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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   

 

 


 

La República Española para el Siglo XXI

César Alfonso Viñas.

UCR 2 de Diciembre de 2008

1. Etimología. Historia. 

 

    La palabra República viene del latín “res publica”: la cosa pública. Reincide la palabra en lo público.

 

    En el libro cuatro de “Política”, Aristóteles explica la teoría general de la República perfecta. Se plantea la pregunta de si un individuo debe participar en la vida política o vivir completamente extraño a ella y libre de todo compromiso público. Planteando hace 3.000 años uno de los problemas que sufren las democracias actualmente. Según Guillermo Sullings, en la democracia real el pueblo tiene que poder participar opinando, pero también tomando decisiones sobre los asuntos importantes del Estado en asambleas o consejos comunales. Este autor habla de democracia real y participativa frente a la democracia formal donde el sistema político es un diseño de laboratorio elaborado por cuatro iluminados.

 

    Para Aristóteles el Estado más perfecto es aquel en el cual cada ciudadano/a puede gracias a las leyes practicar lo mejor posible la virtud y asegurar su felicidad. Para que esto sea posible actualmente,  el pueblo es quien debe elaborar la nueva Constitución.

 

  Para Aristóteles se pueden diferenciar dos tipos de constituciones, según el interés que persigan, pueden ser:

 

  • Constituciones puras: son las hechas en vistas del interés general, son puras porque practican rigurosamente la justicia.  

  • Constituciones impuras: sólo tienen en cuenta el interés personal de los gobernantes, no son más que una corrupción de las buenas constituciones, están viciadas. Sería el caso de la Constitución de 1.978. El rey está por encima de la Ley.

Aristóteles divide las formas de gobierno en puras e impuras, que son las deformaciones de las formas puras, según persigan el interés de uno o muchos. Así, encuentra dentro de las formas puras de gobierno:

 

  • La Monarquía: que es el gobierno de uno sólo.

  • La Aristocracia: que es el gobierno de una minoría conformada por hombres de bien.

  • La República: que es el gobierno de la mayoría.

Y dentro de las formas impuras, están:

 

  • La Tiranía: que es la que tiene como fin el interés personal del monarca. Juan Carlos acepta la monarquía por motivos de supervivencia, ya que estaba sin dinero antes de la Transición. En nuestro país la Transición fue motivada, en parte, por el deseo de Estados Unidos de poner bases militares en la Península Ibérica (zona muy estratégica para sus intereses imperialistas), del ingreso de España en la OTAN y del ingreso en la Unión Europea para la entrada de productos norteamericanos a Europa (coches Ford, por ejemplo). Así que los servicios de inteligencia de los Estados Unidos ayudaron a ETA a matar a Carrero Blanco que quería continuar la dictadura. Y claro, para los intereses de Estados Unidos lo mejor era una pseudodemocracia en España con Juan Carlos al frente y poner freno de paso al Comunismo.

  • La Oligarquía: que es la que tiene como fin el bien personal de los ricos. Es la forma de gobierno que impera actualmente en el mundo a través de la explotación del Tercer Mundo y países en vía de desarrollo por parte de las multinacionales ,apropiándose de los recursos naturales y sometiendo a estos países a guerras civiles y “guerras preventivas”.

  • La Demagogia: que tiene como fin el bien particular de los pobres.

 

    Según este pensador es costumbre dar el nombre de República a los gobiernos que se inclinan hacia la democracia (gobierno del pueblo); el de aristocracia a los que se inclinan hacia la oligarquía.

 

     Para Aristóteles República es el término medio entre oligarquía y democracia: multa para los ricos e indemnizaciones para los pobres.

 

    “Lo que necesita la ciudad son seres iguales y semejantes, situaciones intermedias. El Estado es mejor cuando lo forman ciudadanos de regular fortuna. Los Estados bien administrados son aquellos en los cuales la clase media es más numerosa y más poderosa que las otras dos reunidas. Es, por lo tanto, una enorme ventaja el que los ciudadanos tengan una fortuna modesta, suficiente para atender sus necesidades. Los poseedores de fortunas medias son los únicos que no se sublevan nunca”. Hoy día no podemos decir que seamos la mayoría de los ciudadanos clase media simplemente porque consumamos. Pero este consumismo de hoy día y la falta de hambre en la población hacen imposible una revolución en nuestro país. Como decían Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, la burguesía da al proletariado lo justo para su sustento y reproducción. Procrear para que la cadena no se rompa y enriquecer a la oligarquía con la explotación de nuestro trabajo y el de nuestros hijos/as.

