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No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia. Juan Carlos «El Rey» |
Por
la III República
Manifiesto de Unidad Cívica por la República 6 de Diciembre de 2007
sobre la forma de estado tras un proceso de información y debate, con
propuestas y alternativas que, propiciando la superación de la monarquía
y el actual marco constitucional, desemboquen en un Proceso Constituyente
por la III República.
Y
ello, porque, treinta años después de la tan cacareada transición y más
allá de los reiterados cantos y alabanzas a la monarquía y a la vigente
constitución, es notorio el agotamiento de las mismas.
Así, constatamos la falacia constitucional de la separación de poderes, del Estado de Derecho y de la Democracia, siendo perentoria una auténtica independencia de la Justicia y del Poder Judicial, porque mientras asistimos al escándalo del bloqueo e inoperancia del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional como consecuencia de la lucha que mantienen el Gobierno y el Partido Popular por el control de los órganos jurisdiccionales del Estado; en tanto presenciamos el uso y abuso del Partido Popular de la judicatura para torpedear cualquier intento de Paz y Diálogo en el Euskadi; e igualmente, comprobamos la utilización de la Justicia por el gobierno de turno para mantener órganos de excepción como la Audiencia Nacional y su empleo arbitrario para recortar derechos y libertades, para menoscabar la Libertad de Expresión, para intimidar al movimiento republicano y acallar las cada vez más intensas críticas a la corona, así como para posibilitar el cierre de medios de comunicación, criminalizar movimientos sociales e impedir a cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas elegir y expresar su voluntad en las urnas y, en suma, mientras en nuestro país, los órganos judiciales sigan siendo elegidos por cuotas de partidos, no habrá Democracia plena, no existirá una auténtica separación de poderes ni un verdadero Estado de Derecho.
Asimismo,
porque, el sistema monárquico-constitucional del 78 se ha mostrado
incapaz de dar respuesta a los graves problemas sociales que persisten en
España. Paro, precariedad laboral, siniestralidad, vivienda inasequible,
inmigración en condiciones de semiesclavitud, salarios bajos, pensiones
exiguas, servicios públicos e infraestructuras deficientes, es el
panorama social que presenta nuestro país, a pesar del bombardeo mediático
que nos infringen, a diario, sobre nuestra bonanza económica. La riqueza
nacional, en contra del precepto constitucional, no está subordinada al
interés general, sino que sigue en manos de las añejas oligarquías económicas
y financieras de la dictadura y de los advenedizos grupos económicos
creados al calor del poder del gobierno de turno, en tanto las tímidas
mejoras económicas emprendidas por el Gobierno son absorbidas, de
inmediato, como consecuencia de una política fiscal injusta que sigue
beneficiando a las rentas más altas, a las fuertes tasas de inflación y
al alza de precios de los bienes básicos de consumo.
Igualmente, porque en el Estado Español, la separación Iglesia-Estado es inexistente, siendo un aspecto fundamental en la construcción del Estado Republicano que propugnamos. El Gobierno del Sr, Zapatero sigue sin revisar los acuerdos con la Santa Sede de 1976 y 1979, de herencia franquista, mantiene los privilegios a la Iglesia Católica y de su jerarquía financiando el sostenimiento de las mismas, plegándose, al tiempo, a los intereses de la enseñanza privada religiosa y sufragando la enseñanza de la religión en las escuelas, en tanto desde los púlpitos y desde medios de comunicación religiosos como la COPE, se incita al boicot a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y se promueven campañas contra la Escuela Pública, mientras la simbología religiosa sigue teniendo presencia en los centros escolares públicos y la fascista, en la iglesias.
De la misma
manera, evidenciamos el fracaso del desigual desarrollo del Estado de las
Autonomías, herencia aún del proceso de involución autonómica (LOAPA)
iniciado tras el “tejerazo” del 23-F de 1981, que
laminó
muchas de las competencias que se otorgaban a las comunidades autónomas y
que restringió las posibilidades que daba la Constitución de
descentralización y de reconocimiento de la diversidad nacional española.
Así,
la reivindicación de mayores cotas de autogobierno por parte Cataluña,
Euskadi y Galicia, el reconocimiento del derecho de autodeterminación y
las apelaciones al diálogo, son sistemáticamente cercenadas, incluso
bajo amenaza de intervención y suspensión del gobierno autónomo como es
el caso en Euskadi. Las constantes tensiones que esta cuestión históricamente
ha producido, permanecen sin visos de solución en tanto no se acometa una
reforma en profundidad de la actual estructura del Estado. Reforma que,
estimamos, sólo podrá llevarse a efecto en el marco del Estado
Federal Republicano que propugnamos . Estado Federal que, conforme
al principio de subsidiariedad, sin duda, superará el actual modelo autonómico
reconociendo el derecho a decidir de los pueblos y de las comunidades que
constituyen el Estado Español.
