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Debate sobre el servicio militar en Chile

Viernes.3 de junio de 2005 5725 visitas - 3 comentario(s)
La Nacion.cl #TITRE

OBSERVATORIO CIUDADANO:
Un debate serio sobre el Servicio Militar Obligatorio

Propuestas como las de Joaquín Lavín, de un servicio militar voluntario, no han contribuido a darle seriedad al debate sobre el SMO y la objeción de conciencia.

Álvaro Ramis Olivos,
Coordinador de la Red Chilena de Objeción de Conciencia
Antuco y la trágica muerte de los 44 jóvenes conscriptos nos recordó la vigencia del Servicio Militar Obligatorio. Lejos de ser una carga pública equitativa, esta obligación se ha transformado en una odiosa forma de discriminación clasista. Basta ver el origen social de las familias afectadas por la tragedia para recordar que el servicio militar, lejos de ser una responsabilidad universal, es una carga que sólo los más pobres deben cumplir, con mayor o menor voluntariedad.

En 1998 tres jóvenes objetores de conciencia al servicio militar, luego de agotar todas las instancias de apelación nacional, interpusieron un recurso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. En 2000, la Comisión resolvió de mandar una respuesta al estado chileno en lo referente a este punto. Ante esta solicitud, el Ministerio de Defensa convocó en julio de 2000 al primer foro nacional sobre el servicio militar, que contó con todos los partidos políticos, las Fuerzas Armadas y las organizaciones religiosas y humanitarias que se han manifestado históricamente ante el punto. Al finalizar el foro, el Ministerio presentó al Congreso un proyecto de ley de modernización del SMO. Este proyecto fue variando en el transcurso de la discusión parlamentaria y en 2004, producto de una indicación de los diputados Antonio Leal y Jorge Burgos, y de la buena disposición de la ministra Michelle Bachelet, pasó a incorporar en su texto una cláusula de objeción de conciencia. Se lograba armonizar así el principio de igualdad ante la ley con el de libertad de conciencia.

Hasta ese momento, la derecha se había manifestado invariablemente por mantener la obligatoriedad del servicio militar, obviamente excluyendo la posibilidad de objetar.
Justo en el momento en que esta indicación fue incluida en el texto, el candidato presidencial Joaquín Lavín salió al paso lanzando una de sus más “audaces” propuestas: a su juicio “la objeción” no tenía sentido, ya que él era partidario de implementar un servicio militar enteramente voluntario. Tras esta bombástica noticia el debate “mediático” sobre la vigencia del servicio militar se ha tornado un campo de disputas entre las dos aparentes alternativas: obligatoriedad o voluntariedad.

A juicio de las instituciones que desde hace diez años estamos proponiendo la incorporación de la objeción de conciencia al servicio militar, la propuesta de voluntariedad de Lavín nos huele más a ofertón electoral que a una real voluntad de cambiar el injusto modelo del servicio militar actual. ¿Es que no estamos de acuerdo con un sistema enteramente voluntario? ¿Es que queremos mantener la obligatoriedad? Nada más lejano de nuestras intenciones. Para nadie es un secreto que la implementación de un servicio voluntario exige mayor gasto militar y menor contingente de conscriptos. Pero, ¿un país como el nuestro, que cuenta con un per cápita de cinco mil dólares, será capaz de implementar un sistema que sólo se ha implementado en países que cuadruplican esa cifra? ¿Estamos dispuestos a aumentar el gasto militar? ¿En qué porcentaje? ¿Estamos dispuestos a reducir el contingente de conscriptos? ¿Y qué piensa al respecto el Ejército, que ha señalado que reducir el contingente pondría en riesgo la actual política de defensa?

Lo que sospechamos, desde el campo de los que nos oponemos al actual servicio militar, es que no estamos ante propuestas serias, sino ante una forma muy populista de evadir la discusión y mantener el statu quo. Aunque no nos guste, parece una triste realidad el que por muchos años más Chile va a contar con un Servicio Militar Obligatorio, por razones presupuestarias y estratégicas.