 

    Por otra parte, Cicerón habla por primera vez de un pueblo organizado, o sea el poder público organizado en el libro “Sobre la República”.

 

   Maquiavelo insiste mucho en que la República se define por lo que no es: no es monarquía.

 

Hay gente hoy día que afirma que vivimos en una República Coronada. Jamás he escuchado mayor estupidez.

 

   Harrington escribe en 1656 “La República de Oceanía”. Esta es la obra precursora de la democracia.

 

  Tomás Moro en 1.615 usa el concepto de utopía en su obra “El óptimo estatus republicano de la nueva isla de Utopía”. Moro se basa en la República de Platón.

 

  Rosseau dijo:”Llamo República a todo Estado regido por leyes, ya que sólo entonces es el interés público el que gobierna y la cosa pública se concreta en algo”.

 

   En la Revolución Francesa surge un elemento fundamental: la República identificada con principios éticos. Robespierre identifica República como entrega al servicio público y ejercido éste con transparencia. Las repúblicas modernas se basan en el principio de la separación de poderes formulado por Montesquieu y los valores surgidos en la Revolución Francesa: Libertad Igualdad y Fraternidad.

 

   El concepto de República se ha distorsionado, corrompido, en diversas ocasiones. Se ha identificado, maliciosamente, el concepto de República con el de guerra, crimen y caos. Como si aquella tragedia formara parte  de la República. Hay que dejar claro en la ciudadanía española que la Guerra Civil no fue fratricida.  Los militares golpistas no pueden ser hermanos del pueblo que votó el gobierno legítimo, constitucional y democrático de la II República. No me parece a mí que Miguel Hernández sea hermano del general Mola. Hay que romper con la teoría de los dos bandos. Los militares golpistas no fueron rebeldes. Fueron asesinos que cometieron actos genocidas contra el pueblo español. Cometieron crímenes contra la humanidad. La Guerra Incivil fue un conflicto internacional en el que se cruzaron intereses políticos, sociales y económicos. La oligarquía de Inglaterra, que tradicionalmente había hecho negocios en España durante el siglo XIX y principios del XX, no ayuda a la República ya que prefiere que gane Franco. Es por ello por lo que las llamadas democracias dan la espalda a la República; hay intereses capitalistas. La Texaco estadounidense ayuda a Franco en la contienda (la prensa de Estados Unidos ve a Franco como el adalid contra el comunismo). El fascismo de Hitler y Mussolini, junto a la sección Viriato de Portugal con el gobierno de Salazar, aportando ejércitos bien equipados y armamento, hace que Franco gane la guerra.

 

   Hay que diferenciar bien entre violencia horizontal, efectuada por un grupo de gente incontrolada por el Estado que se rebela, porque se siente oprimida, apaleada y explotada por la oligarquía, los terratenientes y la Iglesia; y entre violencia vertical, que es la genocida, programada y sistemática para aniquilar la población. La violencia vertical fue la ejercida por el criminal Franco y sus secuaces.

 

2. Definición actual de República.

 

    En el estado republicano puro, el gobierno se convierte en instrumento de ejecución de los deseos del pueblo que lo ha elegido, siendo por tanto democracia y república una misma cosa.

 

   Pero no se trata solo de votar a los gobernantes . Deberíamos poder votar también a los jueces. En la República todos los ciudadanos/as tienen responsabilidad política, participación ciudadana en los asuntos más importantes del Estado como, por ejemplo, la elaboración de una nueva Ley de Educación.

 

   Si bien hay estados monárquicos que han asimilado, por pura necesidad de supervivencia,  las ideas democráticas a lo largo de la historia hasta nuestros días, estos adolecen, como mínimo, de una falta de verdadera democracia debido a que el rango de jefe de Estado no puedes ser ejercido por cualquier ciudadano/a, puesto que este se reserva a los miembros de una determinada estirpe.

 

   El Jefe de Estado debe ser elegido por los ciudadanos/as cada cuatro, seis o x años. Esto no se da en la monarquía. Nosotros sólo votamos al Primer Ministro. La gente no sabe que Zapatero es el Primer Ministro.

   Por otro lado, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice:

 

1. República: Organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por el Parlamento para un período determinado.

 

6. Lugar donde reina el desorden. 

 

  Por último, podemos apreciar el significado democrático de República  que emana de la Constitución de 1.931:

 

Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.


Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.


La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones.
La bandera de la República española es roja, amarilla y morada.

 

Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.

 

 Artículo 3. El Estado español no tiene religión oficial.

 

 Artículo 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.

 

  Artículo 7. El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su derecho positivo.

 

Artículo 25. No podrán ser fundamentos de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas.

 

   El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios.

 

Artículo 48.La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana.

 

   Se reconoce a las Iglesias el derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos.

 

Artículo 67. El Presidente de la República es el jefe del Estado y personifica a la Nación.

 

¿Estas propuestas que se elaboraron en el año 1.931, no son válidas para una República española del Siglo XXI, es decir, para la III República?

 

3. Los borbones en España: Desde la traición de Fernando VII en la Guerra de la Independencia hasta el fraude de la Transición con Juan Carlos I.

 

  Una vez delimitado el concepto de República, vamos al polo opuesto: la institución monárquica y su historia de traiciones al pueblo español.

 

  Para Carlos Hermida, la Guerra de la Independencia no fue un levantamiento unánime de los españoles contra el invasor francés en defensa de la monarquía tradicional, como se difunde desde instancias oficiales.

 

    Fue un proceso mucho más complejo en el que se entrecruzaron proyectos políticos diferentes; y los orígenes del conflicto bélico están ligados a las luchas internas de la monarquía borbónica. El Príncipe de Asturias llega al trono con el Motín de Aranjuez (1.808). Renuncia Carlos IV al poder.

 

    Fernando VII  abdicó dos meses después en Bayona ante Napoleón Bonaparte a cambio de una buena cantidad de dinero y varias posesiones en Francia: varios castillos en Francia y una renta de 30 millones de reales.

 

    Napoleón, cuyas tropas habían entrado en España tras la firma del Tratado de Fontainebleau (1.807), consideró que la incapacidad y corrupción de la monarquía española permitiría sin grandes dificultades la anexión de España al imperio francés.

 

   Hubo cuatro grandes políticas diferentes que se enfrentaron a Napoleón:

 

- El clero, la oligarquía, la nobleza: continuidad del Antiguo Régimen. Fernando VII como rey absoluto.

 

-Los liberales capitalistas, la burguesía: Comprendieron que la situación revolucionaria abierta por la guerra ofrecía el marco adecuado para desmantelar el Antiguo Régimen, implantar en España una monarquía constitucional y poner en marcha las reformas necesarias para la implantación plena del capitalismo. Representantes de los intereses de la monarquía su programa político se concretó en la Constiución de 1.812.

 

    Los liberales pecaron de ingenuos al confiar en el Deseado, Fernando VII, que vivía tranquilamente en el castillo-palacio de Valencay felicitando a Napoleón por sus victorias y solicitando al emperador que le convirtiese en hijo adoptivo.

 

- Los afrancesados: Aceptan una monarquía constitucional con la Carta Otorgada de José I. Un caso representativo es el gaditano, nacido en San Fernando, Juan Van Halen. Combate en Trafalgar contra los ingleses. Participa en el levantamiento de 2 de mayo y combate  a los franceses en las batallas de la Península. Acata al rey José I. Con el absolutismo de Fernando VII se fuga a Londres y Rusia. En 1.821 regresa a España tras el pronunciamiento de Riego. En 1.823 rechaza a Fernando VII como rey absoluto. Se exilia a Cuba. Perseguido por el Borbón, se refugia en Estados Unidos. Entre 1.835 y 1.841 lucha contra los Carlistas. En 1.843 cae Espartero y queda destinado, como militar, en El Puerto de Santa María.

 

- Los republicanos: Son una minoría. En la novela de Galdós “El audaz”, se narra cómo los republicanos son utilizados por los burgueses y la oligarquía para derrocar al rey Carlos  IV mediante el motín de Aranjuez.

 

   Más tarde, Isabel II,  fue repudiada por el pueblo español en una revuelta originaria en el Campo de Gibraltar y la provincia de Cádiz;  Alfonso XIII,  apoyó  a Primo de Rivera, y después a Franco en el levantamiento contra la II República. El mismo Juan Carlos, fue uno de los artífices de la mal llamada transición democrática. Este monarca se encuentra actualmente por encima de la ley y de la Constitución de 1.978, la cual nunca ha jurado, esto último la gente no lo sabe. Eso sí, el movimiento  franquista sí que lo juró. Todos ellos son unos antipatriotas. No hay nada más español que ser republicano, frente al tópico de que ser republicano es ser antiespañol.

