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LA PROSPE RESISTE
APRENDIENDO A APRENDER, APRENDIENDO A LUCHAR

26 años de educación popular

"La educación como diálogo, en vez de la educación como discurso. La educación participativa, no impositiva. Educación en cooperación, no en competición. En definitiva, educación para la liberación, no para la sumisión".

Cuando nos propusieron publicar un artículo sobre la Escuela Popular de "La Prospe" y el problema que tenemos con nuestro local, nuestra primera reacción fue la de hacer un típico artículo informativo, siguiendo el consabido esquema: Historia de la educación popular y de la Escuela - Organización y funcionamiento - Planteamientos educativos - Problemas del local y lucha actual - Conclusión: hasta la victoria siempre... O algo por el estilo.

Pero la verdad es que el esquema ya nos aburre hasta a nosotr@s mism@s, así que decidimos intentar escribir algo diferente. Este texto es un intento de transmitir una experiencia viva, como es "La Prospe", de la manera más viva posible: partiendo de lo concreto, de nuestras experiencias, contradicciones y conflictos. No es que nos regocigemos con nuestros errores, contradicciones y problemas, sino que descubrirlos, admitirlos y comprenderlos es el primer paso para resolverlos. El estilo informativo/descriptivo lo hemos utilizado sólo en unos pocos puntos.

Tal vez no resulte este texto tan claro e informativo como "el típico artículo", pero sí creemos que transmite mejor lo que representa una experiencia vital de aprendizaje como "La Prospe". Nosotr@s, al menos, no nos hemos aburrido haciéndolo...

UNA EXPERIENCIA VARIOPINTA

¿Qué sale de mezclar adolescentes anarquistas y/o autónomos, mujeres amas de casa que superan la cincuentena, universitari@s en paro discontinuo, pedagog@s y educadores/as sociales, inmigrantes de las cuatro puntas del planeta, jóvenes oenegeros, okupas y "veteranos que corrían delante de los grises"... en una misma asamblea? Pues mil líos, mil discusiones y una experiencia social maravillosa. Sale la Escuela Popular de "La Prospe", llena de contradicciones, de errores y de aciertos, pero siempre viva mientras sigamos dispuest@s a aprender tod@s de tod@s.

EDUCACIÓN POPULAR, DEL PUEBLO Y POR EL PUEBLO

Uno de los debates recurrentes de la Escuela es la definición de educación popular. La acepción política del término extendida por Paulo Freire y muchos otr@s educador@s latinoamerican@s, se refiere a un proceso de formación y capacitación puesto en marcha desde la perspectiva de l@s oprimid@s, para que est@s, a través de la toma de conciencia y la acción organizada, logren romper los esquemas de dominación y construir una sociedad nueva, sin oprimid@s ni opresor@s. Se trata pues de un planteamiento revolucionario.

Curiosamente, el concepto de "educación popular" fue perdiendo su contenido político e identificándose con el de educación del "pueblo", es decir, la alfabetización y formación reglada básica para personas adultas analfabetas o sin una titulación académica mínima.

En el curso 96/97 teníamos claro que la Prospe tenía que seguir siendo una Escuela, pero nos preguntamos cómo seguir haciendo "educación popular" en un barrio y en un tiempo en que las necesidades y condiciones de la población han ido cambiado radicalmente en los últimos años. Hemos intentado dar al concepto de educación popular su verdadero sentido, desligándolo de la formación más o menos reglada para personas adultas, derivando ésta hacia cursos de "herramientas básicas" para entender la realidad y poniendo en marcha los Grupos de Aprendizaje Colectivo (GACs), dirigidos a personas de cualquier nivel académico.

PERO... ¿QUÉ ES UN GAC?

Curiosamente nunca se proponen a la Asamblea Grupos de Aprendizaje Colectivo de Lengua, de Matemáticas o de Geografía de España, es decir, de las típicas áreas de la educación formal y reglada. Las propuestas de aprendizaje que surgen giran en torno a temas sistemáticamente marginados por la educación oficial: interculturalidad, medios de comunicación, mujer, trabajo y paro, etc.