Entonces, la única manera de garantizar la equidad en el marco de un sistema de obligatoriedad universal es reconocer el derecho a la objeción de conciencia e implementar un servicio civil sustitutorio adecuado a nuestra realidad nacional.

Si Lavín y la derecha no quieren cambiar el actual Servicio Militar Obligatorio, lo mejor es que lo digan con todas sus letras, y no sigan engañando a los jóvenes chilenos con promesas que nunca van a querer ni poder cumplir.

  • > Debate sobre el servicio militar en Chile

    2 de noviembre de 2005 17:24, por Daniel H. Bermeo

    La propuesta del candidato presidencial Sr. Joaquín Lavín me parece del todo válida, independiente de la incongruencia que siempre manifiestan sus ideas con la votación que realizan los parlamentarios conservadores que lo apoyan.

    Pero me llama la atención la suave y relamida referencia que se hace a la ex ministra de Defensa y ahora también candidata presidencial, Srta. Bachelet. Este personaje salido sorpresivamente de un cuento de hadas con un turbio pasado amoroso (extremistas-terroristas, delatores de la Dina, terratenientes pinochetistas, agentes de la Stasi comunista), engendro hijo de siniestro padre (fascista-socialista) y madre (FPMR), realizó su campaña mediante una vistosa plataforma que incluye dificultosas subidas a tanques, vestida con camuflaje y armamento y otras llamativas fórmulas que, en nuestro país militarizado y muy poco informado, hacen subir puntos en las encuestas.

    Gracias a esta campaña de Walkyria, el Estadista Sr. Lagos no movió un sólo dedo para modificar el SM obligatorio a uno voluntario, y esa poca voluntad se tradujo en la tan nombrada "modernización del SMO", que sigue siendo el mismo campo de exterminio de pobres pero ahorrándose un juicio de Nuremberg (¡vaya modernidad!).

    El cantinfleo liberal del Sr. Lagos en su campaña electoral dió hasta para prometer servicio militar voluntario pero sus excelentísimas relaciones con el Gral. Cheyre (a estas alturas santo patrono y proximo ministro del Interior de la Walkyria) congelaron todo. Claro, sin los votos de la izquierdita ilusa y joven, el Sr. Lagos ahora no gritaria desde su pedestal de marmol.

    Uno de los asesores de Lavín, Cristian Larroulet, se espanta de que el programa de la Walkyria incluya promesa de voluntariedad del SM en el plazo de 10 años (¡una transición completa!) y promete una modificación inmediata. ¿Le creemos? No sé

    Ojalá que el espíritu realmente liberal haga voluntario esta terrorífica dictadura que es el servicio militar y llamo a los jóvenes inscritos para votar en que no le den el voto a oscuros personajes militarizados que se visten de ovejita.

    (Mis saludos a los Objetores de conciencia, verdaderos heroes nacionales, se merecen un monumento)

    • > Debate sobre el servicio militar en Chile

      11 de abril de 2006 00:24, por caco

      que pasa con los que no se escriben al servicio militar

    • > Debate sobre el servicio militar en Chile

      22 de mayo de 2008 01:39, por Giovanni Ramirez

      creo que el servicio militar en chile fuera de todo enfoque politico y llevandolo a un contexto internacional en el cual por ejenplo las relaciones con peru con respecto al tema limitrofe se llevaron a una corte internacional(la haya)la cual sino hubiera habido en chile unas fuerzas armadas ni siquiera hubieramos llegado hasta hay sino que ya hubieramos perdido 37.900 km² maritimos sin ningun tipo de objesion, en nuestro pais muy pocos estan dispuestos a hacer el servicio militar obligatorio
      imaginense si no lo fuera, claro que se tienen que mejorar las condiciones de este no puede volver a ocurrir una situacion como antuco por ejemplo donde por una orden de alguien con ningun tipò de cordura mueren 44 concripto.