Utopía // 2 de febrero de 2006

¿Socialismo o Barbarie capitalista?

ES HORA DE LOS PUEBLOS

Los pueblos del mundo, tiernos y rabiosos, humildes y corajudos, continuamos hoy la gesta histórica de lucha y resistencia emprendida desde hace siglos en todas latitudes de nuestro planeta, lucha que desde el surgimiento de la propiedad ha tenido un enemigo común, la clase opresora y sus “reglas del juego”, lucha por la construcción de una sociedad justa y humana. El puño en alto, el pecho afuera, el corazón en la mano, los ojos en el horizonte, la vida de millones de hermanos y hermanas nos han traído con el devenir de la lucha de clases, motor de la historia, a una nueva encrucijada, quizás el momento definitorio para el curso de la humanidad. Veamos por qué…

El Capitalismo, en los últimos años continúa agudizando contradicciones cada vez más fuertes. Esto inevitablemente nos ha llevado a crisis más y más agudas y con ellas a que existan más pobres y menos ricos sean más ricos. Este comportamiento del sistema lo hace insostenible desde el punto de vista social, económico y ecológico, y con ello la posibilidad cada vez mayor de que las fuerzas revolucionarias le demos un golpe definitivo. La actual crisis se genera por la incapacidad de las grandes empresas trasnacionales de producir masas de capital sin caer en la sobreproducción, pues una vez ésta ocurre, ocasiona que el dinero procedente del capital productivo se traslade a la esfera del capital financiero (bolsas de valores, institutos financiaros internacionales, etc.) generando así el retroceso de las fuerzas productivas. Ahora bien, el surgimiento de este capital resulta arma de doble filo, pues si bien por un lado garantiza flujo de capital entre Estados Imperiales, por otro continúa generando más capital inorgánico, pues no proviene del trabajo productivo (única y verdadera fuente de la riqueza). La esfera financiera se infla hasta asfixiar a la productiva, pero como todo globo, no tarda en reventar.

Mientras aumentan las contradicciones capital financiero vs. capital productivo y los capitales transnacionales entre sí, la economía europea y asiática se posicionan cada vez mejor, pudiendo poner en jaque a la economía norteamericana que desde el 2002 ha venido sufriendo un declive significativo y pudiera entrar muy pronto en su etapa terminal.

La crisis del modelo de consumo y la crisis energética también se agudizan, el horizonte de reservas de energía fósil no garantiza muchos años, las reservas de agua también son escasas y la voracidad por el control del vital líquido le exige al imperio norteamericano una política más agresiva hacia la Amazonia.

Por si fuera poco, en Medio Oriente, el heroico pueblo Irakí continúa resistiendo y ocasionando heridas más severas al imperialismo norteamericano. En Latinoamérica se intensifica la batalla con un importante auge de masas que ha conllevado al levantamiento de procesos de liberación en distintas latitudes del continente, que preocupan cada vez más al imperio. A todo esto se le suman las selvas colombianas, donde el combate de las fuerzas revolucionarias y la consecuente insurrección que se gesta allí desde hace casi medio siglo, ha avanzado significativamente en los últimos años, generando entre otras cosas, el fracaso de la política paramilitar del lacayo del norte Álvaro Uribe Vélez.

¿Será ésta la Crisis Terminal del Capitalismo?

Dependerá en gran parte de nosotros, pueblos y revolucionarios del mundo quienes debemos ejercer la lucha sin tregua en esta etapa trascendental de la historia. Si revisamos atrás, encontraremos que el fascismo ha sido la expresión política de los grandes grupos de poder, del gran poder trasnacional, y es puesta en marcha de manera contundente como último recurso ante la agudización de la crisis, cuando el sistema no encuentra más formas de mimetizarse. El uso de la violencia por parte de los poderosos es incuestionable, recurrirán siempre a ella, en diversas formas, en distintas intensidades. Por ello debemos estar preparados siempre para dar respuesta a la eminente confrontación directa con el imperio en todos los espacios, la construcción militar para la defensa de la vida debe ser concebida como estratégica, pues la historia no se equivoca y ha demostrado que es una etapa lamentablemente inexorable. El enemigo no vacila, nosotros tampoco podemos darnos ese lujo. La victoria de los sueños por la vida dependerá de la correcta combinación estratégica de TODAS las formas de lucha, definidas por el contexto y el momento histórico particular de cada pueblo del planeta.

No olvidemos que la lucha se ejerce entre poderes en pugna con intereses irreconciliables, Liberación - Dominación, Socialismo - Capitalismo. La acumulación de fuerzas es necesaria para optar al poder y así recuperar la vocación de poder que lamentablemente ha perdido la izquierda, poder como herramienta para la destrucción de la burguesía. Urge nuevamente el Partido Revolucionario, con los elementos más avanzados del propio pueblo, que sean capaces de direccionar todas las luchas hacia la construcción del socialismo, que sirva como estímulo moral, como abreviador del camino hacia el horizonte, que sirva para acelerar la marcha y cosechar los frutos en la nueva sociedad. “Sin Pueblo no hay Revolución, Sin Vanguardia Tampoco”.

El Internacionalismo Revolucionario es una tarea central para la victoria, y debe trascender de la etapa altruista y concebirse como la unidad sincera y programática de los revolucionarios del mundo, golpeando todos juntos, con todas las formas posibles, al enemigo común El Imperialismo.

Solidaridad Con el heroico pueblo Irakí, Palestino y Colombiano, no significa sólo una consigna, un verso; significa la derrota definitiva del Imperialismo. Es Hora de los Pueblos.

“Contra el imperialismo; uno, dos, tres Vietnam; tres Colombias”…

CORRIENTE MARXISTA BOLIVARIANA

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