¿Que qué es un GAC? Aún estamos definiéndolo. Un debate muy interesante que hemos tenido sobre uno de los GACs puede resultar altamente ilustrativo. Surgió una polémica con el GAC 'Leer la vida', un grupo que estudiaba colectivamente todo tipo de realidades como si fueran textos. Comenzó hace años como taller, luego se constituyó en GAC y entonces se planteó el debate sobre si realmente lo era o no. Tras dos años de funcionamiento como tal fuimos viendo en sucesivas asambleas que el grupo no acababa de satisfacer de manera convincente una serie de criterios como la progresiva desaparición de la figura de profesor/a o monitor/a, la colaboración con otros grupos de la Escuela o la producción de iniciativas y materiales propios del aprendizaje para la acción. Finalmente, tras bastante debate, el propio grupo decidió volver a denominarse "Taller..."

¿QUIÉNES SOMOS L@S PROSPERIAN@S?

En 1991, más de la mitad de l@s participantes de la Escuela, unas noventa o cien personas, eran alumnas de alguno de los cursos reglados. En ese año empezó a consolidarse un pequeño grupo de español para inmigrantes. En 1999, el número de alumnas en cursos reglados es muy inferior (no llegan a treinta), y hay más de cuarenta inmigrantes, distribuidos en cinco grupos. Hay más de sesenta personas participando en alguno de los GACs, talleres, actividades diversas. No cabe duda de que la oferta de actividades condiciona el perfil de participantes, pero tampoco (y creemos que eso es lo importante de una organización participativa y autogestionaria) de que el perfil de participantes condiciona las actividades de la Escuela.

Hasta hace unos años, la mayor parte de gente de la Escuela llegaba con la expectativa de impartir o recibir clase en alguno de los muchos grupos de enseñanza reglada. Las razones explícitas por las que la mayoría de las personas que nos metimos en la Escuela durante muchos años han sido, valga la redundancia, escolares. Las razones implícitas, que se iban manifestando a lo largo del curso (o de muchos cursos), tenían más que ver con el deseo de conocer gente y salir de un medio familiar cerrado (era el caso de muchas alumnas), o de hacer "una buena acción", o participar en un proyecto educativo alternativo, o formar parte de un movimiento social vagamente subversivo, o adquirir conciencia política...

Últimamente, las expectativas de participación son mucho más difusas. En muchos casos, la reivindicación de los espacios sociales para uso público y la defensa de la Escuela frente a la agresión del ayuntamiento y el arzobispado son razones habituales por las que se acerca la gente. Tal vez, la situación actual hace que se vea antes el adjetivo POPULAR que el sustantivo ESCUELA. En todo caso, es frecuente que la gente que se acerca atraída por la lucha y la resistencia, se integre en algún GAC, o en cualquier otro grupo de la Escuela.

LA EVALUACIÓN: "PREFIERO SUSPENDER DE PIE QUE APROBAR ARRODILLADO"

En 1984 la Escuela fue reconocida por el Ministerio de Educación y Ciencia como Centro de E.P.A. (Educación Permanente de Adultos). Lo que supuso que La Prospe podía dar el Graduado Escolar sin necesidad de que l@s alumn@s se examinaran en un centro del Ministerio. No obstante, el dar un título oficial ha provocado muchas contradicciones durante años: ¿es compatible la educación popular con el listado de calificaciones de l@s alumn@s solicitadas por el Ministerio al final de cada curso?

Se intentó resolver esta contradicción en los grupos reglados aplicando unos criterios y un procedimiento de evaluación para quitar a l@s monitor@s el "poder" de juzgar y de calificar y dárselo al colectivo del grupo. La evaluación no sólo se refería a l@s alumn@s, también a l@s monitor@s y por supuesto se evaluaba no sólo el nivel de conocimientos alcanzados en una determinada área, también la participación en el grupo y en la Escuela. Este sistema de evaluación resultó, no obstante, fuente de continuos conflictos a lo largo de los años que dimos el título de graduado. En muchas ocasiones, l@s alumn@s entendían la autoevaluación, pero se negaban a evaluar a sus compañer@s y sobre todo a l@s monitor@s. En otras muchas, l@s monitor@s no admitían una evaluación de l@s alumn@s y, de forma más o menos paternalista, dificultaban una evaluación colectiva no jerárquica.

La extinción del Graduado Escolar ha permitido resolver la contradicción que supone vincular evaluación y calificación. Los GACs y otros grupos de la escuela ya pueden situar la evaluación dentro del proceso de aprendizaje (en realidad, un elemento clave) y no como un mecanismo de selección y jerarquización de l@s alumn@s.

