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Testimonio de un soldado español en la guerra de los Balcanes

Lunes.24 de enero de 2005 20718 visitas - 35 comentario(s)
Correo Tortuga. Sacado de elotrodiario.com #TITRE

Juan J. Fermín

La guerra es una niña que mira detrás de las alambradas y los sacos terreros. Estaba allí cuando hice mi primera guardia, como el cachorro tímido que espera su ración. Ocho años, flacos y sucios, me pidió “uno marco para manyare”. No sé qué imagen pintaría su mirar azul. Un tanto de verde extendido a uno y otro lado del fusil. Soldado que mata o alimenta según el dictado del capricho. Dejé mi puesto para alargarle algunos céntimos y ensayé mi esquemático yugoslavo, tirando de unas tarjetas con frases de uso común. “Nema jelo”, que no hay comida, pero la contestación descubrió el significado de la guerra. En un español estropeado por la falta de práctica, la niña me ofreció chupármela por diez marcos. Faltaban dientes en su sonrisa, y cualquier traza de duda. No era la primera vez que vendía sus huesos a cambio de una mejor sustancia.

Éramos soldados profesionales. Lo mejorcito de la rojigualda, orgullosos de nuestras boinas negras y las alas paracaidistas. No más que niños, en realidad, engordados por juegos de batalla, sin más bautismo que las imágenes del telediario. Dejamos España con el abril, los acogedores relieves de la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde los músicos nos adelantaban triunfos cesarianos. Éramos tontos, y nos curamos de estupideces tras dos horas de vuelo, con la estampa abierta detrás del aeropuerto de Splitz. Bosnia Herzegovina era un paisaje de edificios quebrados, de vehículos que nadie se ha molestado en retirar, de tumbas improvisadas en los arcenes. Las heridas lo salpicaban todo, dando pistas sobre la crudeza de la lucha. No había muro intacto, sin el puño del mortero o la rociada de la cartuchería, ni trozo de tierra que no estuviera sembrado de lápidas. Demasiado cadáver para tan poca parcela. Las minas esperaban a orillas de vías y senderos, a veces confundidas deliberamente con los cementerios, para unir más vivos al ejército de los muertos.

Integrábamos la brigada SPABRI X, a las órdenes de la división francesa Salamandre, a pocos kilómetros de Mostar. Nuestra base se había levantado sobre bases industriales lastimadas por los combates. El perímetro se había marcado con alambre y terrones, aprovechando los tramos de muro que aún quedaba en pie, y módulos prefabricados nos servían de alojamiento. Yo no tuve mucho tiempo para la curiosidad. Después de soltar mi equipo, tenía que unirme a la guardia. Y allí descubriría ruinas más profundas que las del cemento.

Los turnos de trabajo empezaban a las ocho de la tarde, y terminaban a las ocho de la mañana, treinta y seis horas después. Con los soldados no eran generosos en detalles. Las misiones se resumían con una sola frase, momentos antes de embarcarse en los BMR, sin señalarnos ningún punto sobre el mapa. Ahora, años después, me doy cuenta que Bosnia no me ofrece una geometría coherente. Es una recopilación de paisajes aislados, sin más nombre que el relacionado con alguna anécdota. La Aldea de las Minas, donde nos echamos a dormir toda una noche, pisando aquí y allá sin desconfianzas. Dos días más tarde, el terreno había sido precintado por zapadores ucranianos, que nos enseñaron la media docena de minas antipersonales que acababan de desenterrar, sin creer que conserváramos intactas las piernas. El Pueblo del General. Campos de maíz eternos, que cruzábamos al ritmo de los Rolling Stones, hasta que vimos a un viejo levantando brazos en mitad del camino. Quería invitarnos a su casa a nosotros, héroes que habían proscrito las bombas y las bayonetas de los saqueadores. Hacienda de ladrillo macizo, enferma de edades y recuerdos, donde una vela alumbraba a un militar joven y orgulloso. Un general de la Armija bosnia caído en alguna batalla. El anciano se limpió lágrimas y levantó su copa de rakia, haciendo brindis contra la mala sangre, y no pudimos más que secundarle. La cosecha se pudría en la tierra porque las espaldas ya no estaban para fiestas, pero él no dudaba en compartir con nosotros sus escasas reservas, y no había perdido la fe en el futuro. El licor aligeraba gargantas. Aquel macerado de matorral que ardía sin llama y nos servía para limpiar la grasa de los fusiles.

Lugares como arcanos del Tarot, escenas detenidas pero plenas de simbolismo, que barajo sin ningún orden. Aldeas dejadas entre montañas, donde los viejos lloraban a sus hijos sin más consuelo que una fotografía. Mi sargento acababa de mover su reina, sin prever la trampa tendida por mi alfil. Pero dejamos la partida sorprendidos por una anciana. Con mímica y diccionario, logramos descifrar su discurso. Ella y su marido eran los únicos croatas que quedaban en la aldea. El resto eran serbios que habían ocupado el hueco de los desplazados, y ahora no moderaban sus ansias de revancha. Pudimos comprobarlo allí mismo, cuando una piedra alcanzó a la mujer en la nuca. Eran un grupo de niños. No escucharon nuestros rapapolvos, porque los croatas eran enemigos a exterminar, así fueran ancianas próximas a los ochenta. Ellos completarían el trabajo que sus padres dejaron pendiente. Nos lo explicaron en el vacilante español que aprendieron de los sucesivos relevos. Cuando comentamos el problema en la base, el mando se encogió de hombros, sin ver más opciones que el extremar la vigilancia. Pero fueron soldados serbios, los mismos que ilustraban las ansias de gloria de esos niños, quienes nos sugirieron la solución. Algunos colaboraban con la OTAN en las tareas de desminado y reconstrucción. Eran veteranos con el cuerpo estropeado por la lucha. Los niños contemplaron mudos los muñones, la piel marcada por las cicatrices, alguna cuenca vaciada por la metralla. Eso es la guerra, muchachos.

Pasé mi primera imaginaria entre tres cementerios. Cruces ortodoxas para los caídos serbios. Cruces católicas para los croatas. Y márgenes de mármol para las tumbas de los musulmanes bosnios. Había paz entre los muertos. Recopilé nombres entre la piedra, calculando edades entre fechas, sin más fantasmas que la brisa y el guiño de una luna entre nubes. Al extremo de la intersección, los vivos dormían entre casas desmoronadas, y traté de pintar la noche con el pasado. Existencias destruidas por la bala o el hierro, mujeres violadas hasta el amanecer, huérfanos arrojados al hambre o la prostitución. Las siguientes semanas confirmarían mis fantasías con testimonios de primera mano. Pero esa noche me conformé con el silencio de todos los muertos, aunque me hubiera gustado desenterrar uno con mis propias manos, y sacudirlo hasta lograr una respuesta. Si merecía la pena, quería saber.

