defensa dice que no hay pruebas contra Víctor Cuetos
El fiscal pide cuatro años de cárcel en el juicio del joven detenido en las protestas de Nagisa

LVA Gijón  

La defensa del joven Víctor José Cuetos para quien el fiscal solicitó una pena de cuatro años de prisión como presunto autor de los delitos de desobediencia a la autoridad, desórdenes públicos y lesiones a seis policías durante unas movilizaciones de Naval Gijón, pidió la libre absolución de su pupilo al no haber "ninguna prueba clara". El juicio quedó ayer visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal número 2 de los de Gijón.

 

Víctor Cuetos (a la derecha), en un momento de la celebración del juicio.
Foto:ARMANDO ALVAREZ

El fiscal basó sus conclusiones en las declaraciones de seis agentes de la policía antidisturbios que intervinieron en las protestas el día de autos. Tres de ellos, entre los que está el que realizó la detención, aseguraron en su declaración que reconocieron a Víctor Cuetos como una de las personas que, desde las primeras horas de aquel 10 de febrero del 2000, más se destacaba en el lado de las barricadas de los obreros de Nagisa, lanzando voladores, petardos, sprays y todo tipo de objetos contra las posiciones de los antidisturbios.

Sin embargo, la defensa mantuvo en todo momento que el joven no participó en las movilizaciones y que se vio metido en la refriega cuando, tras salir de clase, acudió al astillero para interesarse por su padre, que trabaja en la factoría.

En el momento de la detención se le ocupó un pañuelo que según Víctor se lo dio la gente del astillero para que pudiera respirar entre el mucho humo que había en la zona y, según la policía, lo utilizaba para taparse el rostro en los hostigamientos.

El agente que hizo la detención manifestó no albergar ninguna duda de que el joven participó en la refriega. "Era el que más se exponía, el que más se adelantaba para lanzar voladores y todo tipo de objetos", afirmó.

Sin embargo, la defensa aludió a la imposibilidad de identificar a nadie en unas acciones en las que había continuo movimiento de decenas de obreros que iban embozados en un lugar casi permanentemente cubierto por el humo procedente de los botes de humo y de los voladores.

La defensa hizo hincapié en que no se le puede atribuir a su defendido la posesión de los objetos que fueron recogidos en el lugar de los hechos: dos voladores sin explotar, dos sprays inflamables y dos artefactos preparados para disparar.

 


Paros en astilleros y concentración de apoyo

Varios cientos de personas se concentraron ayer desde las 10.30 horas ante los juzgados del Natahoyo en apoyo de Víctor José Cuetos para pedir su absolución. La mayor parte de la gente no pudo acceder a la sala ante lo reducido del local por lo que esperaron fuera a que terminara el juicio, aguardando la salida del joven que fue recibido con aplausos.

Los astilleros de Juliana y Nagisa pararon durante una hora para acudir a la concentración, así como institutos como el de Emilio Alarcos cuyos alumnos protagonizaron un corte de carretera en la plaza del Padre Máximo González, frente al astillero. Ante la presencia de tanta gente en los aledaños de los juzgados, la Policía Local optó por cortar el tráfico en la avenida Juan Carlos I en su sentido ascendente.

Durante la celebración del juicio, el público de la sala con sus murmullos manifestó su disgusto por las declaraciones que hizo un policía experto en explosivos que compareció como testigo pericial del fiscal al relacionar los objetos que fueron recogidos en las movilizaciones del naval con la kale borroka del País Vascos, ya que, según dijo, son artefactos explosivos similares. Por su parte, la defensa subrayó que ninguno de esos artilugios le fue ocupado a Víctor Cuetos.


2 de Mayu:

La jueza absuelve a Víctor Cuetos de los cargos por las protestas de Nagisa

 
La sentencia dice que el joven no participó y que no hubo desórdenes públicos

LVA Gijón  

 
El joven Víctor José Cuetos para quien el fiscal pedía cuatro años de prisión por un delito de atentado a la autoridad, desórdenes públicos y lesión a seis policías durante las protestas de Naval Gijón, resultó absuelto por la jueza titular del Juzgado de lo Penal número 2, Rosario Hevia, según sentencia hecha pública ayer.

 

Víctor Cuetos en un momento del juicio celebrado el pasado jueves.
Foto:ARMANDO ALVAREZ

En el juicio celebrado el pasado jueves, la defensa argumentó la inocencia de su pupilo en que no había pruebas contra Víctor y que éste se vio envuelto en la refriega que mantenían los trabajadores y los antidisturbios cuando acudía al astillero a interesarse por su padre que trabaja en la factoría.

Sobre la autoría del acusado en los hechos que se le imputan por parte del fiscal, la jueza, que también alude a las contradicciones notorias y las imprecisiones entre los policías que declararon como testigos, dice en la sentencia: "no es que exista duda razonable" (sobre su participación) "sino que todos los indicios aportados por las partes afirman la no participación del mismo en los hechos que se le imputan".

Además la jueza hace notar que Víctor vestía de calle (las fotos demuestran que llevaba una cazadora de ante marrón), nada que ver con los monos azules y los cascos blancos que utilizan los trabajadores en las movilizaciones, con embozos para ocultar el rostro y protegerse de botes de humo y pelotas de goma. Curiosamente, estos detalles que sí hubieran servido para identificar al detenido entre el conjunto de trabajadores, ni siquiera fueron mencionados por los policías.

En los fundamentos jurídicos de la sentencia se recoge que no hubo desórdenes públicos, porque las movilizaciones eran anunciadas y publicitadas, "se sabía con antelación que se iban a producir". El tráfico se cortaba metros antes y después de la plaza Padre Máximo González para garantizar la seguridad de los transeúntes, y la prueba de que las movilizaciones se circunscribían a un ámbito muy reducido como era las inmediaciones del astillero, dice la jueza, es que el ferrocarril, los juzgados y la comisaría, que están en la zona, funcionaban normalmente.

Sobre los delitos de lesiones que sufrieron los agentes la jueza afirma que "no se deben a una conducta activa del acusado de golpear, acometer o resistir", y tampoco está acreditado que se produjeran en el margen horario en que el acusado estuvo en el lugar.

Sobre la peligrosidad de los artefactos recogidos en el lugar de las protestas, no en poder de Víctor, la jueza dice que "me ha llamado poderosamente la atención", la insistencia del fiscal y de los policías en decir que son similares a los de la kale borroca para tratar de influir en el ánimo de la juzgadora.

 


Alegría en la familia después de mucha intranquilidad

La alegría era manifiesta en la familia de Víctor. El padre, Victorino Cuetos, marchaba para Madrid cuando conoció la sentencia y optó por aparcar la maleta y dejarlo para otro día. "Ha sido una alegría tremenda y que da tranquilidad porque el chaval está en plenos exámenes", aseguró ayer Victorino. En casa no se olvida que varias veces recibieron llamadas telefónicas amenazadoras que se supone procedentes de grupos de extrema derecha. También aparecieron pintadas en las paredes de la Feria de Muestras en vísperas del concierto de solidaridad con Víctor.

La familia está dolida por el intento de la acusación de relacionar las protestas con la kale borroca , "cuando precisamente esas acciones desprestigian al movimiento obrero", declaró ayer Victorino, trabajador de Nagisa y militante de la CSI.

Víctor aseguró que nunca participó en las protestas y la jueza parece darle la razón ya que en la sentencia discrepa de que el acusado hubiera sido el más arrojado y el que más se exponía en lanzar cosas contra los agentes como dijeron los antidisturbios. De ser los hechos como los relata la policía habrían detenido "al más tonto" porque el detenido corrió hacia los agentes.

 

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