EL VIL METAL

Para este curso la Escuela ha recibido una subvención de la Comunidad de Madrid de 671.000 pesetas, por su labor educativa en alfabetización y educación básica para personas adultas. El tema de la subvención es uno de esos "debates tremendos" que resurge de vez en cuando en las asambleas de la Escuela (y que hace que nos llevemos las manos a la cabeza). Hay quien opina que aceptar una subvención pública supone un colaboracionismo tácito con la Administración, y que puede crear una dependencia financiera perjudicial para la autonomía de la Escuela. Otr@s argumentan que de momento el ser subvencionad@s no ha influido en los planteamientos y actividades de la Escuela, y que mientras no nos condicione, la subvención puede considerarse en realidad como una "recuperación" del dinero público (de tod@s) para un uso social (para tod@s). En cualquier caso, el problema del local ha reavivado últimamente la necesidad de plantearse vías de autofinanciación que completen nuestra capacidad de autogestión. El debate sigue pues abierto.

"ASAMBLEANDO"

En la escuela somos asambleari@s, y esto es más fácil decirlo que hacerlo. Pero a pesar de los pesares hasta ahora nos hemos apañado bastante bien, y hemos aprendido un montón a base de sentarnos tod@s a discutir las cosas hasta encontrar soluciones de compromiso colectivo.

A veces ha ocurrido que la complicación de los debates ha obligado a aplazar decisiones hasta el punto de paralizar acciones. El asamblearismo y las prisas no suelen ser buenos amigos. En ocasiones, por ejemplo, no hemos participado como Escuela en alguna manifestación por carecer de tiempo para debatir el tema con la suficiente seriedad. Otras veces, el debate asambleario se traslada inevitablemente a otros espacios y momentos más o menos formales antes de tomar una decisión.

Por ejemplo, hace tres años se planteó en la asamblea si íbamos a participar en los Carnavales con una carroza reivindicativa, como se venía haciendo desde el 92. Tras un buen debate sobre nuestras ganas y nuestras fuerzas para afrontar el trabajo de preparación de unos carnavales (¡que no es poco!), se decidió posponer la decisión a la siguiente asamblea. En ese plazo, como es habitual, el debate prosiguió en los pasillos de la Escuela, en las clases, en torno a unas cañas en el bar, en llamadas telefónicas y en excursiones de fin de semana en las que a menudo se reúne gente de la Escuela. En la siguiente asamblea, el debate ya había madurado suficientemente como para que se presentaran diversas propuestas claras, y se decidiera de manera consensuada no participar en los Carnavales. En una de las primeras asambleas de este año se ha vuelto a proponer la participación de la Escuela en los próximos Carnavales. Esta vez, debido a nuestra delicada situación de amenaza de desahucio, han bastado pocos minutos de debate para decidir participar, como otra acción de protesta y denuncia.

El asamblearismo no es perfecto, pero es la dinámica de organización más igualitaria y respetuosa que conocemos. Es una continua experiencia de democracia directa y real. Y a "asamblear", como todo, también se aprende; la importancia pedagógica de la asamblea siempre ha sido fundamental en los planteamientos educativos de la Escuela.

(DES-)ORDEN DEL DÍA

Orden del día de una asamblea de junio de 1999. En la pizarra se puede leer:

- Participación de la Escuela en las 'IV Jornadas de formación de formadores en educación no-formal', organizadas por la Escuela de animación de la Comunidad de Madrid.
- Festival "La Prospe Resiste".
- Participación de la Escuela en la Semana de Lucha Social.
- Asambleas de fin de curso.
- Petición de local de ATIME.
- Nuevas informaciones del abogado.
- Llaves.

La diversidad de gente de la que se nutre la Escuela explica que en una misma asamblea puedan debatirse y aprobarse (como fue el caso) la participación del colectivo en actividades tan dispares como unas jornadas organizadas por la Comunidad de Madrid (para dar un taller sobre el Aprendizaje Colectivo aplicado al análisis crítico de la prensa) y en las movilizaciones y acciones de la Semana de Lucha Social. La primera propuesta desató cierta polémica sobre si se trataba de colaboracionismo con la Administración o de una oportunidad de difundir nuestras nuevas propuestas pedagógicas entre un público abierto y favorable (educador@s sociales). Finalmente nos convenció más la segunda interpretación.

¡LA PROSPE RESISTE!

En el tema del local siempre "hemos andado en la cuerda floja"... Comenzamos allá por el 73 como un grupo de educador@s que realizábamos talleres y preparábamos para el Graduado Escolar en la Parroquia "San Juan de Ribera", en la calle Rodríguez Marín nº57. Con el paso de los años adquirimos suficiente experiencia y entidad propia como para iniciar una andadura educativa independiente... pero necesitábamos para ello un espacio, un local, que pudiéramos autogestionar.