Al día siguiente, patrullamos Nevesinje. La ciudad se arrimaba a los pies de una montaña, que los serbios habían decorado con su símbolo, el pentagrama. Una estrella de piedras encaladas. Los militares de la SFOR éramos su obstáculo para la gloria. Invasores que nos entrometíamos en sus asuntos. La población civil nos dedicaba hostilidad y desprecio. Alguna piedra saltaba contra los blindajes de nuestro BMR, los viejos mascullaban y escupían y los niños nos hacían cortes de manga. Que no se entienda, advierto, que el común de los serbios compartía esa naturaleza. Todos eran víctimas de todo, y podía encontrarse arrogancia y humildad en todos los bandos. Los ciudadanos de Nevesinje, sencillamente, tenían suerte. Los horrores no les habían alcanzado, y su orgullo estaba intacto. Nuestro objetivo era el cuartel de caballería. Apenas media docena de hombres, que gastaban el tiempo bebiendo y peleando, sin atender a los tres centenares de carros y vehículos blindados. A ojo, pocos eran operativos. Chatarra consumida por el óxido y la falta de cuidados, como monumentos a tiempos mejores. Días más tarde, estaba con el compañero dándole un tiento a una petaca de ron, a las tantas de la mañana, mientras el resto del pelotón descansaba en el BMR. Y oímos unos gritos a los pies del cerro, en la carretera de acceso a la ciudad. Los gritos de una mujer al que dos tipos habían obligado a detenerse. Le estaban quitando la ropa con idea de violarla. Bajamos al punto, tirando de cierre con la idea de volarles los huevos, y viendo claras las intenciones, se retiraron a toda prisa. No sin antes rajarle la cara a la chica, desde el pómulo a la barbilla.

El horror se diluye al peso. Una gota lleva al espanto, pero toda una lluvia invita a abrir el paraguas. Bajo el plástico se permanece seco. Hay momentos tan destacables como los narrados, pero no poco serviría el recuento. Además la memoria impone veto, que sólo levanta cuando quiere. Ayer miré un cuadro que lleva años en el salón, pero nunca me había dignado en estudiar. El puente de Mostar grabado a fuego sobre la madera. Lo compré a uno de los vendedores que se arracimaban a las luces de la base, con artesanía de factura propia, en la que gastábamos nuestros abundantes marcos alemanes, la moneda de pago de la OTAN. Les gustaba trabajar con la madera. Escudos, vajillas, pipas. Buen material para enviárselo de recuerdo a nuestros familiares, siempre preocupados por nosotros. A su lado, la rica industria del pirateo, a cinco marcos el disco. Los comprábamos por lotes, pese a las advertencias y cabreos de nuestros compañeros de la Guardia Civil. Que eso es delito, hombre. Otras opciones de consumo era los llamados PX, ignoro porqué razón, las tiendas levantadas por los distintos ejércitos. Comercios libres de impuesto donde se mercadeaba de todo, desde alimentos a juguetes tecnológicos. Pero nuestro lugar de paso favorito era la cantina, atendida por dos mozas del lugar de bastante buen ver, pero a la que nadie tiraba tejos, porque no gustaban de duchas ni métodos de depilación. De abril a agosto, que yo viera, conservaron las mismas camisas, acumulando aros de antigüedad bajo las axilas. Hacían buenas pizzas, excelentes círculos de carne bien salpimentados, pero dejamos de comerlas cuando sorprendimos a una de las camareras aplastando a una cucaracha. Con esa misma espumadera, extrajo una de las pizzas de la parrilla. El aporte proteínico es bueno para el cuerpo pero, coño, uno tiene sus escrúpulos.

De comida mal andaba la cosa. Los mandos atesoraban los recursos como si los costearan con su sueldo, y nuestro relevo heredó una despensa donde abundan los ibéricos, los filetes y los caldos de mejor pedigrí. Nuestro menú, si estábamos en la base, se resumía en esa “sopa de y patatas con” que ha alimentado al ejército patrio desde que María Castaña entró en párvulos. No pocas veces embestía el cabo primero, esbirro del responsable de cocina, para devolver unas natillas cogidas de más, como si nos asolara el hambre de los sitiados. Tampoco mejoraba la fiesta en exteriores. El rapaz primero tenía a bien darnos bolsas donde se mezclaban frutas con pan y huevo duro, formando un puré que se descomponía a las pocas horas de calor. Las raciones militares las evitaban hasta los perros, de tanto conservante. Tenían regusto a lejía. La mejor opción era el mercado local, donde uno podía abastecerse al gusto por unos pocos marcos. Con panza volvió a España más de un enclenque.

La inutilidad era un ingrediente raro, por cierto. Abundan los profesionales competentes en el ejército, sobre todo en los oficiales y suboficiales de nuevo cuño, libre de los vicios de periodos anteriores. Pero también medra la estupidez en todas sus variantes. Una muestra la dio un alférez, no importa su nombre, aunque bien merecería publicarse para su escarnio público. Nosotros nos sabíamos al servicio de aquella gente, y procurábamos serles útiles, minimizando cualquier molestia o posibilidad de roce. Era una política muy acertada, que el carácter propio del español nos daba ventaja para aplicar. La misma gente que brindaba indiferencia a soldados francesas o belgas, nos saludaban por nuestro nombre y aún estaban al tanto de nuestras tribulaciones personales. Fue en una aldea, comentando con una mujer cierto problema que tenía con sus gallinas, cuando apareció el dichoso alférez. Encabezaba una columna de marcha en orden de avanzada. Con cascos y chalecos para la guerra, y los fusiles terciados al pecho. Preguntamos si había motivo para la alarma, y la respuesta fue negativa. Que se jodan los campesinos si se asustan, nos espetó. Parecida respuesta a la del genera de brigada, cuando unos vecinos se quejaron de las patrullas de madrugaba, que alteraban su descanso. Que se jodan. Los franceses nos llegaron a comentar que estábamos destruyendo el trabajo de todos nuestros predecesores. Análisis, por fortuna, que no fue cierto.

Como soldados de la SFOR, la fuerza bajo mando de la OTAN, nuestras atribuciones eran militares. En exclusiva. Nuestro deber era neutralizar las acciones de los grupos armados, poner coto al tráfico con vigilancia y registros, escoltar a los refugiados de vuelta a sus hogares con la tutela de ACNUR. Pero la delincuencia quedaba fuera de nuestros límites, y eso entrañaba ciertas paradojas. La “Policija”, mal pagada y dispuesta a la tropelía, solía evitarnos como la peste para eludir cualquier colaboración. Y eso atraía hasta nosotros a mafiosos de todo pelaje, que pagaban copas y buscaban charla, alimentando camaradería. Las salidas de la base eran contadas, porque dentro se ofrecía todo lo que necesitábamos. Salvo mujeres. Se alquilaban por copas o billetes en los bares que habían crecido a nuestra sombra, y solíamos verlas entre misión y misión. Algunas se conformaban con esperanzas de España, aunque las promesas se hubiesen viciado de tanto oírlas. Otras buscaban juventud en un país falto de hombres. Yo me enamoré de Senada. Metro ochenta de valquiria, rubia y de ojos celestes. Musulmana según las contradicciones de la tierra. Su español no existía más que mi croata, y teníamos que acercarnos con gestos y dibujos, el sendero lento de las consultas al diccionario. Con ella hablaba entre beso y beso, cuando vi a otro cliente con una pistola a la cintura. Mi mirada capturó su interés. Un gigante bien adornado de oro, con la piel tintada de dibujos, habituado a los desafíos. Senada me explicó que era uno de los malos. Algo que ver con el tráfico. Yo no suponía un gran obstáculo pese a mis rudimentos de defensa personal. Por eso se acercó tanteando culata, mientras yo buscaba armas útiles. La botella, tal vez, o la efectiva patada en la ingle. Sacó la pistola y la colocó sobre la mesa. Quería vendérmela. Cuando me llegó el alivio, conversamos en inglés. Traficaba con hierros de todos los calibres, y me aseguró que los militares éramos sus mejores clientes.

