Alternativas a un ejército catalán: La Defensa Popular Noviolenta

Como cuestión previa: resulta extraña la mitificación del ejército regular como defensor del pueblo. En los últimos 200 años no encuentro muchos ejemplos. No soy experto en historia pero tal vez el vietcong (era guerra de guerrillas) y el ejército ruso contra la invasión nazi, aunque los 20 millones de rusos muertos no parece que justifiquen el concepto de defensa. Los ejércitos existen generalmente para defender al poder. En Europa, la historia al respecto da bastante miedo. Por eso hablar en abstracto de un ejército catalán es bastante peligroso. ¿Por qué esa mitificación? ¿Somos masoquistas?

Antes de una discusión sobre un posible ejército catalán habría que contestar las siguientes preguntas: ¿Qué? ¿De qué? ¿Quién? ¿Cómo?

¿Qué?

Qué sociedad queremos defender es un tema clave en cuestiones de defensa. Si un 1% de ciudadanos poseen las riquezas es lógico pensar que las personas sensatas no estarían dispuestas a arriesgarse para defender a esa minoría de privilegiados. Una sociedad centralizada de poder y riqueza es además muy atractiva y vulnerable frente a un adversario poderoso.

Si la riqueza está repartida y la gente disfruta de libertad, trabajo, vivienda, educación, sanidad, etc. si que podemos pensar que las personas estarían dispuestas a defender su vida digna frente a cualquier amenaza y eso nos lleva al segundo interrogante.

¿De qué hay que defenderse, de quien, quienes son los enemigos, los adversarios, los peligros, las amenazas?

Si tenemos como Noruega, una política exterior pacífica, mediadora y cooperadora los posibles enemigos de fuera, disminuyen drásticamente. Tal vez nos quieran convencer de que hay defender el flanco sur como dicen los militares españoles mientras hipócritamente regalan armas a Marruecos. Esta táctica de regalar o vender armas a los que después declararás enemigos ya la utilizó EEUU con Saddam Husein en Irak al que vendió hasta armas químicas y también con Bin Laden al que regaló todo tipo de armas para que atacara a los rusos en Afganistán. Creando los enemigos se aumenta el miedo y se justifican los incrementos de los gastos militares.

Amenazas reales sí que tenemos. Una explosión de una central nuclear, la contaminación que envenena indiscriminadamente, una sequía prolongada, incendios masivos de los bosques. A nivel económico, la dictadura financiera, la pobreza, el paro, la emigración a la que deberíamos tratar con humanidad y justicia. ¿Algún ejército podría defendernos de estas amenazas?

Lluis Fenollosa en su artículo (*) las amplía y habla de cartel de droga, crimen organizado, terrorismo fanático etc. También son ciertas pero una nueva policía y un sistema judicial eficaz deberían tener soluciones.

Un insumiso francés declaró ante el tribunal que le juzgaba: “Explotado por el patrón, machacado por la policía, condenado por los jueces, he aquí mi patrimonio, si se trata de hallar enemigos, a ellos les remito. La miseria es universal, ¿Porqué tendría que reivindicar una patria determinada?” Vale la pena pensarlo.

¿Quién?

¿Quién debe defendernos? Hay muchas posibles respuestas. Un ejército mercenario, un ejército de mili obligatoria, una vanguardia armada, el pueblo en armas, un ejército popular, una empresa de seguridad, Fuenteovejuna…..

La defensa es responsabilidad de todos los ciudadanos. Nadie debe arriesgarse por nosotros si nosotros no lo hacemos por ellos. Por otra parte la sociedad civil es cada vez mas, victima y rehén en los conflictos bélicos así que mejor asumir que todos somos responsables.
Si optamos por la defensa armada, el modelo de ejército es un tema clave. El problema es que los modelos de ejército conocidos son como para salir corriendo.

Primero repasaré los de izquierdas.

El “heroico ejército rojo” ha cometido crímenes terribles en Chechenia. Con Stalin también arrasó pueblos enteros.

El ejército popular chino que decían que nunca atacaría al pueblo, después de Tiananmen se convirtió públicamente en ejército para el poder.

De los sandinistas o de Cuba mejor no hablar para no llorar.. El libro del comandante revolucionario Hubert Matos “Con él llegó la noche” es muy ilustrativo.

De los ejércitos de países capitalistas vemos:

El ejército USA que es el modelo y entrena a todos los oficiales de los demás países, lo vimos como un ejército de torturadores en Irak. Las fotos ponían los pelos de punta. Su historia en Vietnam o a favor de las más crueles dictaduras del mundo es como para tenerlos cuanto más lejos mejor.

El ejército de Holanda quedó en Sbrenica como una banda de cobardes. Echan la culpa a la ONU pero fueron ellos los que pudieron evitarlo. Para eso llevaban armas.

Del ejército francés, italiano o español, si repasamos su historia vemos rápido que mejor no tener ejército.