En el 77 nos metimos junto a muchos otros colectivos del barrio en el Centro Cultural de Mantuano (calle Mantuano nº51), y ahí seguimos hasta que este fue desalojado en 1981. Tras pelear bastante, logramos sin embargo que el ayuntamiento nos cediera un nuevo espacio tras el desalojo. Así entramos en la entrañable casita azul en la que estamos ahora, en la calle General Zabala nº10bis. Durante casi 2 años compartimos el edificio con el colegio "Sagrado Corazón", hasta que en 1983 el colegio se trasladó a otro centro. El local quedó pues a nuestra completa disposición, tras obtener el permiso municipal para seguir ahí.

Aquí hay que aclarar un poco el tema de este local, porque es un tanto lioso. La propiedad legal del edificio la tiene el arzobispado de Madrid, el cual lo cedió por un alquiler simbólico al ayuntamiento en el año 1943. El alquiler era por 100 años con la única condición de que fuera utilizado para actividades educativas. En ello estábamos cuando, en el 91, el ayuntamiento decidió rescindir unilateralmente el contrato con el arzobispado, y sin avisarnos de ello (como si nuestra situación y opinión no contaran). Así que un año más tarde recibimos de repente una nota en la que se nos informaba que teníamos que abandonar el local pues el arzobispado lo reclamaba. Logramos sin embargo iniciar unas negociaciones tripartitas con representantes del arzobispado y del ayuntamiento, conversaciones boicoteadas al cabo de unos meses por el arzobispado, que sin previo aviso se retiró del diálogo y nos denunció en los juzgados.

Esto fue hace ya casi 8 años; desde entonces hemos funcionado con la amenaza más o menos presente de ser desalojad@s. El juicio ha sido muy largo y complicado, pero finalmente se ha resuelto este verano a favor del arzobispado (¡qué casualidad!). Así que este puede expulsarnos en cualquier momento; si no lo ha hecho aún es porque los movimientos sociales de Madrid y de fuera y en gran medida el barrio se han solidarizado con nuestro problema y mediante numerosas acciones y movilizaciones hemos podido presionar y hacerle daño al arzobispado (y también al ayuntamiento) donde les duele: en su imagen pública.

El caso es que tantos años de lucha por (man-)tener un local en el cual desarrollar nuestra labor educativa y social ha creado en el colectivo de la Escuela cierta "cultura de la resistencia", lo que tiene sus aspectos negativos y sus positivos. Por un lado, la amenaza constante de desahucio ha resultado a veces agotadora y ha podido restar fuerzas y ánimos para emprender proyectos a largo plazo, conduciendo incluso en ocasiones a cierta inercia y apatía generalizada propias del cansancio y de la falta de expectativas. Pero por otro lado, en los momentos de mayor enfrentamiento de la lucha, se ha logrado una capacidad de movilización, de implicación y de creatividad extraordinarios, haciendo de las asambleas un foro realmente vivo, participativo y doblemente eficaz: como lugar de debate y como motor coordinador de las acciones de protesta y denuncia. Nunca el método asambleario ha resultado tan rico y fructífero para demostrar que la toma las decisiones por asamblea, aunque a veces pueda resultar lenta y farragosa, es la mejor manera de que todo el colectivo asuma realmente y de la manera más igualitaria posible la organización y la acción. Así, nos encontramos con mujeres amas de casa de 50 años yendo a radios a defender el proyecto de la Escuela, magrebíes que apenas hablan castellano colaborando en la confección de carteles, a veinteañer@s yendo a entrevistarse con responsables del ayuntamiento y a cincuenton@s saliendo a hacer pintadas. Tantas asambleas y tantas luchas valen la pena aunque sólo sea por vivir estos momentos...

¿ESCUELA O CENTRO SOCIAL?

En la asambleas de los últimos tres años, hemos dedicado una enorme cantidad de tiempo a decidir sobre las peticiones que asociaciones, colectivos, coordinadoras, grupos musicales, comités, etc. han hecho para reunirse, ensayar, establecerse..., en alguno de los espacios de la Escuela.