Las nieves de la primera arrancaron el calor más insoportable. El mercurio crecía en los interiores del BMR hasta tocar el techo de los cincuenta. Y allí estábamos nosotros, con casco y chaleco, desfallecidos por la falta de aire, plantados en la carretera del aeropuerto a la ciudad, para asegurar los pellejos de algunos mandamases extranjeros con ganas de reunión. Tres días cocidos baja la chapa, o bajo el martillo del sol, deteniendo vehículos y comprobando maleteros e identidades.

Hubo días peores, como raciones de infierno. Se repiten en sueños años después, a falta de digestión. El desminado de la aldea comenzó a primeras horas, después de una guardia. Yo tenía derecho a descansar, pero me excitaba la idea de compartir tiempos con los zapadores serbios. Ágiles para apostar sus dineros, pero no tanto para administrar sus cartas. Cien marcos me engordaron el bolsillo, hasta que el sargento me llamó aparte y me dijo que ya era suficiente, que esos tíos tan grandes se empiezan a mosquear. Nuestro trabajo era recoger el material desenterrado y entregarlo en la base. Había horas de sobra para buscarle las cosquillas a Alma, nuestra traductora. Decían que había pasado hambre durante la guerra, y aplacaba estómago ofreciéndose a los militares a cambio de una bolsa de comida. No parecía un rumor cierto. Alma se había contagiado de estrellas, y actuaba con la prepotencia de un comandante en jefe. Repetía con otros términos que era licenciada, y nosotros inmundos zoquetes sometidos a su capricho. Le gustaba discutir conmigo, que era pronto a las malas contestaciones y poco atraídos por sus tetas, las más celebradas de toda la base. Se acababa de comer un bocadillo de sardinas, y nos había dejado el vehículo como una porqueriza. Se lo hice limpiar con escoba y trapo húmedo, para asombro de toda la SPABRI. La anécdota llegó hasta el teniente coronel, que no dudó en abordarme algunos días más tarde, con un “Qué cojones los tuyos”, habituado a los despotismos de la buena señora.

El desminado terminó a las tres de la tarde. A esas horas esperaba ganaba el descanso, pero el jefe de sección tenía otras ideas. Que viene el Ministro, tú, y hay que dedicarle un buen desfile. Y un, os, es, aro, a ensayar el acto y comérselo luego con doble guarnición de cámaras, que alguno aprovechó para tantearle el trasero a más de una corresponsal.

Dormiría, aposté, después de cuarenta y ocho horas en vela, que no hay bastante café para tanto sueño. Al día siguiente había revista de armamento, me contradijo el teniente, y a ti te toca dejar la ametralladora y el equipo de transmisiones como los chorros del oro, mi querido radiotirador. A darle al trapo hasta las cinco de la mañana, echando mano donde fuera necesario, luego dedicar un tiempo a montar la exposición de equipos y piezas para disfrute del general. Y allí plantado en descanso desde las ocho, con ojeras de viejo centenario, aguantando el baile.

La tragedia y lo amable se hermanaban con fronteras más finas que un cabello. Por la mañana se traficaban con revistas eróticas de camino a los baños, fuente de alivios más que de higiene, y por la tarde se barajaban las fotos de los caídos, de manos de sus entristecidos familiares. Las historias eran parte del mismo cuadro, y compartían texturas. Soldados traídos por las noches, a caballo del fuego, embrutecidos por el miedo y el odio. Ejecutaban a los hombres, forzaban a las mujeres, y ni los niños podían eludir sus iras. Fue en una casa cercana al río Buna donde encontré una diminuta calavera taladrada por el plomo. Las ruinas estaban prohibidas, porque podían conservar las trampas de uno y otro ejército, pero la curiosidad me empujó al interior. El polvo había paralizado los enseres, y algunas manchas de hollín gritaban sobre los suelos. Nadie se había acercado a esa casa desde los días de la muerte, tal vez porque estaba alejada de las rutas habituales, entre monte y cinta de agua. Encontré el cuerpecito en uno de los dormitorios. Alguien, tal vez las alimañas, había desperdigado los huesos menos interesantes, y los restos de ropa. El cráneo sonreía al pie de la mesita de noche cuando lo alumbré con la linterna. Me negué a tocarlo, como si temiese verme infectado por la muerte. Y salí de allí, esperando el grito olvidado de una existencia asesinada en hambres de venganza. Nunca he creído en fantasmas, pero no me parece prudente tentarlos. Uno de ellos me sorprendió poco después, a pocos minutos de concluir mi imaginaria, cuando manchaba el diario de reflexiones. Era un cerbero de hechuras taurinas, y eché mano del fusil para defenderme. Jamás vi perro tan grande, y tenía el cepo húmedo de babas, gustoso tal vez de mis relieves. Algunos instantes de mutua observación me enseñaron que no era agresivo. Me gané su confianza al punto, dándole una barra de chocolate. Cancerbero, como lo llamé, guardaba las porquerizas de cierto aldeano. Era amable como un cachorro, y nos daba su compañía a cambio de restos. A partir de esa noche siempre estuvo allí, a la espera, imitando sonrisa con sus temibles mandíbulas. Del horror a la amistad en un solo paso. La calavera dejó de existir cuando empecé a acariciar al perro.

Guardábamos la Casa de España cada semana. Plantados en la puerta, de cara al hotel Bristol, en una de las arterias de Mostar, aliviando esperas con minifaldas de transeúntes. A veces se detenían, atraídas por nuestras boinas e insignias, y el olor probable de nuestras carteras. Intercambio de papilla idiomática. Croata y castellano, pero también alemán o ruso. Los niños eran nuestro público más fiel, y su palabra nos daba temores y esperanzas. Sonreíamos al ver como jugaban sin cuestionar etnias ni pasados, pero nos asombraba la curiosidad por el fusil. Algunos tenían hambre de gloria, herencia de padres, y prometían reemprender una guerra que dormía.

Nuestro lugar de descanso estaba próximo, un parking abandonado. Descender por sus cinco plantas era visitar un Hades de sombras y silencios, que los más gamberros evitaban. Había historias que abrumaban a la vista, sobre familias hacinadas al abrigo de la artillería. Restos de fuego contra la oscuridad, mantas conquistadas por los piojos, algunas latas. Una tela de araña se extendía entre columna y columna, trabajo de un monstruo que acechaba en lo invisible. Impresionaba su tamaño, pero no más que su simbolismo. Abandoné la trampa, dejando allí el valor de volver.

A las cinco de la mañana, el canto de muecín vibraba sobre los tejados, levantando luces. Mostar despertaba sin muchas fuerzas, pero las horas traían sustancia de humanidad y vehículos. Si uno ignoraba la cicatrices sobre el cemento, o el ánimo guerrero de los párvulos, se creía vivir en una plácida ciudad de nuestra España. Luego supimos que estábamos allí por su bandera. Al general le importaba un pimiento las entrañas del edificio, y sólo preservaba la dignidad del trapo. Nos lo hizo saber en una de sus visitas traicioneras, y no hubo indignación entre nosotros. Estábamos bien disciplinados e inmune al espanto.