Quedaría el modelo suizo en el que todos los ciudadanos tienen armas y se entrenan para defender el país. Lo único positivo es que es un país neutral con ejército únicamente defensivo. Es un modelo difícilmente exportable pues hay que tener la riqueza de Suiza, su educación y su nivel de reparto y bienestar. Su eficacia es mas una ilusión que una realidad pues frente a un ataque nuclear es inútil y aunque los suizos tienen refugios nucleares ¿Quién podría resistir un invierno nuclear?

Si hay algo que defender que valga la pena como en Suiza, creo que deben ser todas las personas las que participen. Esto nos plantea el:

¿Cómo?

Cuatro premisas:

 Ningún ejército nos puede defender de un ataque con armas atómicas, químicas o bacteriológicas.
 La violencia engendra mas violencia.
 Fines y medios son inseparables. Solo se puede conseguir la justicia utilizando medios que sean justos.
 Hay armas atómicas acumuladas para destruir el mundo 14 veces.

Creo que se debería evitar cualquier tipo de defensa que aumentara la violencia, la injusticia o el peligro nuclear. Esto nos lleva a la defensa popular noviolenta o resistencia cívica.

Es cierto que no hay muchos ejemplos y que es un terreno bastante desconocido comparado con la abrumadora cantidad de películas, libros, documentales, homenajes aniversarios, monumentos etc, que glorifican la guerra, pero hay mas ejemplos de pueblos que se hayan defendido con técnicas noviolentas generalmente improvisadas, que de ejércitos que hayan defendido al pueblo y creo que es mejor arriesgarse y aprender, que seguir por un camino equivocado y muy peligroso.

Condiciones para una defensa popular noviolenta

Entre otras serían:

 Sociedad justa con un nivel de riqueza equitativo, calidad de vida y sociedad de bienestar desarrollada. Donde todos los ciudadanos sientan que tienen algo importante que defender. Si la riqueza está acumulada, entonces sí que hace falta un ejército para defenderla.

 Sociedad descentralizada, con numerosos centros de poder difíciles de controlar, con una ciudadanía acostumbrada a tomar decisiones y a responsabilizarse de los problemas colectivos. Que sepa coordinarse y defender sus derechos. Barcelona y su Corporación Metropolitana con el resto de Catalunya desertizándose es un magnífico ejemplo de lo contrario.

 Sociedad entrenada. Las técnicas de acción noviolenta para que sean eficaces exigen entrenamiento. Pensemos en una sociedad entrenada en paralizar el país con huelgas generales, acostumbrada a acciones desobediencia civil, no cooperación, manifestaciones masivas, creación de sociedades paralelas etc. Personas con buena práctica en autodefensa, con imaginación para entorpecer a cualquier adversario.

La matanza de los jóvenes socialdemócratas en Noruega, nos muestra hasta que punto la sociedad civil está indefensa frente a una amenaza. Que una persona sola ataque a 500 jóvenes, sanos, fuertes y muchos de ellos deportistas y sea capar de matar a noventa hasta cansarse, nos hace ver la urgente necesidad de preparar a todos los jóvenes (y a los demás también) en técnicas de autodefensa, inmovilización de un atacante, aikido, distracción y camuflaje etc. Somos responsables de nuestras vidas y de las personas que queremos. Hemos de saber defenderlas.

Sería una sociedad muy poco atractiva para invadir y también para someterse a la injusticia. Eso es lo que nos interesa.

Ejemplos históricos

No hay muchos conocidos, y la mayoría improvisados pero si los suficientes como para pensar que sería una opción eficaz y desde luego mucho menos cruenta que la guerra.

 El putsch de Kapp (Alemania) marzo de 1920
 La resistencia cívica de Dinamarca contra los nazis.
 Las luchas de Gandhi contra el mayor imperio colonial.
 La revuelta de los generales en Argel en 1961
 La caída de Pinochet en Chile
 La resistencia de los checos a la invasión rusa
 La huida del Dictador Marcos en Filipinas.
 Las campañas de Mandela contra el apartheid.

Seguro que hay muchas más pero es necesario estudiarlas y darles publicidad para contrarrestar toda la propaganda bélica que sufrimos continuamente.

Con el tema de los servicios de información también habría que desmitificarlos. Vale la pena estudiar la matanza de todos los efectivos españoles (los que estaban y el relevo) en la guerra de Irak,(*) o los increíbles escándalos actuales de la cúpula de la CIA y sus amigos y amigas.

Es mejor creer en una diplomacia paralela mediadora (modelo Noruega) una buena agencia de cooperación apartidista, unas ONG. con conocimiento de las zonas de conflicto y buenos y fiables contactos.

Tenemos muy buenos caminos de futuro para no repetir los errores del pasado.

Pepe Beunza

Noviembre 2012

(*) Leer el muy interesante artículo de Lluis Fenollosa “La Catalunya que volem construir”

(*) Leer el libro “Sin cobertura”. Es novelado pero lo explica muy bien.