Este tipo de peticiones no son nuevas: se han producido desde que nos establecimos en un local que nos permitía la autogestión del espacio. Al principio las peticiones no eran muchas, tal vez una o dos al año, y no fue difícil definir y aplicar unos criterios: que sus planteamientos no fueran contrarios a los objetivos de la Escuela, que no desarrollaran actividades lucrativas y que colaboraran en el mantenimiento y limpieza del local. Además, en el tocho quedaba claro que el préstamo estará siempre condicionado a las actividades de la Escuela, que podrá cancelarlo o cambiar sus condiciones en cualquier momento.

Pero cuando las peticiones de local son catorce o quince en un año, la aplicación de estos criterios se complica bastante. Por otra parte, las actividades regladas de la Escuela han ido requiriendo cada vez menos espacio. A cada nueva petición, intentamos definir nuevos criterios que, habitualmente, hemos sido incapaces de aplicar a la petición siguiente, así que asamblea tras asamblea hemos repetido argumentos y decidido en función de criterios más o menos variables. De todos modos, podemos decir que ahora la cuestión se ha estabilizado.

Much@s de nosotr@s, vivimos muy mal tantas discusiones sobre la cesión o el préstamo de los locales. Nos parecía que quitaban tiempo a temas más importantes. Sin embargo ahora, con un poco más de perspectiva, podemos ver que esas discusiones eran el reflejo que en la Escuela tenían y tienen las nuevas necesidades de la gente del barrio: espacios de intercambio y participación, de diálogo, de transformación, NO NECESARIAMENTE ligados a un proyecto de educación de adultos.

UNA LUCHA POR UN PROYECTO EDUCATIVO Y POR UN ESPACIO SOCIAL

Al principio del conflicto del local, en el 92, uno de los argumentos más utilizados en la defensa de la Escuela era el reconocimiento que desde muchas instituciones tenía la actividad directamente escolar: clases de alfabetización, graduado escolar... Frecuentemente recurrimos a los premios concedidos por el Ministerio de Educación y Ciencia o las cartas de apoyo que la Comunidad de Madrid, Cáritas o la Coordinadora de Minusválidos nos enviaron explicando y agradeciendo la colaboración de la Escuela en sus programas de alfabetización, de integración de inmigrantes, personas minusválidas o extoxicómanas.

La inercia propia de todas las organizaciones nos ha llevado a seguir utilizando esos argumentos en nuestros folletos y comunicados. En una asamblea reciente, y casi de pasada, se cuestionó que la Escuela presentara como un mérito su colaboración con entidades cuyo discurso es paternalista y acrítico con temas como el de la exclusión social o la droga, por ejemplo. Nos planteamos hasta qué punto es legítimo utilizar estos apoyos que, por otra parte, responden a un momento de la Escuela muy diferente del actual.

En esta segunda parte de la campaña "¡La Prospe resiste!", que comenzó en otoño del 99, el eje de la defensa, mas allá de la denuncia de las políticas especuladoras del ayuntamiento y el arzobispado, es la reivindicación de espacios sociales para uso público. Reivindicación que compartimos con un buen número de colectivos y grupos cuyos punto de partida y actividades son diferentes a los nuestros pero que en muchos casos se han integrado en el proyecto de la Escuela Popular.

EL DETERIORO DE LA VIDA SOCIAL DEL BARRIO Y LA PROPUESTA DE LA PERMUTA

Cuando nació "La Prospe", allá a principios de los 70, estábamos en un barrio esencialmente obrero y casi periférico; hoy en día Prosperidad es ya un barrio céntrico. Los barrios céntricos de las grandes ciudades actuales están sufriendo un acelerado proceso de pérdida de identidad y de tejido asociativo. Este proceso viene siendo impulsado por un Estado mercantilista y aprovechado por actuaciones especulativas depredadoras. Todo esto en el marco de la desarticulación progresiva de los movimientos vecinales. En cuestión de 20 años Prosperidad ha pasado de ser un barrio con mucha vida vecinal y muy combativo, a plagarse de oficinas y a caer en el anonimato e individualismo urbano. De convivir como vecin@s hemos pasado a "vivir un@s al lado de otr@s", con el ascensor como principal espacio de coincidencia social. En este árido contexto, la Escuela es un oasis de revitalización social.

El distrito de Chamartín ostenta hoy en día el precio del suelo más alto del Estado, lo que sin duda explica el ahinco con el que el Arzobispado persigue la recuperación del solar sobre el cual se levanta nuestro local.