Tal vez fue ese día, no puedo recordarlo, cuando Senada no quería besos, y limpiaba sus lágrimas con cerveza. Hacía turnos de hasta catorce horas en la barra, para costear los amores de su padre por la bebida. Yo sabía que no la trataba bien. Había golpes marcados en sus piernas, en sus caderas, en la línea de su espalda. Toda pregunta era inútil, pero aquella tarde fui más insistente. El dolor bailaba en sus ojos y le hacía temblar la boca. Con las caricias llegaron las primeras repuestas. Se ayudó del cuaderno. Una niña de círculos de palos, tendiendo ropa. Y un monstruo de ángulos, tres veces más grande, avanzando desde la izquierda. El monstruo la abordó por detrás, pum, y la tiró de bruces. El llanto y el idioma entorpecían su relato, así que extendió los brazos sobre la mesa y simuló manos que no eran las suyas, tanteando muslos y nalgas. Cerradas, quería mantener las piernas cerradas, pero un nuevo ¡pum! le cortó respiración y suministro de fuerzas. Se derrumbó entonces sobre mi hombro, con detalles que no necesitaba comprender. Su padre la había violado.

Esa noche tomé una decisión. Dejé la base sin permiso, con ropa de civil en una mochila, y me vestí en los servicios de un bar. Localicé al vendedor de armas, y le puse doscientas marcos en la mano a cambio de su ayuda. No quiso aceptar el dinero. El también apreciaba a la muchacha y trabajaría con gusto. Nos presentamos en el cercano pueblo de Blagaj, donde vivía Senada. Ella no había vuelto del bar, y encontramos al padre solo, apurando rakia frente al televisor. No estoy orgulloso de lo que hice, pero hasta ahora no he visto motivos para el arrepentimiento. Después de algunas bofetadas, le hice saber que en mi siguiente visita llevaría pistola y el ánimo de usarla. El buen traficante, que me ayudaba a traducir, estaría vigilando por mí cuando yo me fuera. A modo de ejemplo, le hundió el puño en el estómago. Senada me confirmaría, semanas después, que su padre ya no se atrevía a levantarle la voz. Si sospechaba que yo tenía algo que ver, nunca lo dijo.

El regreso a España se buscaba con el primer paso. Cuatro meses parecían un ciclo de eternidad del que jamás escaparíamos. Las semanas entibiaron nuestros deseos. Nos habíamos acostumbrado a otros usos y moldes, al tacto de fusil, a ser útiles para algo más que desfilar y pulir las botas. Sin uniforme estábamos desnudos como criaturas, y admito que gustábamos ser blanco de amores y odios, siempre inalcanzables salvo por el camino de la carne. Apuramos bastantes botellas en la última noche, recopilando memorias que se erosionarían al abandonar el país. Las fotos se perdieron, cosecha de muchas tardes, estropeadas por las cámaras baratas y mi falta de talento. Los diarios nunca se terminaron de escribir, confiando en las seguridades del recuerdo. En ocasiones me pregunto si estuve realmente allí, o es un delirio de mi mente escritora, y entonces busco el cuadro de Mostar, donde su símbolo el puente aún no ha sido destruido; la medalla de la OTAN, ni buscada ni merecida, juguete del polvo en una estantería; el brazalete de la división Salamandre, ajado de años y maltratos.

Cuando termine de escribir todo esto, agotaré mis reservas de licor Maraska.

  • yo kreo k eres un pokito plipado pork yo estoy aki y vale esto da muxa pena y todo eso pero no kreo k te ayan mandado dormir sobre un kampo de minas tu tio estas plipado y encima kieres axcerselo kreer a los demas yo estoy AKI EN BOSNIA EN MOSTAR LLEVO YA 6 MESES Y NUNA DORMI EN KAMO DEMINAS SI NO EN NISAN Y KUANDO PODIAS DORMIR OK NO VAYAS DE LISTO NOI DE HEROE Y AKI PA ELLOS TUBIERON Y SOLO LO SABEN ELLOS NADIE MAS OK
    LO SIENTO TIO PERO NO SE PUDE IR ASI POR LA VID JODER KEDANDO BIEN DELANTE DE LOS DAMS KUANDO NO ES ASI

    UNA SOLDADO K YA SOLO LE KEDA 10 DIAS PARA IRSE

    Ver en línea : NOS E PUEDE IR ASI

  • ...es lo que hay...!!!

    18 de octubre de 2005 01:37, por Fran

    Asombradas Lolita y Marta:
    Soy un "flipado" de la Compañia de Zapadores de la BRIPAC (1991-1993),que formo parte de la Agrupacion Tactica Malaga durante su mision en Bosnia.En verdad os tengo que dar la razon.No esta contando la verdad;pues,esta omitiendo muchas mas cosas que pudo ver y seguramente perdieron importancia en su momento en que sucedieron;debido al mayor esperpento de lo que cuenta (vease,intercambio de cadaveres en Stolak...,arrasada por los "ustachis"(literal) en Jablanica contra mujeres y niños...)
    Ah...!Y lo de dormir encima de un campo de minas...nosotros las quitabamos;y cerca de ellas,teniamos que estar despiertos...
    Un afectuoso abrazo:Fran.

    • ...es lo que hay...!!!

      22 de noviembre de 2012 12:19, por cantina dracevo

      Hola,llevo tiempo buscando algo relacionado con el Dracevo(bosnia),yo si tengo mucho que decir.Soy una de las camareras que estube trabajando en la cantina de Dracevo todos los dias,muchas horas,muchas historias y muchas verdades,y esto es una mentira,y una verguenza,no mereces llevar uniforme solo quieres colgarte una medalla sucia.El ejercito Español era digno y el unico que ayudo de verdad mucha gente,lo que pasa es que hubo algun militar que no merecia estar alli,y que no sentia sus colores,he vivido muchas cosas,he visto mucho,tambien consumir sustancias peligrosas y comportamientos no normales,pero gracias a dios solo eran unos pocos,gracias a los militares que estubieron alli y ayudaron mucho,estube trabajando,con extremadura,agrupacion de MADRID, y con alguna mas,es mucho tiempo para ver y oir muchas cosas.Que triste es leer algo como esto,di la verdad y no mientas(eso es para la persona que escribio esto y para los que le defienden),aquello era una guerra y muy mala y no era cachondeo ninguno,has traido a tu chica muslimana a España???A que no,verdad,pues tu eres el primero que se aprovecho de aquellas pobres chicas,putas hay por todos los sitios pero no te permito que mientas solo por tu diversion,pena me da gente como tu,a mas de uno le he salvado el culo,porque quisieron salir de drachevo sin permiso y de cachondeo,y casi la palman,eran 4 y iban para Metkovic,y les ayudamos porque les seguia un bosnio con la pistola,hay muchas cosas,que algun dia no muy lejano escribire yo tambien,solo con la verdad por delante.Solo me queda dar las gracias a muchos Españoles militares que estubieron alli ayudando y no como algunos que estubieron de cachondeo,pero la mayoria ha sido profesional en todo,gracias.Y para este soldadito,yo he aprendido tu idioma muy rapido y solo de oidas asi como la mayoria de las personas de Bosnia y de Croacia,soy Croata y con orgullo,y si hubiera tenido que matar por salvar los mios lo hubiera echo,donde has estado tu???En Afganistan porque todo tu escrito tiene pocas verdades,mi familiar ha trabajado en cocina de destacamento ayudando a cocinero español,a mi me bajaban la misma comida pero alguna vez se lo comia un personaje como tu antes de entregarmela,encima le estaba viendo por la ventana,a muchos de tus compis han tenido tarta por su cumple que yo les hacia,a muchos le he comprado las cosas que necesitaban,porque se lo que ha sido la guerra y se que se siente cuando uno esta lejos de su casa y en la guerra que no es la suya,tengo mucho mas pero me has cortado el rollo,viva españa y los españoles merecen mucho,graciad

    • Xagerao!!

