Cuatro carceleros procesados por formar presuntamente una mafia en la prisión de Palma - Tortuga
Administración Enlaces Contacto Sobre Tortuga

Cuatro carceleros procesados por formar presuntamente una mafia en la prisión de Palma

Domingo.9 de agosto de 2009 584 visitas - 1 comentario(s)
Los empleados establecieron una red de venta de drogas y se encargaban de cambiar las analíticas a cambio de dinero #TITRE

Derecho Penitenciario

El juez procesa a cuatro funcionarios por la mafia en la cárcel de Palma

26 de julio de 2009

DIARIO DE MALLORCA - (J.F. MESTRE. PALMA).- Cuatro funcionarios de la prisión de Palma tendrán que sentarse en el banquillo por un caso de corrupción. Se trata de la denominada mafia de la cárcel, que fue desarticulada el pasado año por la Policía tras descubrirse las prácticas delictivas que seguían una serie de empleados del centro de Palma.

El juez del juzgado de instrucción número 3 de Palma, José Castro, considera que tiene pruebas más que suficientes para imputar una serie de delitos a estos funcionarios. Sólo a uno de ellos, el que aparece como principal acusado, le procesa por diez delitos, desde el cohecho al tráfico de drogas, que conllevan duras penas de prisión. Se trata de Antonio C.O. quien, según el juez, el día 1 de enero del año pasado llamó por teléfono a la jefa de servicios para llamarla "roja de mierda". Cinco meses después envió a la esposa del director del centro, en represalia por abrir un expediente por determinados comportamientos, el corazón podrido de un cerdo. El corazón lo había comprado una interna en una carnicería, aunque creía que se trataba de una broma a un amigo. El juez establece que este funcionario tenía establecida una red de tráfico de drogas y alcohol en la cárcel.

Suministraba estas sustancias, que están prohibidas en la prisión, a una serie de internos. También le facilitó al preso Patrick Duchemin, que está en la cárcel por el caso de las dobles ventas de Andratx, un teléfono con el que podía comunicarse con su familia a cambio de 500 euros. Cuando Duchemin admitió que el teléfono se lo había entregado Antonio C.O., éste le remitió a través de una interna una nota escrita para forzarle a que cambiara su declaración.

El auto del juez señala que Antonio C.O. trabajaba en ocasiones en el departamento de enfermería. Aprovechaba este puesto para manipular, a cambio de dinero, la analítica de los internos que regresaban de permiso. Ello suponía que otros presos que estaban "limpios" de drogas dieran positivo en los análisis. En una ocasión el funcionario se llevó a una interna a su casa y la invitó a tomar droga y a mantener relaciones sexuales, aunque ella lo rehusó. También se dedicó a filtrar a la prensa información interna de la cárcel.

El otro funcionario implicado es Antonio P.M., de quien el juez afirma que le hizo llegar la amenaza escrita a Duchemin y se encargaba de introducir en la cárcel droga y alcohol que facilitaba a los reclusos, así como a filtrar datos internos de prisión.

El tercer empleado de la cárcel que será juzgado tenía una obsesión sexual por un interno, que estaba unido a una mujer que también estaba presa. El funcionario, Mario F.L., le envió a esta mujer una serie de cartas, con el objetivo de que dejara a su novio. En una carta le escribió textualmente "afilando el cuchillo de trinchar pavos estoy, tardo tanto en escribir como en correr. Vas a acabar como las judías en Alemania, con el pelo rapado al cero".

Se llevó al niño

El funcionario acudía a visitar al hijo de la reclusa. Una vez sin su consentimiento se lo llevó a la feria, con la consiguiente alarma que generó en la mujer. El acusado, según el juez, le pidió al preso con el que estaba obsesionado mantener relaciones sexuales, pero este se negó. Sí tuvo relaciones con otro interno, al que realizó una felación. También facilitó, según el juez, droga y alcohol a los reclusos, no tanto para ganar dinero, sino para ganarse favores sexuales.

El cuarto funcionario, José Emilio M.S., no habría participado en el negocio del tráfico de drogas, pero sí parece ser que, haciéndose pasar por policía, amenazó a una persona que sospechaba que le había rayado el coche. Como represalia causó daños en tres coches de un garaje.

Los empleados de la cárcel, que fueron apartados al descubrirse estos hechos, compartirán el banquillo con un único preso. Se trata de Patrick Duchemin, que ha reconocido que pagó 500 euros a Antonio C.O. a cambio de un teléfono móvil.

El restos de reclusos investigados han sido exculpados.