Aún creyendo la afirmación del arzobispado de que no pretende especular directamente con este terreno* (* nota a pie de página: Sobre la credibilidad de la palabra del arzobispado en estos temas, las Juventudes Obreras Cristianas de Valladolid nos podrían contar muchas cosas y nada buenas, ya que fueron desalojad@s de un terreno del arzobispado con la excusa de darle un supuesto uso caritativo, y en la actualidad se han edificado ahí viviendas.), su intención de instalar aquí unas oficinas propias (de administración de asuntos misioneros) profundiza el comentado proceso de deterioro de la vida social y vecinal del barrio de Prosperidad.

Puesto que unas oficinas administrativas pueden ser instaladas en prácticamente cualquier sitio de la ciudad, sin afectar por ello gravemente a su actividad, y puesto que la Escuela de "La Prospe" sólo tiene sentido en el barrio de Prosperidad, donde lleva más de 26 años desarrollando su labor educativa y social, la única solución razonable y justa es que el ayuntamiento ceda mediante permuta otros terrenos al arzobispado en otro lugar y nos ceda a nosotr@s el uso de nuestro local.

La permuta de terrenos viene siendo una práctica habitual entre el arzobispado y el ayuntamiento de Madrid, pero normalmente respondiendo a los intereses eclesiásticos. Lo que planteamos desde la Asamblea de La prospe es que por primera vez se haga una permuta por intereses sociales.

El ayuntamiento es el causante de nuestro problema con el local, pues fue él quien rescindió unilateralmente el contrato con el arzobispado, sin duda respondiendo a los intereses de este, pues el contrato tan sólo le suponía el pago de un alquiler simbólico (1500 pts. al mes). Así que ahora tienen que ser ellos los que resuelvan el problema, volviéndose a poner de acuerdo pero esta vez para permutar terrenos por el bien del barrio y de l@s vecin@s.

"La vocación del ser humano es la de ser sujeto, que no objeto, de su realidad. Vocación que sólo puede desarrollarse en la medida en que reflexione de manera crítica sobre sus circunstancias y emerja de ellas cargado de compromiso. El compromiso de pasar de espectador de su realidad a actor de la misma."

Para quien quiera ayudarnos o solidarizarse con nosotr@s, existen muchas maneras de hacerlo. La mejor de ellas es integrándose en nuestras actividades o acudiendo a nuestras asambleas semanales (de momento, todos los miércoles a partir de las 19h30'). Si por cuestión de distancias o de tiempo esto no es posible se puede contactar directamente con nosotr@s por teléfono: 91 562 70 19 de 11h a 13h por la mañana y de 19h a 21h30' por la tarde, por correo postal: c/General Zabala, 10bis - 28002 MADRID o por correo electrónico: prospe@nodo50.org . Hay información más detallada sobre la Escuela y el conflicto en nuestra página web: http://prosperesiste.nodo50.org . Estamos realizando desde hace meses una campaña de envío de cartas de protesta al arzobispo (c/San Justo, 2 - 28005 Madrid) y al alcalde (Plaza de la Villa, 4 - 3ª planta - 28005); si quieres sumarte tenemos modelos de cartas para enviar y difundir. También nos interesa cualquier información sobre las políticas financieras e inmobiliarias de la Iglesia y del ayuntamiento de Madrid.

Escuela Popular "La Prospe"

NOTA de la redacción:ESTOS TRES PÁRRAFOS QUE VAN EN CURSIVA ESTÁN PENSADOS PARA SER COLOCADOS EN CUALQUIER PARTE DE LA PÁGINA, INDEPENDIENTES DEL TEXTO GENERAL (COMO RECUADROS CON OTRO TIPO DE LETRA, O COMO SE OS OCURRA). FALTA UN CUARTO PÁRRAFO TITULADO "EL TOCHO", QUE VENDRÁ ADJUNTO EN UNA HOJA APARTE HOJA APARTE.

EL LÍO DE LAS REDES

"El tema del uso de internet es otro de esos debates que se ha repetido en varias ocasiones sin llegar de momento a ninguna decisión en firme, ante la disparidad de posturas. Por tres veces lo hemos debatido, y por tres veces hemos aplazado la decisión dejándola abierta a futuros debates. Los que se posicionan a favor presentan internet como un instrumento de difusión e información más que puede resultar muy útil, y más teniendo en cuenta la creciente red de movimientos sociales que hacen uso de ella. Los que se posicionan en contra no consideran que internet sea realmente necesario ni que sea un vehículo idóneo para la educación popular y de barrio, aparte de criticar el excesivo elitismo y mercantilismo de la red. Pero el debate no se cierra porque much@s de nosotr@s consideramos no estar suficientemente informad@s al respecto. Así que se aplaza hasta que se considere tener las ideas suficientemente claras como para tomar una decisión consensuada y asumible por el Colectivo."

"Intentamos que estos procesos de debate y reflexión colectiva, aunque irrenunciables para la dinámica educativa y formativa de la Escuela, no paralicen nuestra capacidad de actuación. No siempre lo conseguimos, aunque parece que en el caso del debate de internet lo hemos tenido más claro. Ante la amenaza de desalojo decidimos desplegar una fuerte campaña de comunicación y denuncia a través de los medios de comunicación alternativos. Para ello consideramos importante hacer uso de internet y del correo electrónico, por su rapidez, economía y alcance. Así que, ante una oferta del servidor telemático alternativo de Nodo 50 de ayudarnos, decidimos en asamblea abrir una página web propia (http://prosperesiste.nodo50.org) y una cuenta de correo (prospe@nodo50.org). A pesar de que el debate sobre internet aún no ha acabado en la Escuela, sí hemos valorado que para un tema puntual como nuestra campaña de denuncia este medio puede resultar muy útil. Más adelante ya debatiremos de nuevo sobre la conveniencia de utilizar Internet de manera permanente".

TE LO HE DEJADO AQUÍ

"Una de las cosas que más me llamó la atención cuando entré a la Escuela es un pequeño cajón de madera que hay en la secretaría, "titulado" TE LO HE DEJADO AQUÍ. Ahora pienso que ese cajón ocupa y representa el espacio MÁS IMPORTANTE de la Escuela. Ahí queda eso.

Como he dicho, es un cajón pequeño y cutre, pero es un espacio ganado al individualismo y la aparentemente inevitable mercantilización de las relaciones humanas . Por este cajón pasan semanalmente libros, revistas, mensajes, documentos, llaves, vídeos, galletitas..., ideas y objetos que ponen de manifiesto la gran cantidad de intercambios y relaciones que se producen entre la gente que pasa por la escuela y que demuestran que ésta es mucho más que un simple centro de enseñanza: un espacio colectivo en el que vivimos la educación como práctica de libertad, Freire dixit."

SALUDOS Y ABRAZOS

Queríamos enviar un saludo y muchos abrazos a las miles de personas que no están apoyando en nuestra lucha, y sin los cuales ya estaríamos de patitas en la calle. El listado de colectivos y asociaciones solidarias sería interminable, y siempre nos olvidaríamos de alguien. Así que un abrazo general a colectivos, asociaciones, revistas, radios libres e individuos de dentro y fuera de Madrid y del Estado, sin cuyo apoyo y fuerza colectiva no seguiríamos aquí. Y evidentemente, un fuerte abrazo también a much@s vecin@s del barrio de Prosperidad que vienen defendiendo la Escuela día a día. Seguimos resistiendo porque nos seguís apoyando.

"LA PROSPE RESISTE", CRONOLOGÍA DE UNA LUCHA

1999

  • 20 julio: Sale la sentencia sobre el litigio del local que no nos será comunicada hasta más tarde. Como nos tememos que seguramente sea desfavorable para la Escuela, decidimos relanzar la campaña de "¡La Prospe Resiste!". Para ello constituimos 4 comisiones: de propaganda, de acciones, de locales y de negociación.

  • septiembre: nos comunican el resultado de la sentencia: como sospechábamos es favorable al arzobispado, por lo que este ya puede inicial los trámites para pedir nuestra desahucio.

  • 17 octubre: Desalojo del Centro Social Okupado "La Galia", situado en el barrio de Prosperidad y con el cual manteníamos estrechas relaciones.

  • 23 octubre: Manifestación en el barrio en protesta contra el desalojo de "La Galia", contra la amenaza de desahucio de la Prospe y contra la muerte de un okupa en Valencia durante un desalojo. Acude cerca de un millar de personas.

  • 13 noviembre: Acudimos a unas charlas sobre la condonación de la Deuda Externa del Sur, organizadas por la Iglesia y a las que acudió el arzobispo de Madrid. Desplegamos una pancarta y repartimos folletos de protesta.

  • 17 noviembre: Recibimos un aviso del juez dándonos un plazo de 15 días para desalojar voluntariamente el local. Vencido este plazo el arzobispado ya podrá pedir la ejecución de la sentencia, es decir, el desahucio por la fuerza. Se suspenden las actividades educativas habituales y nos constituimos en asamblea permanente diaria para concentrarnos en la defensa de La Prospe.

  • 18 noviembre: Ocupamos momentáneamente el Centro Cultural Municipal Luis Gonzaga para realizar una asamblea en su interior y denunciar así el problema de la falta de espacios sociales en el barrio.

  • 27 noviembre: Manifestación en contra del desahucio de La Prospe y por los espacios sociales, a la que acudieron unas 2000 personas. Recorrimos buena parte del barrio de Prosperidad hasta la Pza. de Manuel Becerra, donde cogimos el metro hasta Sol, para acabar frente a la Catedral de la Almudena, donde se habían encerrado una treintena de solidari@s con La Prospe en señal de protesta.

  • noviembre/diciembre: Se siguen a lo largo de estos meses numerosas acciones de protesta contra el desahucio de la Escuela por parte de diferentes grupos de "Solidari@s con La Prospe": irrupción en el acto de entrega del Honoris Causa de la Complutense a Francisco Umbral, despliegue de pancarta y reparto de folletos e la salida de la Almudena mientras el arzobispo oficiaba misa dentro, "comité de bienvenida" al alcalde Manzano a la entrada del Museo de la Ciudad, bombardeo electrónico a los correos del ayuntamiento y del arzobispado, pintadas en las parroquias de media ciudad, etc.

  • 02 diciembre: vence el plazo de desahucio voluntario y nuestro abogado recibe una llamada del abogado del arzobispado con una extraña propuesta: una lista de locales municipales (¡el arzobispado pretende negociar con locales públicos!) para un supuesto realojo. Consideramos inaceptable la oferta, debido a que estos locales están situados fuera del barrio y son muy pequeños, pero proponemos una entrevista con representantes del arzobispado para entablar un diálogo.

  • 23 diciembre: Cerca de 40 personas acudimos al Pleno municipal para tomar la palabra, desplegar una pancarta y repartir folletos. Se pretende que el ayuntamiento tome postura pública en lo que respecta al problema de La Prospe, y logramos "arrancar" al Concejal un compromiso de entrevista.
2000

  • 06 enero: Disfrazad@s de "Reyes Magos Populares", llevamos carbón al arzobispado, a la alcaldía y a la delegación de gobierno.

  • 15 enero: Decidimos reanudar las actividades educativas habituales, a pesar de que sigue la amenaza de desahucio. La idea es compaginarlas con la campaña de resistencia.

  • 20 enero: Entrevista con el Consejero de Educación del Distrito, al que convencemos para que promueva una declaración que inste a solucionar el problema de la Escuela, y de reconocimiento de la labor educativa y social de esta. La declaración deberá votarse en el próximo Pleno. Pocos días después nos comunican que tanto el arzobispado, como el ayuntamiento y la Comunidad de Madrid están dispuestos a sentarse para dialogar. La cita se fecha para el 18 de febrero.

  • 17 febrero: Tras bastantes trabas, logramos que a última hora se incluya la propuesta de la declaración a favor de la Escuela en el Orden del día del Pleno. Acudimos ahí más de 80 personas. Sorprendentemente (y no es ajeno a esto el encontrarnos en periodo electoral), el Pleno aprueba por unanimidad el apoyo a la Escuela.

  • 18 febrero: Por primera vez tras casi 8 años, volvemos a sentarnos con el arzobispado y el ayuntamiento para dialogar. Esta primera entrevista ha sido sin embargo muy negativa, pues las otras partes se han negado a entrar en un debate político, no han tenido en ninguna consideración nuestra propuesta de permuta de terrenos, y el arzobispado se ha mostrado especialmente intransigente en el punto de que desalojemos el local a toda costa. Su propuesta, difusa pero inamovible, va en la linea de una supuesta subvención municipal para sufragar gastos de alquiler en otro local, subvención que habría que renovar anualmente. Aunque el diálogo continua, la Asamblea ha decidido, ante la cerrazón e intransigencia de arzobispado y ayuntamiento, reactivar también las movilizaciones sociales.


EL TOCHO

Llamamos tocho, o documento base al proyecto general de Escuela anualmente revisado y modificado en las asambleas de final de curso. Pretende aportar continuidad y coherencia a un proyecto caracterizado por la pluralidad y la renovación constante de sus participantes. Recoge y sistematiza debates y acuerdos pero no reglamenta el funcionamiento de la Escuela. Intentamos que sea la expresión viva de un colectivo autogestionario que se va dotando empíricamente de una teoría y una normativa operativa, dinámica, constantemente expuesta al debate y al cambio.

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