El
Museo de Historia de Cataluña exhibe material desde 1939 hasta la transición
ISABEL
OBIOLS - Barcelona
EL PAÍS | Cultura - 23-11-2003
El próximo miércoles se inaugurará en el Museo de Historia de Cataluña (MHC)
la exposición Las prisiones de Franco. Sin embargo, en este recorrido de casi
mil metros cuadrados por la realidad de las cárceles franquistas, ideado por
Ricard Vinyes y Manel Risques, faltarán diversos documentos solicitados por los
historiadores. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que
depende del Ministerio del Interior, ha denegado la cesión de buena parte de
los documentos pedidos, a pesar de que en un primer momento se comprometió a
dejarlos.
Las prisiones de Franco pretende divulgar el papel de las cárceles como
elemento clave de la represión franquista desde 1939 hasta la transición.
Aunque el diseño y el guión dan forma a una exposición de carácter
conceptual, sus comisarios, Ricard Vinyes y Manel Risques, especialistas en el régimen
y la organización de la represión franquista, han querido contextualizar su
discurso con la exhibición de material documental original.
Entre los elementos solicitados por Vinyes y Risques y denegados por
Instituciones Penitenciarias se encuentran un libro de actas y otro de órdenes
de la prisión de mujeres de Segovia, de 1949 y 1955, respectivamente, y un
libro de actas de la prisión de hombres de la misma ciudad, de 1976. El primer
libro hace referencia a una huelga de hambre protagonizada por las presas. El
segundo muestra las órdenes que recibían las celadoras acerca del régimen
interno de la cárcel y refleja hasta qué punto las autoridades franquistas
consideraban básico rebajar la moral de la población reclusa al prohibir pequeños
gestos de autoafirmación como llevar pendientes y trenzarse cintas en el
cabello: "Para las presas políticas era muy importante no sólo ir
pulcramente vestidas, sino embellecerse", explica Vinyes, autor del libro
Irredentas. Las presas políticas y sus hijos en las cárceles de Franco. El
tercer libro tenía que servir a los comisarios para ilustrar la fuga de presos
de Segovia en 1976, en el curso de la cual murió Oriol Solé Sugranyes,
militante del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL).
También han sido denegados los expedientes carcelarios del poeta Miguel Hernández,
muerto en la prisión de Alicante en 1942, y del dirigente comunista Julián
Grimau, ejecutado en 1963 en la cárcel madrileña de Carabanchel.
Instituciones Penitenciarias, relata Vinyes y confirma el servicio de prensa de
la dirección general, ha cedido algunos otros elementos: ejemplares de la
revista Redención y unas puertas de la cárcel de Carabanchel, procedentes de
su derribo, elementos que Vinyes califica de "más inocuos".
Vinyes explica que las gestiones con la dirección general para alcanzar un
acuerdo de cesión de los documentos se iniciaron hace un año y que entonces se
encontraron con una respuesta positiva por parte del gabinete técnico de
Instituciones Penitenciarias. Hace dos meses, al intentar concretar la cesión,
se hallaron con una negativa. La respuesta llegó por fax, asegura Vinyes, y en
ella no se explicaba el porqué del cambio de postura: "La respuesta fue
no", afirma el historiador. Los historiadores no se explican el cambio de
opinión de la dirección general y se declaran "indignados".
Una portavoz de Instituciones Penitenciarias reiteró la misma réplica:
"Se nos solicitaron varios documentos y objetos; cedimos las puertas de la
cárcel de Carabanchel y ejemplares de Redención. El resto de cosas no se ha
podido por distintas razones". Preguntada por esas "distintas
razones", apuntó la posibilidad de que se haya denegado la cesión de los
documentos para proteger los datos personales que aparecen en ellos.
Vinyes niega este punto, ya que la protección de datos sobre estos documentos
se prolonga durante 50 años, un periodo de tiempo que ya se ha superado en la
mayoría de los casos. En los demás, agrega el historiador, siempre existe la
posibilidad de "tapar los nombres".