Porque
del mismo modo, aún hoy, casi setenta años después del golpe de estado
fascista y treinta años después de la transición, todavía nos
debatimos en la recuperación de nuestra memoria, por la legítima y
definitiva devolución del honor, bienes y derechos de aquellos que dieron
su vida, o fueron represaliados, por defender la República y la
Democracia. Aún reconociendo los avances que ha supuesto la reciente
aprobación de la Ley de la Memoria
siguen sin reconocerse aspectos como la ilegalidad del franquismo,
la nulidad de sus condenas y la devolución de los bienes confiscados a
los particulares. Igualmente, tampoco contempla la exhumación de los
restos Franco y de José Antonio de Cuelgamuros o Valle de los Caídos, y
que deben ser trasladados y entregados a sus familiares. Aspectos todos
cuya no resolución son inconcebibles en la Europa hoy, en la Europa
democrática que derrotó al fascismo y que son ineludibles para cualquier
demócrata. Por ello, desde UCR, seguiremos reivindicando la memoria de
los luchadores por la libertad y por la República, de nuestros héroes,
hasta la justa reparación de su memoria y el reconocimiento de todos
ellos.
Por
todo ello, desde Unidad Cívica por la República, hacemos un llamamiento
al conjunto del movimiento republicano a unir fuerzas en pro de generar un
potente movimiento en favor de la convocatoria de un Proceso Constituyente
por la III República. Proceso Constituyente necesario, que
obedezca a razones coherentes, porque no se trata de cambiar sin más la
forma de Estado, una Monarquía por una República parlamentaria, si bien
ese cambio ya obedecería a una mínima razón democrática, sino que de
lo que se trata es la construcción de una República cuyos ejes
fundamentales sean el Estado Federal, Laico y Solidario, en un marco de
libertades, de igualdad y de democracia plenas, donde la separación de
poderes sea una realidad, donde la connivencia iglesia-estado desaparezca,
donde los Servicios Públicos, la Cultura y la Educación estén al
alcance de todos, sin elitismos ni privilegios y donde la justicia social
prevalezca sobre el mercado, sobre la competitividad, el individualismo y
la depredación del medio ambiente.
Debate que debe
calar en la sociedad y, para ello, es fundamental la implicación, sin
fisuras, del movimiento republicano en esta tarea para que la ciudadanía
visualice la razón y fortaleza de nuestros planteamientos, para que la
fuerzas políticas progresistas, el sindicalismo de clase, la
intelectualidad y el mundo de la cultura hagan suya esta demanda asumiendo
el compromiso en la lucha por la República, y todos, conjuntamente,
liderando el movimiento de regeneración política y social que necesita
España, frente al continuismo constitucional vigente e, incluso, frente a
otros planteamientos seudo republicanos tan reaccionarios como aquel de
Lampedusa en “El Gatopardo”, aquel
"es
necesario que todo cambie para que siga todo igual", como, sin ambages y desde sectores de la derecha, algunas
voces vienen postulando.
En consecuencia, la República, ese es nuestro reto, ese es el compromiso que desde Unidad Cívica por la República nos hemos impuesto y por el que seguiremos luchando. Consecuentemente, UCR apoyará todas aquellas iniciativas políticas y ciudadanas de carácter pacifico y democrático en favor de la República y, consecuentemente, desde aquí, queremos mostrar nuestro respaldo a los cargos públicos y Ayuntamientos que desde el 26 de Julio de 2007 vienen sumándose, a través de sus plenos municipales, a la exigencia de la convocatoria de un Proceso Constituyente por la III República. Iniciativa a la que animamos adherirse al conjunto de la ciudadanía, al movimiento republicano y a las fuerzas políticas republicanas en general..
Por último, ante los acontecimientos acaecidos días pasados, donde hemos asistido al recrudecimiento de la violencia por parte de elementos fascistas y por parte del terrorismo etarra, desde UCR queremos dejar constancia de nuestra consternación por estos hechos, manifestando al tiempo nuestro más firme rechazo a estas acciones. Asimismo, expresamos nuestra solidaridad con los familiares, amigos y allegados de los jóvenes asesinados en estas horas tan dramáticas para ellos.
- Por la paz, el dialogo y la convivencia democrática - Por la definitiva recuperación de nuestra Memoria - Por la convocatoria de un Referéndum entre Monarquía y República - Por el inicio de un proceso constituyente
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Por el reconocimiento del Derecho de Autodeterminación -
Por la República ¡Viva la
III República!
Madrid, 6 de Diciembre de 2007Web: www.nodo50.org/unidadcivicaporlarepublica Correo: ucivicaporlarepublica@nodo50.org
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