 

 

4. Democracia real (la III República) frente a democracia formal.

 

    Vamos a dar paso aquí a definir como debería ser una República hacia el siglo XXI, una verdadera democracia, la III República.

 

   Guillermo Sullings, nacido en Chascomús, provincia de Buenos Aires en 1.954, nos habla de lo que es una democracia real participativa por parte de la ciudadanía, ideas aplicables al proyecto ciudadano y democrático de III República:

 

    “Sería un error de apreciación considerar que la crisis se limita a la representatividad de algunos funcionarios o políticos, y que si los reemplazamos por otros solucionaríamos la crisis. Desde luego que cuando un sistema se corrompe, los peores se instalan en la cima, y desde luego que hay que sacarlos de allí, pero cuando la crisis es del sistema, cualquier recambio será más de lo mismo”.

 

    “Nunca está de más aclarar que cuando nos referimos al fracaso de la democracia formal, lo decimos siempre con la intención de que se avance hacia alternativas más participativas. No se trata solamente de un problema con los personajes corruptos o ineficientes que ocupan cargos públicos, acá se trata de una crisis total de las instituciones”.

 

    “Del mismo modo, cada vez que vemos políticos que se supone deben defender los derechos de los ciudadanos hacer todo lo contrario, o vemos legisladores que votan leyes para perjudicar a la gente y beneficiar al poder económico, o a un poder ejecutivo que negocia a espaldas del pueblo que se supone lo eligió para que lo defienda, no podemos pensar que se trate solamente de malos ejemplos. Se trata de problemas estructurales, se trata del derrumbe de las instituciones.

 

    Cuando vemos que una y otra vez hay cúpulas sindicales que traicionan a los trabajadores, cuando se supone que su función es defenderlos, ¿Podemos hablar de excepciones, o tenemos que hablar de que todo está podrido?

 

    En todos los casos el problema no son sólo los individuos, el problema es que el sistema ya no sirve.

   Muchos hablan de estas cosas y dicen que hay problemas de corrupción “estructurales”.

 

La división de poderes:

 

    Es muy común escuchar hablar en los medios de prensa acerca de los problemas que existen cuando no se respeta la división de poderes, cuando el Poder Ejecutivo invade o presiona al Judicial, o cuando el Judicial toma decisiones políticas, o cuando los legisladores influyen en los jueces, etc.

 

   Ocurre que en la génesis de las primeras democracias, la división de poderes era un baluarte del equilibrio democrático, para garantizar decisiones reflexionadas y debatidas, sujetas a mecanismos de contrapeso y control. Diversos poderes, organismos de control y cámaras legislativas con representación de diversos partidos deberían garantizar el equilibrio y evitar cualquier concentración de poder.

 

“Sin embargo, a nadie escapa el hecho de que hoy en día, los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, y hasta el denominado cuarto poder de la prensa, todos ellos responden a un único poder absoluto: el poder económico”.

 

    Con dinero se compran medios de prensa, legisladores, jueces, ministros y presidentes. Se compran comisarios, policías y funcionarios de todo tipo. Con dinero se compran sindicalistas y políticos. Y cuando decimos que se compran, lo decimos en sentido amplio, porque en algunos casos se trata de actos de corrupción para hechos puntuales, pero en general se trata de mafias organizadas donde todos son “hombres de negocios” que ejercen la función pública en representación de los intereses económicos.

 

    Desde luego que este proceso por el cual el poder del dinero ha comprado a las instituciones democráticas para ponerlas a su servicio viene avanzando desde hace muchos años, hasta que se transformó a todo el sistema institucional en una gran empresa con diferentes negocios. A veces hay “gerentes” de esta empresa que se pelean entre ellos por superposición de intereses o diferencias en sus negocios, pero todos pertenecen al mismo cartel. Por eso es muy difícil encontrar gente decente en los partidos políticos tradicionales acostumbrados al poder, porque ya desde sus primeros pasos comenzaron a pervertirse, y si no lo hicieron abandonaron el partido.

 

La representatividad:

 

    Se supone que los tres poderes de la democracia representan los intereses del pueblo. En algunos casos, como los jueces no son elegidos directamente por el pueblo, cosa que debiera ocurrir en una democracia real, pero todos directa o indirectamente se supone que ocupan el lugar que ocupan porque el pueblo ha elegido a sus representantes del legislativo y ejecutivo en una elección democrática, y a partir de allí se va organizando todo.