      1ro de abril de 2018 01:13, por Ruralpolita

      Compañero... yo de Caballería, con cinco misiones, la primera en 1994. Este tío está hablando DE LA SPABRI X!!!!! Ha visto de la Guerra de Bosnia lo que yo de la Guerra de Cuba... y me encantaría saber quien es porque mi última misión fue hacerle el relevo a él en la SPABRI XI, cuenta las mismas historias de los que no salieron de la base o no se bajaron del BMR (lo de parar una violación es de manual...) , no ha visto ni la mitad de lo que cuenta ni por supuesto un 2 por ciento de lo que has podido ver tú... y hablar así de las mujeres bosnias "se acercaban por la cartera" ... no tiene ni puta idea de lo que está hablando!!

  • > creo que te excedes

    16 de abril de 2006 21:33, por heguemon

    creo que si bien es cierto que en los principios de las andanza de las fas españolas en las zonas de conflicto de europa fueron duras, la epoca en la cual tu estuviste no da lugar a lo que narras.yo estuve como soldado en el 93 en bosnia.como sargento en el 2000 en kosovo y otra vez en el 2003 en esta ultima , siempre en una compañia de infanteria(legion, brigada de montaña y regulares de ceuta)y nunca vi ni oi cosas como las que tu narras.aparte para haber sido militar y encima"paraca"denotas cierto aire derrotista que aumenta lo idilico de tu relato , historia esta que cuentas con ciertas pinceladas de perez-reverte. como relato bueno e incluso interesante, como realidad...poco creible

    • > creo que te excedes

      13 de mayo de 2008 00:00, por paco

      bueno para haber estado en el 93 tienes mala memoria,quizas eras de los que estaban con la boel, que quizas no recuerdes pero estaban destinados en cocina en dracevo, los que os acompañamos de la bingpac (zapadores y transmisiones te recuerdo que no tenian entonces la legion) en mostar, jablanika caian pepinos, no uno ni dos, sino muchos, cuantas gomas cambie de mi bmr mercurio pinchadas por las explosiones en mostar cuando aparcabamos debajo de los edificios y que evitaban los disparos directos, quizas dudes, y algunos a lo mejor no lo creen, pero las fotos que guardo me recuerdan lo que vivi, pero como bien sabes no era lo mismo estar destacado en dibulje, dracevo, medjugore o jablanika,y quizas lo que cuente el no guste oirlo porque demuestra que este ejercito que tenemos, por aquel entonces era de !traca!. No conozco ahora el ejercito en el que tu estas y te felicito por llegar donde has llegado, porque me licencie en el 99 como cabo 1º y desde luego puedes llamarme mentiroso en este foro pero si estuvieramos en un bar disfrutando de unas cervezas me seria mas facil a mi que a ti demostrar que lo que cuento no es mentira y que ese muchacho quizas no mienta tanto como crees

      • > creo que te excedes

        31 de enero de 2012 19:13, por superchetniks

        en mostar entonces no habia destacamentos y en zona musulmana nos refujiabamos la patrulla debajo de los edificios,que le llamabamos los soportales,y paco tiene razon,en mostar y jablanika no caian uno ni dos,pero lo que yo veo paco sin animo de contradecirte,que este chabal mezcla,realidad con ficcion,si tu estubiste como yo en el 93 tu y yo sabemos que las zonas de las que hablamos eran un infierno,y hay esta la historia de esas fechas escritas con lo que nosotros vivimos alli,y como bien dices no era lo mismo estar en divulje que estar en el mismo corazon de la guerra,y de todo esto hay documentacion escrita y visual,con balances de bajas incluido

  • Comparto punto por punto lo escrito.
    yo tambien estuve en esa mision y os aseguro que todo lo que cuenta es verdad.
    por cierto, gracias por haberme hecho recordar tiempos ya lejanos.

    • pero como os podeis reir de algo tan grave,como podeis hacer chistes o bromas o hablar con cachondeo de algo tan serio,niños asesinados,mujeres violadas,niñas prostituidas,soldados muertos por cientos en los campos de batalla,casas quemadas,campos arrasados,odio,rencor,frio,sangre,toda una region destruida,gobiernos que no hacen mas que hablar y hablar y hablar mientras muere gente inocente,soldados,chicos jovenes de entre 18 y 20 años que tienen toda su vida por delante y sus generales les manipulan para que hagan lo que ellos digan,militares que se creen que por ser de un pais y de una religion tienen derecho a quitar la vida de otra persona por ser de otro pais o de otra religion,porque se matan entre si,iglesias o sinagogas o mezquitas todas quemadas o destruidas por los enemigos de uno u otro bando,yo soy periodista,fui corresponsal de guerra,estuve en Croacia,Bosnia y Kosovo,estuve en Vukovar,en Srebrenica,en Krajina,en Goradze,en Pec,en Pristina,vi a soldados de los tres bandos muertos,soldados jovenes casi adolescentes,muertos,con sus padres y madres llorando desconsoladamente sobre sus cadaveres,niños llorando sobre las tumbas de sus padres o abuelos,hable con paramilitares,guerrilleros y soldados,tanto hombres como mujeres- soldado,me entreviste con ellos-as,les pregunte porque mataban,porque se creian superiores a los del pais vecino,ami me respondieron hablando de las personas de la otra etnia del otro pais con un racismo y un profundo odio que a mi me asusta,niños siendo reclutados a la fuerza,hambre y dolor,los que os reis de estas cosas no teneis corazon ni cerebro,vosotros no sabeis lo que se siente,cuando tienes que ver la cara de tu enemigo cada dia,este joven soldado español y yo vimos cosas que no deseo que os toque ver,pero si sois tan idiotas como para reiros de esas tragedias porque lo que ocurrio en los Balcanes fue una catastrofe humanitaria.........aprended un poco,investigad

  • soy yo otra vez,el periodista,el otro soldado español seguro que tambien habra visto cosas similares y el otro,pues eso hay que denunciarlo,para que los criminales de guerra sean ajusticiados en la Haya por las barbaridades cometidas,todos los traficantes de armas extranjeros que solo para obtener beneficios economicos sin saber nada sobre los antecedentes del conflicto vendieron rifles,pistolas,granadas,ametralladoras,minas antipersona para beneficiarse ellos mismos sin pensar en las consecuencias de miles de personas,los traficantes de drogas que financian sus grupos armados,los que reclutan a niños metiendoles el odio en el cuerpo y obligandoles a matar robandoles su infancia y su inocencia,esos tambien tienen que caer ante la justicia de la Haya

