Los casi tres millones de euros del 'capricho' real se suman
a los 3,3 millones que costarán las obras de jardinería y
mejoras en la piscina del palacio de La Zarzuela, aprobados
recientemente por el Gobierno, cantidades a las que hay que
añadir los 8,9 millones de euros consignados en los
Presupuestos Generales del Estado del próximo año para la
Casa Real, y que Juan Carlos de Borbón distribuye libremente
entre los miembros de su familia.
Casi tres millones de euros. Ésa es la cantidad que el
Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se ha gastado en la
adquisición del cuadro El atleta cósmico, pintado por
Salvador Dalí en 1968, y que ya decora las paredes del
despacho oficial del Rey Juan Carlos en el palacio de La
Zarzuela. La operación, que se formalizó la semana pasada,
fue aprobada por el Consejo de Administración de Patrimonio
Nacional, organismo dependiente del Ministerio de la
Presidencia, cuya titular es María Teresa Fernández de la
Vega.
El atleta cósmico es un enorme óleo de dos por tres metros
en el que destaca la figura de un lanzador de disco que
sujeta en su mano derecha una luminosa esfera solar, y en el
que predominan los colores amatista, amarillo y verde
aceituna. El cuadro, inspirado en El Discóbolo, de Mirón, le
fue encargado a Dalí por el Gobierno de Francisco Franco
para representar al arte español en los Juegos Olímpicos que
se celebraron en México en 1968.
El cuadro forma parte de la decoración del despacho del Rey
desde principios de la década de los 80, pero hasta este
viernes no ha pasado a ser propiedad de Patrimonio Nacional,
que ha pagado por él 2,88 millones de euros. En el
expediente de adquisición -registrado con la clave 2008/1402
MHMSG- aparece como vendedor Alberto Anselmo López Ribé, que
rechazó ayer, a preguntas de El Confidencial, revelar
cualquier detalle de la operación. El atleta cósmico, por el
que don Juan Carlos siente una especial predilección, ocupa
un lugar destacado en el despacho del monarca, junto a un
retrato de Alfonso XIII pintado por Laszlo. La estancia, con
paredes recubiertas de madera, cuenta además con una enorme
biblioteca de roble, fotografías familiares y varias
carabelas de plata, réplica de las de Cristóbal Colón.
Los casi tres millones de euros de El atleta cósmico se
suman a los 3,3 millones que costarán los trabajos de
remodelación de La Zarzuela, aprobados recientemente por el
Gobierno a través de Patrimonio Nacional, para obras de
jardinería y mejoras en la piscina del palacio, entre otras
reformas.
A esas cantidades hay que añadir los 8,9 millones de euros
consignados en los Presupuestos Generales del Estado del
próximo año para la Casa Real, cifra que el monarca
distribuye libremente entre los miembros de su familia, y
que se destina, además, a abonar los salarios de los
principales cargos de confianza del Rey y del personal de
los departamentos de administración, protocolo, personal y
comunicación que trabaja en La Zarzuela.
Derechos de reproducción
Casi dos décadas después de pintar el cuadro, en 1985, Dalí
se sumó a la campaña para apoyar la candidatura de Barcelona
como ciudad olímpica. El pintor catalán cedió al
Ayuntamiento de la Ciudad Condal, presidido entonces por
Pasqual Maragall, los derechos de reproducción de El atleta
cósmico en miles de litografías con la firma del artista.
En 1989, tras la muerte de Dalí, el Gobierno de Felipe
González acuñó y puso en circulación varias series de
monedas conmemorativas de los Juegos Olímpicos que se
celebrarían tres años más tarde en Barcelona. Una de las
series, con un valor facial de 80.000 pesetas, llevaba en su
reverso el tema central de El atleta cósmico, y en su
anverso las efigies de la Familia Real.
En 1968, mientras daba los últimos retoques al cuadro, Dalí
concedió una entrevista al periodista mexicano Enrique
Loubet en la que describía el óleo como "una copia exacta
del yeso que hice como adolescente sobre El Discóbolo, de
Mirón. Pero, en vez de un disco en la mano, está el sol. Y
el atleta está plasmado en el momento de poner en órbita la
energía humana cuantificando la solar". Cuando el periodista
le pregunta por el precio de la obra, Dalí responde: "Es
confidencial". Y al pedirle permiso para ver el cuadro, el
artista de Figueres le corta tajante: "No. Nunca la enseño
antes".