 

     Sin embargo, gran paradoja, el pueblo los aborrece al poco tiempo de emitir el voto, y a veces los aborrece desde antes de votarlos y siente que no tiene muchas opciones.

 

    Es como si alguien fuera a un negocio de comidas, y en las vitrinas donde las exhiben, solo hubieran dos o tres platos para elegir; y resulta que todos los platos son un asco, pero no hay otra cosa y uno termina llevando el menos repugnante para no morirse de hambre.

 

    Nos dejan elegir entre lo que exhiben en la vitrina, pero antes alguien eligió por nosotros que opciones debía contener la vitrina.

 

    Esta es una trampa formidable de la democracia formal. Elegir entre falsas opciones.

 

    En nuestro país se afianza el bipartidismo, no habiendo muchas opciones donde elegir. Ya que la izquierda se está derechizando. Los partidos del sistema defienden la monarquía.

 

     Todos los seres humanos tienen iniciativas de todo tipo, y por supuesto que en lo social también, aunque más no sea porque les afecta. Hasta el rechazo a la política es una iniciativa política. Pero por supuesto que no todos tienen los mismos ritmos, y entre una persona que desea manifestar su opinión emitiendo su voto una vez cada tanto y un militante que dedica su vida a una causa, hay una inmensa gama de posibilidades de participación que si no se realizan es porque no existen los canales ni los procedimientos adecuados para cada situación.

 

Niveles de participación ciudadana:

 

   Para los distintos niveles de compromiso que cada uno quiera tener con la problemática conjunta, deberán existir opciones de participación. La participación mínima seguramente será el sufragio en elecciones, que por ahora es el único nivel asegurado en la democracia formal. El siguiente nivel podrá ser la participación en consultas populares vinculantes para opinar sobre decisiones de interés general que deban ser sometidas a consulta, tanto a nivel municipal, como provincial y nacional. Un siguiente nivel podrá ser la participación en asambleas extraordinarias ocasionales para el tratamiento de temas que deben debatirse antes de pasar a la consulta popular. Otro nivel podría ser la participación en Asambleas o Foros periódicos (semanales o mensuales). Posteriormente vendrían ya instancias de representación, desde los primeros delegados hasta llegar al presidente, pasando por todos los cargos intermedios.

 

    Cualquier persona puede participar en cualquier nivel (en el caso de los niveles de representación se requerirá que otros lo elijan y siempre y cuando no le revoquen el mandato); como en la práctica hay personas con mayor interés o vocación o disponibilidad por la participación, obviamente que a mayor exigencia de dedicación menor será el número de gente que participe, pero siempre tendrán la posibilidad, y siempre habrá un nivel que les resulte accesible para opinar y decidir.

 

Lugares de participación:

 

   Desde luego que para que la posibilidad de participación aumente, habrá que prever ámbitos de participación arraigados, tanto en los barrios como en los lugares de trabajo y de estudio. Y siempre la decisión de la mayoría deberá ser vinculante con respecto al área de influencia; es decir que si se debaten temas nacionales en un barrio, la opinión de ese barrio sumará a la del resto del país, pero si se debaten temas del barrio, lo que se decida se deberá ejecutar a través de los representantes del mismo.

 

Frecuencias:

 

  Siempre conviene diseñar las actividades de participación con una frecuencia que resulte viable, que no lleve a la saturación. Debe primar el sentido común, ya que si para cada pequeña decisión que debe tomar un representante a quien se le delegó una función hay que hacer una asamblea, entonces pierde sentido la delegación de mandato que se hizo y hace inviable la toma de decisiones. La gestión requiere de ejecutividad, y para ello se requiere tener cierta libertad de acción, y para los casos en que un representante se desvíe de los objetivos trazados por el conjunto, estarán los mecanismos de revocatoria de mandato. Las Asambleas deberían trazar la estrategia y los representantes ejecutarla, bajando a consulta los temas conflictivos o con dificultades. De ese modo la frecuencia de las reuniones no será desgastante, ni los temas tratados serán secundariedades. Lo mismo vale para las consultas populares o cualquier tipo de actividad de participación.

