Esquema
de la juventud
Por Eduardo Haro-Tecglen
publicidad Los jóvenes
españoles abandonan la Iglesia, y la creencia; las chicas tienen relaciones
sexuales a los 18 y un 10% de ellas se han deshecho de un embarazo no deseado;
los jóvenes quieren que vengan menos inmigrantes, más derecho a la
autodeterminación, se sienten españoles, leen este periódico, son tolerantes,
prefieren la política del centro hacia la izquierda, abandonan los estudios más
que antes... Es una encuesta (Instituto de la Juventud) convertida a estadística. No es, por lo
tanto, una realidad absoluta. Es, además, una interpretación que hago yo, un
resumen personal. La primera objeción es el campo elegido: jóvenes de 15 a 29
años. Es un grupo que no existe. Aunque la línea de la vida sea mucho más
larga que antes, el último extremo de esa selección entra en el de adultos
consumados, con trabajo y vida hecha; el primero está tocando la infancia. La
segunda objeción es a que exista un Instituto de la Juventud, como el de que
haya una Dirección General de la Mujer. Para eso
estaban el Frente de Juventudes y la Sección Femenina. En mi utopía, no
abandonada, existe el deseo de considerar al ciudadano como base, de cualquier
edad o derecho, desde el punto de vista político, y que la sociedad se organice
por sí misma. Esto se debe al pánico a la fragmentación. Los Gobiernos
tienen resabios totalitarios y odian las cuestiones de clase social; si dividen
a los ciudadanos en edades, sexos, autonomías, profesiones o alguna otra cosa,
trabajan en contra de la igualdad de derechos. La ley del
matrimonio homosexual tiende a igualar; pero se ve de dónde vienen las
posiciones contrarias, de qué grupos que no quieren perder la reducción de
aquellos sobre los que dominan. En cambio, la protección a la mujer trata de
disminuir la calidad social del hombre, incluso en el divorcio y sus leyes.
El País
20/01/05,
07.48 horas
No es posible que se me convenza de que son iguales los jóvenes de la ciudad a
los del campo, los pobres de los ricos, en cuanto a libertades, posturas políticas
y religiosas: se trata de igualar, pero no lo han hecho los Gobiernos sino la
presión social. Mi tendencia a la satisfacción por los resultados de la
encuesta es porque coinciden con mi pensamiento. Que está lejos de pertenecer a
la media social. Qué más quisiera yo.