Argentina: Bosque conservado por los Wichi, destruido por empresas agricolas
La historia de la comunidad Hoktek T'oi del pueblo indigena Wichi en la Provincia de Salta (en el norte argentino) es una historia de sufrimiento causado por politicas estatales vinculadas a intereses economicos. En estos ultimos anos las autoridades, lejos de hallar una solucion para poner fin a 100 anos de usurpacion e injusticia, no han hecho otra cosa que continuar atentando contra los derechos y la propia existencia del pueblo Wichi, que ha protegido el bosque tropical en donde siempre ha vivido.

Es importante destacar que el pueblo Wichi llevaba 12.000 anos viviendo en su territorio cuando, segun cuentan los ancianos de la comunidad Hoktek T'oi, vieron aparecer a los primeros argentinos blancos. Tras estos vinieron los duenos de "obrajes", que ademas de explotar la mano de obra indigena, talaro! n y vendieron la madera de la selva donde desde hace siglos la comunidad practicaba actividades sustentables de caza, de recoleccion y de cultivo. A pesar de ser el legitimo dueno ancestral, solo se le reconoce a la comunidad el titulo "legal" de propiedad sobre 27 hectareas de su propio territorio. Le han sido usurpadas 75.000 hectareas.

Desde 1910 el territorio de la comunidad ha venido cambiando de "propietarios", hasta que en 1996 las tierras alrededor de la comunidad Hoktek T'oi fueron escrituradas a nombre de la empresa agricola Los Cordobeses S.A. De entrada, la empresa intento trasladar a la comunidad, pero los miembros se opusieron, sabiendo como conocedores del area que la empresa queria desplazarlos a una zona de terreno anegadizo. Ante esa resistencia, la empresa acorralo a la comunidad mediante una "donacion" de 27 hectareas, que la empresa procedio a alambrar.

En busca de asesoramiento y apoyo los Wichi de la comunidad recurrieron a la Asamblea Pe! rmanente por los Derechos Humanos (APDH), y fue asi como se conformo una organizacion comunitaria con el objetivo de defender su territorio.

Las represalias de la empresa no demoraron en hacerse sentir.

Haciendo uso del permiso para deforestar otorgado por el gobierno de la provincia de Salta, la empresa se puso a arrasar el bosque nativo y por ende el ambiente y los medios de subsistencia de la comunidad. De nada sirvieron las multiples gestiones realizadas por la comunidad para que ese permiso no le fuera otorgado a la empresa. Ni las autoridades provinciales competentes en materia de defensa de las comunidades indigenas, ni las responsables del medio ambiente, ni la propia justicia, dieron el menor curso a las demandas de los Wichi por el etnocidio cultural y el irreparable dano social y ambiental que produciria la deforestacion.

Con el beneplacito de cuatro distintos tribunales, el dano se esta realizando con impunidad. El bosque milenario se elimina con maquina! ria pesada y cadenas; se acopian los troncos, las ramas y las raices y se los quema; se realizan fumigaciones aereas sobre los cultivos y la gente de la comunidad; hasta hubo intentos de destruccion de sus viviendas y su cementerio. Todo ello, unido a amenazas permanentes, se cuenta entre los innumerables abusos que durante estos ultimos anos han venido cometiendo la empresa Los Cordobeses S.A. y las arrendatarias Cremer S.A. y Mirco S.A.

Actualmente la comunidad Hoktek T'oi constituye un islote verde en medio de un campo marron en el que el bosque ha sido definitivamente destruido y sustituido por cultivos agricolas. La empresa, no contenta con lo que habia devorado ya de la selva, intento varias veces (con la topadora, con la policia, con personal contratado y con un escribano publico), cercenar los limites de la isla verde que alberga la comunidad. Quiso reducirla en un tercio, para desalojar a la comunidad.

Los Wichi opusieron nuevamente una resistencia fisica, pol! itica y juridica, llegando a interponer en el foro local de la Justicia una accion contra Los Cordobeses a fin de prevenir el desalojo y defender el remanente de bosque nativo.

El juicio tardo un ano en resolverse, involucrando numerosas audiencias a las que la empresa faltaba con regularidad. Aunque carente de recursos, la comunidad no dejo decaer sus derechos e insistio con su reclamo. Contaba, ademas, con una fuerte campana de apoyo llevada a cabo a nivel nacional e internacional por organizaciones no gubernamentales e individuos solidarios, que mandaron cartas al juez de causa y al gobernador de la provincia de Salta, instandoles a que respeten los derechos legales de la comunidad. La campana de apoyo incluyo tres acciones urgentes por parte del WRM. Fue asi como los Wichi lograron finalmente conseguir, a fines de junio de este ano, una sentencia favorable.

Por lo tanto, han logrado el reconocimiento legal de su posesion de las 44 hectareas del islote verde, que se! mantiene como un oasis de vida frente a las depredaciones causadas por las "langostas" empresariales, como los Wichi mismos las definen.

Sin embargo, la empresa aun no se da por vencida y el 23 de agosto apelo la sentencia emitida por el Juez en favor de los Wichi.

Hace dos anos la comunidad presento ante el Congreso argentino un Proyecto de Ley de Expropiacion, por el cual esta intentando recuperar un area de 3.000 hectareas de selva, que constituye apenas el 4% de su territorio. El Proyecto de Ley ya tiene media sancion, habiendo sido aprobado unanimemente por los Diputados en el mes de noviembre del ano pasado. Mientras queda pendiente su tratamiento en el Senado, las 3.000 hectareas se estan deforestando. Si la expropiacion no se hace ley urgentemente, las tierras se convertiran en un paramo que no sirve para nadie, ni siquiera para las langostas.

Mientras el gobierno argentino estampa solemnemente su firma en todo acuerdo ambiental o social que se elabora ! a nivel internacional (sobre bosques, biodiversidad, clima, derechos humanos o lo que sea), los Wichi se han visto obligados a recorrer intrincados caminos administrativos y juridicos --denuncias, audiencias, inspecciones, recursos y apelaciones-- para defender su bosque y sus derechos. La comunidad Hoktek T'oi ha sido la responsable desde siempre en "velar por la permanencia de los bosques nativos de la Provincia, la conservacion de la biodiversidad y el mantenimiento del equilibrio ecologico", como exige la ley nacional, totalmente ignorada por autoridades, jueces y abogados representantes de un estado provincial racista, tanto o mas culpable que las propias empresas que hoy en dia provocan la agonia del pueblo Wichi.

Es hora de que la Argentina reconozca la existencia, aun negada en los hechos, del pueblo indigena Wichi. Es hora de que se reconozcan sus derechos territoriales y culturales. Es hora de que se haga justicia.

La resistencia de los Wichi debe ser apoyada! por todos, pero en primer lugar por los habitantes de la provincia y del pais donde esta tragedia esta ocurriendo. Por mas informacion sobre los Wichi, consultar en:

http://www.wrm.org.uy/paises/Argentina/wichi.html