 

La participación vinculante, no meras opiniones:

 

    Deberá haber instancias de intercambio, tanto en los foros temáticos como en las Asambleas, como en todos los niveles, y seguramente habrá una ida y vuelta de las opiniones, ya que muchas veces la opinión puede ser equivocada si falta información suficiente. Pero luego de que el tema se agotó en su tratamiento, hay que decidir, y allí el que decide es el pueblo y el representante ejecuta. Y no hablamos de decidir en secundariedades sino en los grandes temas, tanto a nivel barrial, como municipal, provincial y nacional.

 

     Es importante entender este concepto porque hoy suelen estar en boga las propuestas de los seudo-progresistas que pretenden distraer a la gente dándole la posibilidad de participar en lo inocuo para los intereses de los crápulas: dejan que los niños de los colegios elijan el dibujo para un escudo, dejan que los vecinos decidan que árboles poner en la plaza, y si alguna vez implementan el presupuesto participativo a su modo, seguramente nos dejarán que decidamos sobre el 10% mientras se roban el otro 90 %.  

La gente debe decidir en todo.  

 

    Si se trata de presupuesto participativo, deberá ser en el 100 %; desde luego que habrá que tener la madurez suficiente como para priorizar en base a las urgencias de los más necesitados y evaluar cada gasto en base a las posibilidades reales. Pero una vez decidido, el representante ejecuta lo que decide la gente.

 

5. Los ocho puntos de la III República Española.

 

1. Recuperación de la democracia.

 

2. Soberanía Popular.

 

    No a la OTAN. No al a monarquía.

 

3. Derecho a la autodeterminación de los pueblos.

 

    Que tengas derecho a la separación no significa que después te quieras separar, ya que los trabajadores debemos estar unidos.  Por otro lado, la autodeterminación debe ser un derecho de los pueblos.

 

4. Independencia nacional.

 

No al sometimiento de EEUU.

 

5. Derogación de la Constitución de 1.978.

 

Una Constitución nueva hecha por el pueblo. Participación ciudadana.

 

Se contradice el artículo 14 con el 56, 57 y 64.

 

Artículo 1.

 

1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

 

2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

 

3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

 

Artículo 14.

 

Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

 

Artículo 56.

1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes.

 

2. Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.

 

3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65,2.

 

Artículo 57. Negocio familiar.

 

1. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.

 

6. Recuperación de la memoria histórica.

 

Condena del régimen genocida del franquismo. Condena de los crímenes cometidos por el franquismo durante la Guerra Incivil.

 

7. Defensa de la República con carácter laico, democrático, popular y federal.

 

Recuperación de la soberanía popular. Libertad, igualdad y fraternidad.

 

8. No a la Constitución Europea.

 

6. La gran mentira de la Transición.

 

    Según las obras “Contra el Pacto de la Moncloa”  y “La sombra de Franco en la Transición” de Alfredo Grimaldos, licenciado en Ciencias de la Información,  en la “modélica Transición” no se quiso romper con el régimen franquista. Se uso como excusa que volveríamos a la dictadura. ¿Existía realmente peligro? Esto se amplificó para poder atemorizar a la sociedad y forzar el consenso entre franquistas y la izquierda.

 

    Para José Acosta en “Crisis del franquismo y crisis del imperialismo” el franquismo no es una dictadura que finaliza con el dictador, sino una estructura de poder que integra a la nueva monarquía.

 

   Otros libros importantes para conocer la mentira de la transición es: “25 años sin Constitución” de Joaquín Navarro; “Juan Carlos, el último Borbón” de Amadeo Martínez Inglés” que acusa a Juan Carlos de varios delitos (aunque claro, la Constitución del 78 le defiende); “Los secretos del franquismo” de Eduardo Martín Pozuelo; “Un rey golpe a golpe” de Patricia Sverlo.

 

    Juan Garcés en “Soberanos e intervenidos” dice que la transición fue una época miserable que engañó a los españoles.

 

   Estos son autores que provocaron la demolición del mito de la Transición.

 

  La España franquista quería entrar en la Unión Económica Europea. Para ello necesitaba que en el país hubiese partidos políticos legalizados. Con Juan Carlos, Torcuato y Adolfo Suárez se legaliza el Partido Comunista para pactar la Transición. “Yo te legalizo y me ayudas en el proceso de democratización, pero a cambio te callas, olvidas y perdonas los crímenes fascistas en la guerra y la violencia de Estado durante el franquismo”. Es por ello por lo que se hizo la Transición, para traer la pseudodemocracia con la imposición a los españoles de la monarquía, para frenar todo intento de votar una República. Los partidos republicanos no fueron legalizados en aquellos momentos. Así, la oligarquía franquista seguía en el poder político, económico y judicial, con un lavado de cara. Todo esto con la ayuda imperialista de Estados Unidos que hecha una manita en el atentado de Carrero Blanco y con la opereta del 23 F de 1.981, organizada por Juan Carlos para frenar y anticiparse a un hipotético golpe de Estado de los militares más acérrimos al franquismo, con lo cual el pueblo español ve al monarca como el “salvador” de la democracia y se legitima así la monarquía en nuestro país.

