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Acción Directa Noviolenta contra un tren militar en València: el relato de los hechos

Lunes.18 de octubre de 2004 4266 visitas - 4 comentario(s)
Correo Tortuga - MOC València #TITRE

Ayer, 17 de octubre de 2004, alrededor de las 18 h., un grupo de antimilitaristas de diferentes lugares del Estado bloquearon con sus cuerpos durante dos horas el tren que transportaba el equipamiento del cuartel «Jaime I» (Bétera) para exigir la devolución de las instalaciones militares y lasupresión de las Fuerzas Armadas. El tren partía de la estación de carga de El Grao (València) en dirección al campo de entrenamiento militar de San Gregorio (Zaragoza), donde el cuartel de la OTAN va a realizar unas maniobras para probar su capacidad de comandar la nueva Fuerza de Respuesta de la Alianza Atlántica (NRF) el próximo año.

Después de advertir al maquinista del tren con señales visuales de que la vía se
encontraba cortada, y comprobar que el transporte no se ponía en marcha, dos
personas se encadenaron con tubos metálicos a los raíles de la vía de servicio
que estaba recorriendo el tren desde la estación de carga, lugar donde había
sido cargado con el equipamiento del cuartel de Bétera. Junto a ellos, otros
pacifistas han desplegado pancartas con los lemas «STOP OTAN» y «PAREMOS LAS
GUERRAS». La acción no ha causado ninguno tipo de daño material ni ha
interrumpido la circulación ferroviaria en ningún momento, pues no ha afectado
a otras vías que la que estaba usando el tren con material militar. Todos l@s
participantes portaban chalecos reflectantes.

A pesar de que el grupo fue rápidamente avistado desde uno de los helicópteros
policiales que sobrevuelan estos días el Puerto de València, hasta pasados
alrededor 30 minutos no se produjo ninguna reacción ni por parte de los
militares, ni del personal de RENFE o de la Policía. Entonces, los primeros
agentes de la Policía Nacional que se acercaron intentaron convencer a los
antimilitaristas de que se soltaran de los raíles, y probaron soltarles de los
tubos estirándoles de los brazos. Conforme pasaba el tiempo fueron llegando al
lugar un mayor número de efectivos de policía, Guardia Civil, aunque ninguno de
ellos parecía saber muy bien como soltar a los activistas, puesto que la cizalla
para cortar cadenas no resultaba eficaz contra los tubos de hierro. Los
antidisturbios de la Policía Nacional resolvieron el debate con su propio
estilo. Mientras unos tapaban la visión de las cámaras de los medios, otros, con
maneras brutales que a punto estuvieron de provocar una fractura de hueso,
estiraron del brazo de uno de los pacifistas hasta que consiguieron cortar la
muñequera y el mosquetón con el que se fija la mano al tubo. Pocos minutos
después, alrededor de las 20 h., habían soltado al segundo activista. Ambos,
junto con las otras dos antimilitaristas que portaban la pancarta fueron
esposados y conducidos a la Jefatura de Policía, donde permanecieron detenidos
durante 6 horas.

Los cuatro antimilitaristas fueron puestos en libertad alrededor de las 2 h. de
la madrugada. Están acusados de un delito de desórdenes públicos, por el que el
Fiscal solicita una pena de 1 año de prisión. El juicio tendrá lugar el próximo
3 de noviembre, a las 10’45 h., en los juzgados de lo Penal.

Desobediencia noviolenta

Se ha tratado de una acción de desobediencia civil, pública y noviolenta, con la
que los pacifistas quieren expresar su deseo de que sean clausurados y devueltos
para uso social y ecológico tanto el Cuartel de Despliegue Rápido de la OTAN en
Bétera, como el resto de instalaciones militares. «Ni un palmo de tierra para
la guerra: no queremos formar parte de una guerra global en la que toda las
poblaciones somos víctimas potenciales». En efecto, las maniobras de Zaragoza
van a servir para valorar la capacidad del cuartel de Bétera para liderar la
Fuerza Rápida de la OTAN, auspìciada por Rumsfeld y cuyo objetivo es la lucha
contra el «terrorismo internacional y las armas de destrucción masiva» mediante
operaciones como la de Iraq.

«El cuartel de Bétera, no sólo produce y almacena violencia, inseguridad y miedo
como toda instalación bélica, sino que además tiene capacidad para proyectarlas
hacia cualquier lugar del mundo: por eso vamos a hacer todo lo posible para
obstaculizar su funcionamiento», han declarado los y las activistas. Además,
este cuartel, junto a las bases aeronavales de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla),
los campos de maniobras de Chinchilla (Albacete) y San Gregorio (Zaragoza), los
campos de tiro de El Teleno (León) y Bardenas (Navarra), entre otras
instalaciones, convierte definitivamente el territorio español en una
«gigantesca plataforma de entrenamiento y agresión militar que apunta hacia el
Sur»

Como medida concreta para eliminar las guerras de nuestro presente y nuestra
cultura, los y las participantes proponen darle la vuelta al extraño mito de
que los ejércitos sirven para defendernos: «para eliminar las guerras,
disolvamos los ejércitos».

Mediante el bloqueo del tren militar, los y las antimilitaristas han querido
hacer un llamamiento a la insumisión activa y la no-colaboración con los
preparativos de las guerras. Como ejemplo invitan a realizar objeción al gasto
militar en la declaración de la renta, «para detener el tren del gasto militar:
40 millones de euros diarios para mantener engrasados los engranajes de la
guerra y la tercera parte de la inversión pública en investigación para nuevos
sistemas de armas».

Esta acción noviolenta está enmarcada dentro de las protestas contra las
instalaciones militares que tuvieron lugar el pasado mes de mayo en diferentes
lugares del Estado y que están convocadas nuevamente para el próximo año. Al
mismo tiempo, la acción continúa un trabajo de oposición a la base de militar
de Bétera que ya lleva tres años produciendo manifestaciones, acciones,
acampadas, etc.

Si queréis obtener declaraciones de los activistas:
617 517 966 - 661 309 507

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