CONTRA EL COMPLEJO QUÍMICO-MILITAR DE "LA MARAÑOSA"

 

 

 

En el año 93, gente diversa de colectivos antimilitaristas del sur madrileño empezamos a realizar un trabajo de denuncia contra el Complejo Químico-Militar de "La Marañosa". El 30 de enero de 1994 culminamos este trabajo con la 1ª Marcha a este centro militar.

La Fábrica de Productos Químicos de "La Marañosa" centra su trabajo en la investigación con el llamado armamento NBQ (Nuclear, Biológico y Químico) y en la producción de diverso material antidisturbios (botes de humo, lases lacrimógenos, infrarrojos...). Es la única fábrica militar que sigue dependiendo directamente del Ministerio de Defensa y que tiene como director a un teniente coronel del ejército en activo. Las actividades que se realizan en su interior están sometidas al mayor de los secretismos, garantizados porque un 25% del personal es militar (el que ocupa todos los cargos técnicos de responsabilidad) y por la connivencia que mantiene el personal civil, los sindicatos y los partidos políticos.

 

Todo el complejo ocupa una extensión de 715 has. situadas en un espacio protegido medioambientalmente, el Parque Regional del Sureste, de una gran riqueza natural y donde habitan un buen número de especies animales y vegetales protegidas (algunas únicas en el mundo). El retén militar instalado en "La Marañosa" realiza habitualmente maniobras y prácticas de tiro en este entorno.

Este año celebramos la Vª Marcha a La Marañosa el 12 de junio del 99, dentro de las actividades programadas en la Semana de Lucha Social.

 

La Fábrica de La Marañosa


La justificación oficial de la existencia de un centro como éste se basa en la idea de que el ejército español tiene que conocer cuáles son los efectos de las armas químicas, nucleares y biológicas para estar preparado por si algún hipotético enemigo las utilizara contra ellos. Tras esta justificación se esconden un buen montón de incongruencias y agresiones:

Mantienen cantidades de agentes químicos, bacteriológicos y nucleares altamente peligrosos como gas mostaza, iperita, nápalm, gas sarín..., que son transportados, almacenados y tratados, con el peligro que esto conlleva para las poblaciones y el medio natural circundantes. Conviene señalar que el ejército español fue pionero en la utilización de algunas de estas armas, que ya fueron producidas en La Marañosa, durante el levantamiento del Rif en 1927, poco después de que fuera fundada por Primo de Rivera. También fue utilizada por el ejército franquista durante la Guerra Civil y, posteriormente, fue reconstruida por técnicos nazis para suministrar armas químicas a su ejército durante la 2ª Guerra Mundial.

En la actualidad, para experimentar los efectos de estos productos, utilizan diversos animales como ratas, conejos, peces, pájaros..., que son sometidos a las brutalidades más extremas. Distintos agentes biológicos y químicos son introducidos en su organismo por diversos mecanismos (inhalación, ingestión, inyección intravenosa...) para calcular su capacidad de resistencia, alargando su sufrimiento antes de matarlos definitivamente.

Aprovechando las infraestructuras que poseen y mostrando la total connivencia que existe entre el ejército y los cuerpos policiales (ejército interior), fabrican todo tipo de material antidisturbios que necesite de productos químicos (gases lacrimógenos, botes de humo, gases que afectan al sistema nervioso...).

Mantiene diversos convenios de colaboración con organizaciones militares como la UEO y la OTAN. Tal es el caso del programa EUCLID, promovido por la UEO para "fortalecer la cooperación industrial, tecnológica y científica en el sector europeo de defensa" o del programa de asistencia y estudio de documentación para la OTAN. Hay que recordar que algunos de los estados pertenecientes a estas organizaciones, con las que colabora el centro de "La Marañosa", no han dudado en utilizar armamento biológico y químico. Tal es el caso de EE.UU. durante la Guerra del Golfo y de Turquía en la represión permanente que mantiene contra el pueblo kurdo.

Como ya señalábamos anteriormente, la fábrica de "La Marañosa" está dentro del Parque Regional del Sureste. Los efectos de sus actividades y de las maniobras militares afectan de forma especial a las últimas parejas de halcón peregrino que quedan en Madrid, a la colonia más importante de cernícalo primilla de la región y a otras aves como azores, milanos negros, ratoneros... Durante las maniobras militares, el permanente tránsito de vehículos pesados y las prácticas de tiro provocan deforestación, procesos erosivos del suelo y pérdida de fertilidad, multitud de residuos y una alta contaminación acústica que se deja sentir en kilómetros a la redonda. Además, los "errores" que se producen de vez en cuando, han provocado importantes incendios en la zona.

 

Haciendo un poco de historia...


El 30 de enero de 1994 realizamos la Iª Marcha a la Marañosa, a la que asistimos unas 500 personas. Esta jornada de lucha era promovida por diferentes colectivos antimilitaristas de la zona sur de Madrid y por grupos ecologistas, anticapitalistas, de liberación sexual, feministas... Acudió gente de Madrid y de otras partes del Estado.

Poco después, algunas de las personas que formábamos parte de estos grupos, decidimos formar el colectivo Tritón y abrir una nueva vía de lucha antimilitarista poco explorada hasta entonces en Madrid, denunciando y enfrentándonos a todo el entramado económico que da soporte a las estructuras militares (los gastos militares y de control social del Estado alcanzan cifras inimaginables; sólo en Madrid hay 200 empresas que colaboran con la producción militar y que cuentan con el apoyo de todas las fuerzas políticas y sindicales...). Desde entonces nos hemos marcado tres objetivos:

Investigación, para sacar a la luz esta realidad que se empeñan en ocultarnos.