 

   Si la II República fue un gobierno elegido por el pueblo, legítimo y constitucional que sufrió un golpe de Estado por parte de la oligarquía, los militares, la iglesia con la ayuda de países fascistas y capitalistas, lo lógico es, que tras la muerte del dictador, se hubiese trabajado por traer a nuestro país una II República. Además, había un Frente Popular suficiente como para presionar: la Huelga General del 12 de noviembre de 1.976 con éxito en núcleos industrializados; una Universidad que se manifiesta y que no era la misma que la de principios del franquismo; un número importante de curas jóvenes que se oponen a la dictadura; el Partido Comunista; el Partido Socialista y CCOO.

 

  Con  la falta de homologación internacional del estado español, que tenía la imperiosa necesidad de evolucionar hacia una “democracia europea”, el franquismo económico, político y sociológico no podía oponerse y, en consecuencia, aceptó la Ley de Reforma que dio lugar a nuestro modelo de monarquía parlamentaria.

 

   Posteriormente el PSOE en los ochenta cerrará  astilleros y altos hornos en España con el objetivo de la Tercerización de la economía española, papel que le había tocado a nuestro país en Europa (el turismo, sobretodo), y destrucción del movimiento obrero y el tejido industrial (batalla de Euskalduna entre los trabajadores  de Bilbao con sus herramientas y la policía armada hasta los dientes con vehículos blindados).

   

    Para Carlos Hermida,  “La Transición no es modélica. Fue un fraude. Una estafa para el pueblo español. Fue insuficiente, porque en realidad el pueblo español no pudo elegir absolutamente nada”.

 

    Se trataba de aceptar el modelo monárquico heredado del franquismo y consensuado con las fuerzas del antiguo régimen o....   el caos (idea que machacaron para meter miedo al pueblo).                     En este sentido podemos decir que los españoles nos tragamos  una Constitución otorgada.

 

  Jesús Cacho, en su libro “El negocio de la libertad” habla de las vías de financiación personal del rey para realizar la Transición. Según señala "una de las primeras formas conocidas fue el petróleo, las comisiones del crudo que importaba España para cubrir sus necesidades de energía. Nada más ocupar Juan Carlos I el trono a la muerte del dictador, Manuel Prado [y Colón de Carvajal, el hombre de confianza del rey se dedicó a remitir varias misivas reales a otros tantos monarcas reinantes, especialmente del mundo árabe, para pedirles dinero en nombre del rey de España".


   Hay constancia documental de una carta firmada por Juan Carlos I y dirigida al Sha de Persia, el 4 de julio de 1977, donde el monarca tras una descripción de la situación política dice: "me tomo la libertad, con todo respeto, de someter a tu generosa consideración la posibilidad de conceder 10 millones de dólares como tu contribución personal para el fortalecimiento de la monarquía española". Se solicita el dinero  para que el primer ministro Suárez pueda fortalecer el Centro Político, aliado de la monarquía, frente al socialismo, que según el autor de la carta, tiene apoyo masivo por parte del pueblo español.  Es decir, que se temía a un movimiento social que pudiese traer la República.

 

¿Qué dinero tiene el rey?


    La partida de los Presupuestos Generales del Estado para los gastos de la Casa Real no está sometida por ley al control del Tribunal de Cuentas. La Constitución de 1978 permite al monarca disponer de él sin dar más explicaciones. En 1980, el Gobierno le asignó 200 millones de pesetas. Hasta entonces, el rey apenas cobraba un sueldo de Capitán General. Actualmente, la partida del Presupuesto General del Estado asciende a los 7,78 millones de euros.


   Debido a la opacidad de la casa real, la fortuna del rey es difícil de cuantificar. La revista Forbes (abril 2003) incluye a Juan Carlos I en el sexto lugar de los monarcas más ricos de Europa con una fortuna de 1.790 millones de euros, el puesto 134 entre los más ricos del planeta.