    • respuesta al anonimo periodista,yo estuve alli y tienes razos,me enviaron alli,todo lo que cuentas tu y el militar es cierto,el motivo por el que serbios-cristianos ortodoxos-,croatas cristianos catolicos,bosniacos musulmanes y albaneses-cre que los albaneses son musulmanes o judios,pero creo que hay presencia cristiana oa tea,bueno no se,no importa para esto-,el caso es que estas tres etnias mataban a los del pais de en frente porque eran de otra raza,les veian inferiores porque no eran de su raza y les consideraban de segunda o tercera categoria,no les veian como a seres humanos,pero no solo mataban y asaltaban los pueblo,sino que encima,los soldados aprovechando el caos reinante saqueabantodo lo que tenian por delante de las villas que asaltaban,por dirigentes y comandantes paranoicos,locos,fanaticos,codiciosos,ellos deberian ser juzgados y no los soldados dado que actuaban por orden suya,y los generales y lideres politicos,que no se escuden diciendo que no apretaron el gatillo porque ellos pagaron las armas,ellos los alentaron a matar,ellos justificaban las acciones,esa gente da asco.

      • gracias por tu respuesta,claro que la culpa es de los gobernantes,la soldadesca hace lo que le mandan pero tienen valores propios,no como los dirigentes que ellos organizan las masacres que pagan los inocentes

        • es verdad lo que dices,no voy a nombrar las nacionalidades de los verdugos para no entrar en discusiones politicas,pero el caso es que tanto serbios,croatas,albaneses y musulmanes cometieron crimenes de guerra,habia un paramilitar armado hasta los dientes en medio de un puente en Goradze,entonces llega un Volksbaggen rojo del que salen dos soldados y unos tres o cuatro soldados mas que vigilan en distancias,el coche salen seis prisioneros de otra etnia atados,los soldados les empujaban por la fuerza los llevan al centro del puente,los presos atados son empujados hasta alli mientras profieren insultos a sus captores,los captores les obligan a arrodillarse,los prisioneros se niegan y entonces los derriban a patadas,el verdugo saca un cuchillo de caza y decapita uno por uno a los seis prisioneros,a continuacion,arrojan los cadaveres al rio Drina,luego trajeron un segundo grupo de prisioneros que reciben el mismo trato,el tercer grupo incluye mujeres y niños,la masacre se prolongo toda la noche,luego el edificio en el que se esconden los prisioneros,es asediado por los paramilitares que mediante grandas fumigenas y cocteles molotov prenden fuego al edificio que arde por los cuatro costados,luego,dos dias o un dia despues,la masacre continua,y alinean a mas prisioneros contra la barandilla por la fuerza,cambian la forma de disparo del fusil AK,el fusil ya no dispara rafagas sino bala por bala,y van ejecutandoles uno a uno,solo dos o uno,no me acuerdo,que saltaron antes de que el soldado llegara a ellos y saltaron al agua,la artilleria enemiga bombardeo el centro de la ciudad desde las montañas vecinas y el extrarradio,hast que los cazas de defensa hicieron huir a la artilleria y expulsaron a los tanques,violaron a las mujeres,las encerraban en hoteles y balnearios,el objetivo era amedrentar a los de la otra etnia,exterminar,borrarles del mapa,o superar en numero a su poblacion,los criminales,la mayoria siguen libres.

          • claro,y-yo tampoco voy a nombrar la nacionalidad ni religion de los verdugos ni de las victimas para no entrar en discusiones politicas o religiosas-un francotirador en Sarajaevo le metio una bala en el cuello a un transeunte que transportaba un rollo de papel porque era de una fabrica textil del centro de la ciudad,que iba por una calle que pasaba por al lado de un puente por donde se veia el rio que conectaba Sarajevo con Zenica,un solo disparo y la victima murio mientras un chorro de sangre brotaba a presion,el sniper lo hizo motivado por el odio racial y religioso que sentia hacia la victima,no voy a decir si era serbio,croata o musulman,el caso es que disparo friamente de un tiro a una persona desarmada porque professaba una religion distinta a la suya o porque provenia de otra etnia que el verdugo veia como inferior a la suya,o como cuando,tres distritos mas adelante,en Sarajevo,otro francotirador mato de un disparo en la cabeza a otro civil que descendia de otra etnia que no era la suya y de otra cultura,otro hombre recibio un tiro en la pierna que lo dejo en silla de ruedas tres semanas,y una mujer recibio un balazo en el hombro y se lo dejaron incapacitado de por vida,o cuando bombardearon con una bala de 120 milimetros de accion,un obus mediano,la artilleria pesada bombardeo un mercado frecuentado por clientes que pertenecian a otra etnia a otra religion que no era la de los operarios del cañon,odiar,matar,despreciar,herir.....solo por ser de otra raza distinta a la de los verdugos,solo por ser de una religion distinta a la de los verdugos,imbeciles

            • claro que si,claro que mataban empujados por el odio racial y religioso,fanaticos,pero lo peor es que incluso los hospitales,en ciudades de la region que estaban en guerra,ciudades como Krajina y Vukovar se atacaban los hospitales,hospitales donde habia enfermos,refugiados,niños y huerfanos de la guerra,los obuses caian en los hospitales y algunos francotiradores se subian en los pisos superiores de los edificios colindantes al hospital y disparaban a los medicos para que no pudiesen atender a los heridos,eso si que es un verdadero crimen de guerra,atacar un hospital,eso la Haya deberia castigarlo con la pena de muerte para los generales que ordenaran cometer tal tropelia y a sus jefes de Estado Mayor tambien por darles luz verde para que hagan lo que quieran,no voy a nombrar ni la etnia ni la nacionalidad ni la religion de los francotiradores porque no quiero entrar a discutir en politica ni en religion,el caso es que atacar un hospital....eso esta prohibido,y disparar contra los medicos,eso si,hay que comprender que serbios,croatas,musulmanes,albaneses se odian desde tiempos inmemoriables,la intervencion militar de la OTAN y la intervencion policial y politica de la ONU y la intervencion medica de Medicos Sin Frontera o la Cruz Roja puede ayudar pero no va recoinciliar a los diferentes pueblos que combatieron en la guerra de Los Balcanes,ademas,incluso los escuadrones paramilitares asaltaban y desalojaban los campos de refugiados,eso si,los campos de los refugiados de otras etnias no la suya,claro,obligaban a punta de pistola y cuchillo de caza o machete a los refugiados a subir en camiones militares y meterlos en campos de concentracion y para ejecutarlos en masa,no hay derecho a eso,esos generales y comandantes de la guerra de los Balcanes Radovan Karadzic,Ante Gotovina,Naser Oric,Agim Ceku,deberian ser juzgados,ordenaron el asesinato de entre todos ellos de cada bando 100.000 hombres,mujeres y niños,y lo vimos por television,lo permitimos,y la OTAN y la KFOR solo intervinieron para darselas de ’’heroes de los derechos humanos’’ cuando sus propios intereses fueron amenazados.

  • un miliciano perseguia a otro civil de otra etnia,cunadolo capturo,levanto el puñal,sonrio,el civil miro con desprecio al mliciano que no vio como levantava mas la daga,y el miliciano despues de precisar donde le clavaria la punta del puñal se lo hundio de una sola estocada y lo mato en tres segundos,saco el puñal y escupio en el cadaver del muerto,las fuerzas policiales y militares de todos los bandos trataban de evacuar a sus civiles y de sus aliados,pero,el odio era tal que hasta los cementerios eran aslactados

    • yo estuve entrevitando a unuos paramilitares cuya nacionalidad no rebelare y tampoco su religion para no entrar en discusiones politicas,etnicas o religiosas,el paramilitar se ergio ante mi,el paramilitar era un cabeza rapada,sus ojillos marrones se clavaron en los mios,sus manos que tenian cicatrices acariciaban la pistola y su cuchillo enfundados en su cintura,entre embrutecedoras bravuconadas de su compañeros ese paramilitar no tenia mas de 25 años,me conto su forma preferida de eliminar a sus enemigos,los que el veia inferiores por ser de otra raza y otra religion,me dijo —’’nos gusta oler el miedo’’-,’’nos gusta ver el miedo en los ojos de esos cerdos terroristas asesinos’’-’’nos acercamos a ellos al maximo,entonces es cuando sacamos la pistola y un solo tiro y cuando la bala entre en la nuca del hijoputa cae al suelo,o entonces al otro prisionero,sacamos el puñal y la pasada por el cuello es mortal,me dijo-’’tu piensas que somos criminales sin alma,pero matamos por amor a nuestra patria y combatimos por nuestro Dios y nuestra religion,solo matamos a los enemigos que llevan uniforme o armas,no matamos niños pequeños y no violamos mujeres ni niñas’’-,’’tu crees que somos unos racistas fanaticos pero no lo puedes comprender’’-,tambien entreviste a sus rivales,al otro lado del rio,despues del valle,estaban sus enemigos,su frialdad no difiere de la de los otros,el miliciano llevaba el pelo rasurado casi rapado,baje la vista hacia sus botas militares reforzadas con metal,observe su chaqueta militar cubierta de insignias,con toda frialdad me dijo que era francotirador y era verdad porque vi el rifle Mauser con mira telescopica,sus guantes recortados estaban hajados,me dijo,que se subia a los edificios altos o los tejados de las casas abandonadas por la limpieza etnica y que camuflado tras los escombros,aguanta la respiracion,aparece el soldado enemigo patrullando por debajo inconsciente de la presencia del sniper,es entonces cuando el francotirador besa su colgante religioso y conteniendo el aliento dispara un solo tiro,la bala atraviesa el lado izquierdo el militar de la etnia o religion rival y cae al suelo,entonces el francotirador respira otra vez,si otro soldado sale a recoger el cuerpo de su compañero,el francotirador le da otra bala para el,y asi sucesivamente,sus compañeros le daban la razon asintiendo con la cabeza,decian que protegian a sus civiles y sus tierras frente a la invasion de ’’esos cochinos’’,me dijo otro de ellos que se habia cargado a un enemigo y dijo.’’el cabron se lo merecia’’ y dijo,ese .... de mierda,en los puntos suspensivos estaria la nacionalidad de la victima.decian que ellos no mataban civiles indefensos pero que igual les odiaban

      • Testimonio de un soldado español en la guerra de los Balcanes

        6 de abril de 2011 19:23, por superchetniks

        tu que estas contando la pelicula del SAVIOR,que yo sepa en mostar la guerra era de pocisiones y ninguna de las fuerzas hostiles,tanto del BIH como las del HVO patrullaban sino que ganaban o perdian pocisiones es mas el eje central de la guerra en mostar la marcaba el NERETVA,te lo dice uno que estuvo con la CANARIAS Y LA MADRID en el 93.alucinas chaval

  • si es que,desde que el mundo existe,cuando un pais se vuelve contra otro lo que hace es cercarle,asediarle,acecharle sin descanso,cortarle la luz,cortarles el agua y bloquearlos economica y sanitariamente,con esto se cumplen dos objetivos,aparte de minar su moral.-1-hacer que se rindan lo antes posibles y que capitulen lo mas rapido que puedan-2-demostrar la superioridad de la etnia y la cultura del pais invasor sobre el invadido,esto lo han hecho todos los generales y comandantes,no solo Milosevic,Tudjman y Alija Izetbegovic esto es desde tiempos de Napoleon,Julio Cesar,Alejandro Magno,Hitler,Stalin....

    • gracias por tu ultimo comentario,hay una secuencia,en el que dos paramilitares vestidos con uniforme de camuflaje de campaña,pasamontañas negros y botas reforzadas con metal en las suelas,capturan a dos oriundos enemigos,de otra religion y de otra etnia,los atan,los amordazan y los llevan ante una camara,en el video aparece una pradera oceanica,entoncestran a los dos prisioneros,les dejan solo atados de pies y manos y sus captores les obligan a proclamar que fueron capturados por nacional-socialistas.....-en los puntos suspensivos estaria la nacionlidad o religion de los verdugos,los prisioneros se niegan a decirlo,claro,entonces,uno de los verdugos mata de un tiro en la nuca a uno de los prisioneros y a continuacion decapitan con un cuchillo dentado al otro,despues hcieron el saludo nazi y posteriormente,el que realizo el video oculto tras una capucha y una careta,dijo que la operacion consistia en arrestar a dos terroristas y ejecutarlos para limpiar la nacion de inferiores o ’’subhumanos’’ como ellos los llamaban

      • gracias por la respuesta,pero aun no conte lo mas interesante y jodido,Los perros de la guerra...¡¡¡50.000 mercenarios hacian buena parte del trabajo sucio¡¡¡

        • mira,primero llegaron las tropas regulares,separaron hombres de mujeres y los esposaron y ataron,los hombres y las mujeres forcejeaban con los soldados extranjeros que los vigilaban,a los niños y a las niñas que llamaban a sus padres los metieron en cuartos,no les mataron ni torturaron pero los encerraron a cal y canto por ser de otra raza de otra etnia de otra religion,a los adultos,los encerraron en camiones militares y ese convoy recorrio 3 km,cuando llegaron,obligaron a bajarse a los adultos,algunos-as intentaron escapar y echaron a correr,pero fueron abatidos a tiros por los soldados que vigilaban las columnas y para evitar mas intentos de fugas hicieron unos disparos al aire para amedrentar a los prisioneros,recorrieron hora y media mas,los encerraron en unas granjas cerca de Tuzla,la propaganda nacionalista o mas bien nazionalista alento el odio racial y religioso,entonces,dos dias despues,empezaron los fusilamientos de los prisioneros

          • la venganza se hizo esperar,en venganza por las ejecuciones,dos milicianos encapuchados,colocaron una bomba de 9,13 centimetros en la carretera y esperaron a que pasasen los camiones del ejercito enemigo,cuando pasaron,los dos terroristas los hicieron explotar,resultaron heridos de gravedad tres soldados y dos de ellos heridos leves

            • claro,si es que,encima,son fanaticos,hombres jovenes de entre los veinte y los treinta y cinco años,que sueñan con morir en el Nombre de Dios y en dar su vida por la patria y en morir por sus profetas,sueñan con matar a un semejante por ser de otra religion o ser de otro pais,sus gentes los ven como martires,como heroes,como guerreros santos,una gilipollez,una chorrada,por fanaticos que les meten el odio en el cuerpo y se lo creen

              • hay una escena en la que unos activistas pro-nacionalistas y pro-racistas provocan la explosion de un templo de religion contraria a la que ellos predicaban,tambien se ve como un ultra-nacionalista y racista que llevaba un tatuaje extremista en el hombro mata a disparos con una pistola a unos extranjeros que iban a robarle su coche,o tambien se ve como unos skin heads de ideologia racista asaltan y prenden fuego a una tienda regentada por mimembros de otra comunidad religiosa y en la que trabajaban extranjeros,todo esto ocurrio en Los Balcanes

                • gracias,la verdad,es que,cuando llege a Vukovar vi un camion militar pasar,y un grupo de soldados cantaban un himno nacional y el guia me dijo que estaban cantando una letra ofensiva en la que insultaban a los ciudadanos del pais que invadian,luego,habia un grupo de militares enemigos que al paso de los refugiados de la etnia rival hacian gestos obsecenos hacia esos refugiados,es que era horrible,porque habia de todo,un francotirador que habia abatido,bala por bala,soldado por soldado,habia abatido a 7 soldados enemigos,la turba de la milicia civil lo capturo y lo crucificaron tras pisotarle y golpearle

                  • en esa guerra,creo que incluso recultaron a menores de edad,los camiones militares iban llegando a los pueblos y aldeas,los soldados entraban furtivamente en las casas y capturaban a los menores y se los llevaban por la fuerza,si un familiar se interponia le ponian una pistola en la cabeza para contenerlo,asi hasta conseguir reclutar a mas,recordemos que el uso militar de los niños y niñas es un crimen de guerra,los niños son escogidos por los reclutadores porque saben que son obedientes e ingenuos y no se cuestionan lo correcto e incorrecto de sus conductas,ademas los niños son inocentes y es mas facil manipularles a ellos que a los adultos,tambien se les usa como cobertura,si desde la trinchera enemiga disparan,obligan a los niños a avanzar hacia la trinchera enemiga,si el enemigo deja de disparar por ello,eso les da una ventaja momentanea a los militares que tienen a los niños,si por el contrario los enemigos siguen disparando y matan a los niños,entonces el Gobierno del pais de los niños reclutados lo usa con fines propagandisticos,los casos mas conocidos del uso militar de menores son-Palestina-niños suicidas,guerras civiles de Africa , Birmania,combates entre el Ejercito federal y el Ejercito de Resistencia del Señor y el Salvador,para los combates entre el Ejercito gubernamental del Salvador y los grupos paramilitares de la Guerrilla FLMN-,pero tambien hay casos menos conocidos como cuando la Haya condeno a un teniente coronel israeli por reclutar a jovenes de 16 y 17 años,o en Vietnam durante la guerra entre el Sur y el Norte

                    • Testimonio de un soldado español en la guerra de los Balcanes

                      10 de agosto de 2009 20:49, por anonimo

                      El objetivo de los nacionalistas serbios,croatas y bosniacos era conseguir mas tierras,expandir su etnia,mantener la superioridad numerica etnica y religiosamente,para ello recurrieron al genocidio-genocidio es asesinato en masa de personas por motivos etnicos,religiosos o raciales-,esto ocurrio en Ruanda,ocurre en Sudan,ocurrio en Los Balcanes,ocurrio en Alemania y en China,durante la invasion japonesa.

        • en el bando donde actuaron mas mercenarios ,si se les puede llamar asin fue en el bando musulman,que eran mas radicales islamistas que mercenarios,ya que en el bando croata,y serbios lo que si habian eran muchas milicias paramilitares nacionalistas o ultra nacionalistas,dependiendo del bando,los musulmanes tenian brigadas enteras de radicales,como eran los wahabies o los muhaydines que eran de diversos paises pero bajo la bandera de la yihad islamica,y trabajos sucios los hicieron los tres bandos,ya fuesen tropas convencionales como milicias o brigadas islamicas

  • la guerra de los balcanes,emepzo con la division de Yugoslavia,en 1990,Eslovenia reclama su independencia,la policia eslovena expulsa a los funcionarios del regimen de la republica de Yugoslavia,entonces el Ejercito Nacional Yugoslavo invade Eslovenia,la milicia eslovena lcuha durante diez dias contra las tropas federales yugoslavas,a los diez dias,los yugoslavos se retiran y Eslovenia es reconocida como independiente,luego proclama su independencia Croacia,tambien lo hace Bosnia,en Croacia la lucha fue entre los ultra-derechistas serbios los chetniks apoyados por el Ejercito Popular yugoslavo contra los fascistas croatas Ustacha-colaboradores de la coupacion nazi en los Balcanes-,la Guardia Nacional croata apoyaba a estos ultimos,destaca la masacre de Vukovar,en Bosnia,destacan la masacre de Srebrenica y los ataques del Norte,yo vi varias escenas de esa guerra,un paramilitar croata golpea a algunos prisioneros musulmanes y ordena fusilar a unos diez prisioneros serbios,luego,se ve como un militar serbio corta el dedo a una anciana musulmana,se ve como un francotirador serbio dispara a un niño musulman que estaba en un puente,se ve como bosnios musulmanes de la milicia de Nasser Oric queman una iglesia ortodoxa y ahorcan aun cura ortodoxo,ademas capturar a campesinos serbios.

    • Estais todos locos...yo tambien estube alli

      y por desgracia vi cosas que para nada recomendaria

      a nadie.Creo que no vais a adelantar nada discutiendo

      que vi yo y que vio el otro...lo unico que sé es que aquello

      nunca debió pasar.

      DIVISION SALAMANDRE

  • Ole españia

    19 de marzo de 2013 20:05, por pollagrande

    A mi esta guerra me come un huevo JÁJÁJÁJÁ NES GRACIOSO POR Q DICE POLLA !!!!!!! jajajajajaja
    Fuera coñas , chavales estoi aqui por un trabajo D;

  • Testimonio de un soldado español en la guerra de los Balcanes

    20 de mayo de 2014 14:22, por Pepe Bernat

    Gracias Juan, te felicito. No hagas caso de esos tocinos con ojos que lo único que hacen es molestar sin otra razón que su propia incultura. Me has emocionado, jamas estuve en ningún combate aunque fui militar por obligación y eso me ha dejado huella.Tu relato me ha parecido soberbio, muy bien narrado, con las palabras justas llenas de fuerza, sin adornos, con una prosa muy ágil y certera propias de un autentico escritor. He accedido a tu pagina por casualidad, buscando información sobre los Tigres de Arkan, estoy enfrascado en mi segunda novela y necesitaba documentarme.
    Por alguna extraña razón, La Guerra de los Valcanes siempre me ha atraído, no se si es la palabra adecuada para justificar mi curiosidad,tal vez indignación fuese mas acertado. No me cabe ninguna duda que fue la vergüenza de una Europa inútil que miraba para otro lado arropada por una legión de funcionarios que permitieron las mayores atrocidades sin otro interés que justificar su sueldo.
    Gracias por regalarnos una realidad que muchos siguen ocultando.
    Saludos.