Portada del sitio > M-501 > Prensa > A la Comisión de Peticiones

Texto de SOdS presentado y leído a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo

A la Comisión de Peticiones

Martes 1ro de abril de 2008, por sods

Todas las versiones de este artículo: [English] [Español]

En septiembre de 2000, el Centro Superior de Investigaciones Científicas, el órgano científico más prestigioso de España, realizó un informe titulado “Análisis ambiental de la fauna potencialmente afectada por el plan de desdoblamiento de la carretera M-501”. La conversión en autovía de dicha carretera, atravesaría la ZEPA [Zona de Especial Protección de Aves] de los Encinares de los Ríos Alberche y Cofio, declarada también LIC [Lugar de Interés Comunitario], que forma parte de la Red Natura 2000. En este informe, realizado a petición de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes de la Comunidad de Madrid, se hacía un detallado repaso a la fauna de uno de los ecosistemas más ricos y diversos del centro peninsular. Citemos tan sólo dos especies cuya conservación es prioritaria para la Comunidad Europea: Águila Imperial y Lince Ibérico. El informe de la institución científica era concluyente: el impacto que la duplicación de esta vía conllevará es tan severo que no existen medidas correctoras que minimicen dicho impacto; la construcción, y más aún, la puesta en servicio de la autovía supondrá en el ecosistema y en las especies citadas y muchas otras, un daño irreversible e irreparable. La relevancia de la conservación de este lugar no es sólo de alcance nacional y comunitaria: para estas especies es de relevancia mundial.

Lo hemos dicho ya, pero hagamos hincapié en ello: para el mayor de los tramos en ejecución, la obra no consiste en una mera ampliación o ensanche, en un mero acondicionamiento: se trata de una duplicación de carriles, se trata de la construcción de una autovía (y todo lo que ello implica, principalmente en cuanto a procesos de urbanización masiva en el entorno).

La Red Natura 2000 es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea. Lo que aquí está en juego, con el proyecto de duplicación de la carretera M-501, es la preservación de uno de los espacios más importantes de la región mediterránea de la Red Natura 2000. Además, la directiva Hábitats establecía la necesidad de definir como prioritarias determinadas especies a fin de privilegiar la rápida puesta en marcha de medidas tendentes a su conservación. No se trata por tanto de un proyecto menor. