La verdad del hombre
Kastor Santana 

26 Noviembre 2004

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El cardenal Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispo de Madrid y no sé cuántas cosas más, ha pronunciado un discurso con motivo de la Episcopal de este año que ha roto con todo y con todos. Ha urgido a sus obispos y secuaces a que se posicionen contra todo dios. Contra Dios no. Contra el Gobierno, la reforma educativa, gays, mujeres que aborten o que tengan hijos solteras y contra los hombres que se lo permitan, los matrimonios sin hijos, solter@s, medios de comunicación, científicos rojos que investigan con células madres, promiscuos de todo tipo, separados o divorciados, y contra todos los que sean amigos de esta gente. Que aquí no se salva ni el soldado Ryan.

Delante de un crucifijo más grande que el de Santiago de Compostela, ha dicho: "Las relaciones sexuales no son simplemente un asunto privado”. Bueno, también es un negocio que mueve miles de millones, hay un Rocco muy famoso, pero como que no veo la relación con la Episcopal.

También está el arzobispo en contra del: “despliegue publicitario sin precedentes que fomenta la banalización hedonista, del amor en mero contacto sexual”. Y dale, pues vaya tema de conversación que tiene el cardenal. Luego lo explicó mejor: “Para la familia es fundamental la estabilidad del matrimonio. Dejar la permanencia del vínculo matrimonial al mero arbitrio de los cónyuges mina el bien y el futuro de la familia", Ya lo entiendo, a la pareja, como a Euskadi, no les asiste el derecho de autodeterminación. Para lograr su independencia tiene que intervenir el Estado español, sus jueces y más gente, y éstos serán los que decidan si se tienen que separar o no, y si no, que lo hubieran pensado antes.

El Consejo General del Poder Judicial ha dicho algo parecido, o peor. Opinaba en un informe jurídico, que nadie le había pedido, que la nueva Ley de Divorcio es una “aberración jurídica” pues “hay que mantener las causas de separación, y no causas morales sino causas que jurídicamente justifiquen la denuncia y subsiguiente rescisión del contrato bilateral que es el matrimonio”. ¿El CGPJ declarando que el matrimonio es un contrato, y que la moral no sirve? Es como estar oyendo a Marlon Brando en el Padrino.

Su Presidente, Francisco José Hernando, llevando sus tesis hasta el final, criticó en el Senado que se elimine del Código Penal el delito de convocatoria ilegal de referendos. Un delito que creó Aznar para meter en la cárcel al lehendakari en cuanto promoviese el referéndum sobre el llamado Plan Ibarretxe. Me pega que Rouco, al tanto de las opiniones e informes de los polijueces ha pensado: Si a estos con las cosas que dicen y cobrando, como yo, de los Presupuestos les vale, por qué no me va a valer a mí.

Acto seguido la emprendió contra los gays, que con sus actos provocan “la desnaturalización jurídica del matrimonio” y de esta manera, la sociedad se vuelve: “hosca y sin pulso creador” y lo dice éste, que es un paradigma del fallo del pulso creador. En fin, que como el fin del matrimonio es tener hijos y los gays, como las parejas heterosexuales estériles no pueden tenerlos, tanto los homosexuales como los estériles no se deben casar, pero como tampoco pueden estar solteros, ni los casados divorciarse, no entiendo de lo que esta hablando. Como no sea de la huidiza antimateria o del Misterio de la Santísima Trinidad.

Este nuevo Nostradamus ya pronosticó que la equiparación del matrimonio tradicional con "uniones de todo tipo, quebrará el sistema de la Seguridad Social” La verdad que no hay que le gane buscando argumentos surrealistas y xenófobos. ¿Quién dijo que esas parejas no puedan adoptar niñ@s de otros países?, Ya me acuerdo,: él mismo. Eso, sí, sin acritud, pues: la jerarquía católica “no busca nunca la confrontación ni la asunción de competencias que no le son propias” y además, por si no quedaba claro: “no tiene nada que objetar al pluralismo democrático”. Para demostrarlo le ha dicho a Ciudadano Zapatero que está dispuesto a entablar un diálogo, sobre los problemas que afectan a la sociedad y a la Iglesia, basado en: “la verdad del hombre”.

El presidente de la Episcopal empezó su carrera de no-creador, en un seminario de Mondoñedo y más tarde impartiría en el mismo centro clases de Teología Fundamental y Derecho Canónico. El actual obispo de ese pueblo, José Gea Escolano,tal vez porque fue alumno del cardenal en tan profundas y justas materias, o por otras incomprensibles razones comparte con Varela las mismas facultades premonitorias.

Sin tartamudear ha declarado a propósito de la nueva Ley de Divorcio, la convicción de que sólo servirá para: “alentar la intervención de las mafias buscando legalizar a inmigrantes”. Así lo cuenta: “Las mafias irán buscando esposos y esposas por otros países que vendrán aquí por matrimonio, se nacionalizarán españoles y después una vez que estén aquí ¿quién los saca?". Pues que se lo pregunte a su colega. Que desde que el PP perdió las elecciones, se ha convertido en el defensor de los inmigrantes exigiendo la regularización de todos los que trabajen. Rouco sabe cómo están las cosas.

Nuestro famoso cardenal terminó el doctorado con la espeluznante tesis: Iglesia y Estado en la España del siglo XV. Imagino que le falló el inconsciente. Puestos a decir verdades, creo que la de la que habla este hombre, se dirige a católicos, españoles, heterosexuales, casados, con muchos hijos, pagando al Opus la mitad del sueldo, sin tele, y a ser posible, que pasen sus vacaciones en Mondoñedo. Si tenéis algún amig@ que entre en esta descripción, algo no va bien.

 

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