 

7. Los problemas en España. La III República es la solución.

 

            España tiene  problemas de organización territorial que no encuentran solución en el marco autonómico. La solución es una República Federal. Según Wikipedia:

 

             “Una federación (del latín fœdus, "pacto") es un Estado conformado por la reunión de varias entidades territoriales. También suele denominarse estado federal o república federal y, generalmente, tiene un sistema político republicano.

 

            Las federaciones están compuestas por divisiones territoriales que se autogobiernan, a las cuales se llega a dar con frecuencia el nombre de estados, cantones, regiones u otras, que gozan de un mayor o menor grado de autonomía pero que, en cualquier caso, tienen facultades de gobierno o legislación sobre determinadas materias, distintas de las que corresponden a la administración federal (gobierno de la federación). El estatus de autogobierno de las regiones que lo componen está establecido por su constitución y, habitualmente, no puede alterarse unilateralmente por decisión del gobierno de la federación.

 

           Entre las federaciones más significativas de nuestros días se encuentran los Estados Unidos de América, México, Argentina, Brasil, India, Rusia, Alemania y Venezuela.

 

        La distinción entre federación y estado unitario a menudo puede resultar ambigua. Un estado unitario puede tener una apariencia cercana a la de una federación en su estructura y, aunque un gobierno central tuviera la facultad teórica de revocar la autonomía de una región de autogobierno, llevar esa prerrogativa a la práctica podría ser de una extremada dificultad política.

 

        Las regiones de autogobierno de algunos estados unitarios a menudo disfrutan de una mayor autonomía que los estados de algunas federaciones. Por estas razones a veces se sostiene por algunos que ciertos estados unitarios modernos son federaciones de facto, ya que no son formalmente federales, mientras que otros los conceptualizan como estados regionales.

 

        Algunos sugieren que el caso de España es una federación de facto, ya que concede cierto autogobierno a sus Comunidades autónomas, aunque realmente es un estado unitario. Una diferencia destacada en todo caso entre un estado federal y un estado regional/autonómico se observa en la capacidad constituyente de los estados y en la existencia de una organización completa (legislativa, ejecutiva, judicial) dentro de los mismos a diferencia del Estado regional/autonómico donde la norma de organización es estatal (en el caso de España, Ley Orgánica) y el poder judicial es único (117 CE)”.

 

      Otros problemas, según la publicación mensual Octubre de PCml, “son el deterioro de los servicios públicos básicos como educación y sanidad (justificar políticas privatizadoras), se ilegalizan partidos (ley departidos) ,corrupción urbanística, la vivienda es un producto de lujo, racismo, xenofobia.

 

    La destrucción del empleo que marcha a la par con el encarecimiento de los artículos de consumo básico (la vivienda, los alimentos, el gas, la electricidad, etc.). Las primeras víctimas del cambio de ciclo económico serán los sectores más desprotegidos y, en primer lugar, los trabajadores inmigrantes a los que los empresarios y gobierno tratan como mano de obra barata de usar y tirar.

 

  Se afianza el bipartidismo que perpetúa la dominación oligárquica, con el recambio siempre listo para cuando se desgasta el gobierno de turno.

 

   Entre 2.001 y 2.005, las 30 primeras multinacionales españolas han acumulado un beneficio empresarial de más de 100.000 millones de euros.

 

  Los banqueros y constructoras tuvieron una tasa de beneficios en los últimos seis años del 73%.

 

  El valor de las acciones en los últimos 4 años de las 20 mayores fortunas españolas , entre las cuales está la Casa Real, pasó de 16.500 a 54.000millones de euros.

 

  Mientras la oligarquía se enriquece los salarios de los trabajadores menguan. Es una odisea llegar a fin de mes.

 

  La cesta de la compra entre 2.001 y finales de2.007 se incrementó en un 43 %.

 

  Los trabajadores lo tenemos cada día más difícil para acceder a la vivienda.

 

  El nacionalismo nada tiene que ver con el internacionalismo proletario. Sólo la burguesía quiere la desunión de España. Sólo el pueblo unido puede lograr una verdadera democracia para resolver los problemas del país: Una República Federal.

 

  Estos problemas no pueden encontrar solución  en el marco jurídico y político de la actual monarquía.

 

   La monarquía y la Constitución de1.978 son la causa directa de la restricción de las libertades y derechos civiles y del deterioro del nivel de vida de los trabajadores.

 

  Ambas hunden sus raíces en la dictadura franquista y son el producto de ese fraude llamado Transición” .

 

 

 

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