Difusión, para dar a conocer y extender al máximo esta visión de los ejércitos. Con este objetivo, editamos una revista que se llama "Campo Abierto" y hemos publicado dos informes sobre el gasto militar, uno con edición propia (Gasto militar y alternativas sociales) y otro con la editorial La Catarata (La socialización del miedo, un análisis del gasto militar y de control social)

Acción, para transformar esa realidad.

Hasta ahora se han realizado cinco marchas a las que han asistido una media de 200 personas y que, en algunas ocasiones, han servido para realizar unas jornadas de debate y reflexión en torno a la problemática que plantea "La Marañosa" y la industria militar (experimentación animal, medio ambiente, el papel de los sindicatos...). A veces hemos organizado un concierto que nos servía para financiar todos los actos.

La I y IIª Marcha se realizaron durante el frío mes de enero, pero a partir de entonces hemos buscado fechas más calidas, realizándose durante la primavera, o como este año, en verano. El recorrido parte del barrio de Perales del Río, de Getafe y tiene unos 8 km., que discurren por el entorno natural del Parque Regional, por lo que tenemos ocasión de disfrutar de una jornada festiva, de contacto con la naturaleza y porque no decirlo, de demasiado calor. Después de llegar a la puerta del Complejo y de dar la barrila a los picoletos y seguratas, hacemos una comida campestre colectiva, acompañada de una sangría. En algunas ocasiones, después de la comida hemos organizado un pequeño conciertillo.

Las jornadas que acompañaban a la Marcha a La Marañosa las montábamos siempre en Getafe, pero nos dimos cuenta de que la participación de gente de allí era muy escasa y que casi todo el mundo venía de Madrid. Para facilitar la asistencia de un mayor número de gente, los actos de la anterior se hicieron en el ya extinto CSO "El Laboratorio". La participación en los debates, sociodramas y actos fue de unas 100 personas y en el concierto ska que hubo por la noche, de unas 2.000. A la marcha del día siguiente acudimos unas 150 personas.

¿Qué pasó con la Vª Marcha?


Este año la marcha iba a realizarse desde la coordinadora de colectivos autónomos como la primera actividad desarrollada en común (el colectivo Tritón se ha integrado en esta coordinadora desde que se planteara un proceso de "deconstrucción" de la antigua estructura ). Finalmente fue incluída dentro de la Semana de Lucha Social como una más de las movidas a desarrollar.

Se hicieron múltiples trabajos (cartel, convocatorias por internet, ofrecimientos para debatir sobre la cuestión en los sitios donde hubiera interés por montar actos, recoger listas de autocares, preparar la sangría para la marcha, contactar con el grupo de música que tocó, hacer pancartas, hacer el manifiesto, contactar con una empresa de autobuses y gestionar el asunto, pegar carteles).

Asistieron más de 200 personas, lo que significa en el aspecto cuantitativo y en comparación con la anterior marcha, un salto importante en cuanto a la participación ­ aproximadamente el doble de personas ­. Para nosotros es una valoración muy positiva. En la primera marcha que se celebró en el invierno del 94 asistieron 500 personas. Después de aquella primera convocatoria se abrió un principio de diálogo con los sindicatos que se mantuvo medianamente latente hasta la segunda convocatoria, donde definitivamente se rompió. Sería demagógico afirmar que lo cuantitativo ­hablando de estas cifras tan irrisorias­ provocó este "diálogo", pero es evidente que cuanto más gente movilicemos contra este complejo, más reacciones se producirán. La forma de mostrar nuestra repulsa a este centro y semejantes ­aunque este es único en su especie­ es harina de otro costal.

El calor fue terrible. Los niveles de ozono troposférico también. Lo único que tenemos que decir al respecto es que con el paso de las cinco convocatorias la fecha elegida es la que más garantías ofrecía. Sentimos mucho la pérdida de la memoria histórica de lo que significa pasar calor y darse caminatas de 12 km. cuando marchábamos contra las bases de Torrejón del avión. La Marañosa esta ahí, en el Sur de Madrid, y no en el Parque Nacional de Aigües Tortes y además, para colmo de males no atraviesa por ninguna población que pudiera ver las hordas ingentes de sujetos revolucionarios (¿Porqué les dará a los militares por esconder tan estratégicamente estos centros tan dañinos? ¿No sería mejor que estuvieran en el manifestódromo de Atocha-Benavente- Tirso?).

El concierto salió regular. Los músicos venían muy apurados, sin cuerdas de repuesto ¡que le vamos a hacer!.

La espera ­dada la fatalidad del conciertillo­, fue demasiado larga, sobre todo si tenemos en cuenta la torrencial lluvia que estaba cayendo, de sopor.

En la cancela del complejo la cosa quedó un poco desdibujada. Se leyó el manifiesto, se desplegaron las pancartas, se corearon gritos e insultos, pero poco más. Para próximas convocatorias sería bueno pensar en más ideas (posibles acciones allí).El movimiento antimilitarista tuvo una escasísima presencia. Al margen de posibles malos rollos que haya, nos parece lamentable este vacío.

Definitivamente valoramos ­si es que aún no te has dormido, amable lector/a­ que la cosa salió bastante bien. Queremos significar como dato positivo que el 90% de l@s asistentes era gente que no había venido nunca ­somos conscientes de la lectura inversa de esta aseveración­.

La marcha a "La Marañosa"no es un fín en sí misma. Nosotros creemos que hay que seguir denunciando su actividad, existencia, red de complicidades etc. Quizá deberíamos buscar formas más adecuadas de hacerlo. Sirva pues esta nueva aproximación para que se empiece a realizar un trabajo en esta dirección más enriquecedor y participativo.

 

¡Cerremos La Marañosa!

¡Gastos militares para fines sociales!

 

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