El laicismo del Psoe: Ni toca ni tocará
Jesús Espasandín
López.
Kabila
10
de Febrero de 2009
Existe un soterrado malestar en las
filas del PSOE por el “freno” que sus dirigentes están
ejerciendo a los avances laicos requeridos por la militancia en
su último congreso. Según difundió Público, hubo incluso
parlamentarios que salieron disgustados por el rechazo de su
partido a las propuestas de IU para avanzar en la laicidad del
Estado. ¿Hasta cuando el “hoy no toca”?, se preguntan.
El interrogante causa perplejidad a
quienes nos tomamos en serio esto de la laicidad. ¿Pero cuando y
donde ha dicho el PSOE que “tocará” cuestiones laicas que puedan
parecerse a las que IU ha llevado al Congreso?¿Cuando el PSOE ha
hablado de denunciar los acuerdo con el Vaticano de 1979, nudo
gordiano que ata los múltiples privilegios de la Iglesia
católica que convierten a nuestro Estado en confesional de
hecho?
La “laicidad” del PSOE está muy definida
en el capítulo dedicado a ella en su programa electoral para
2008-2012. Y sus militantes (y electores) deben estudiarlo para
no llamarse a engaño, para no confundirla con la que los
laicistas defendemos: libertad de conciencia sin
discriminaciones entre creencias religiosas o no; separación
Iglesia Estado; escuela libre de dogmatismos… ¿Es esto lo que
quieren? Pues no es esto de lo que el PSOE habla. Ojo, el PSOE,
no tal o cual militante, sino la postura oficial del partido
como tal y la que sus dirigentes llevan a cabo.
La laicidad del PSOE, no va más
allá de una recortada “libertad religiosa” que atienda algo a
las confesiones religiosas de “notable arraigo” (menos del 2% de
la población), pero sin recortar los enormes privilegios que el
concordato pone en manos de la jerarquía de la Iglesia Católica.
Esto significa:
1. Persistir en el absoluto
desprecio de las creencias no religiosas. Ateos y agnósticos,
que representan el 18% de la población (¡diez veces más que las
religiones emergentes!) siguen despreciados, ignorados por el
PSOE, salvo a la hora de cobrarles los impuestos con que pagan
sotanas, obleas, enseñantes de dogmas en la escuela e iglesias.
Gracias a la política de “libertad religiosa” del PSOE pasarán
también a pagar su cuota en mezquitas y sinagogas. ¿Avance
laico?
2. Persistir en el brutal engaño
que significa confundir las creencias católicas, que auto
declaran el 80% de la población, con la “creencia” dictada por
la jerarquía eclesiástica, a pesar de que más de un 60% de tales
católicos no solo no son practicantes, sino que sus conciencias
son radicalmente opuestas a los preceptos emanados de tal
jerarquía. Ejemplo: encuesta del CIS: el 66% de la población
aprueba los matrimonios homosexuales, ¡a pesar de los dos ciscos
montados por la Iglesia! Consecuencia: la relación que mantiene
el Estado con la Iglesia Católica entrega un poder económico a
su jerarquía que es usado para conculcar la libertad de
conciencia de la mayoría de católicos.
En resumen: solo una Ley de
Libertad de Conciencia que se levante sobre las cenizas del
Concordato y de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa es
horizonte para el avance de la laicidad. Y nada de eso hay,
negro sobre blanco, en el programa del PSOE. Por eso no debe
sorprender que Zapatero y Fernández de la Vega acaben de
asegurar al número dos del Vaticano que el Concordato
permanecerá inmutable y que las posibles modificaciones de la
LOLR no modificarán los privilegios de su iglesia.
Así que no se sorprendan los
militantes laicos del PSOE por el rechazo a todas las propuestas
laicas de IU; no es que “hoy no toque”, es que “no tocará”. Si
creyeron lo que un día dijo Zapatero de que “el laicismo es el
ADN de la democracia” (¿qué malintencionado se lo soplaría?), o
dan un vuelco al partido para hacerlo realidad o emigran de él.
Jesús
Espasandín López.
Salud y República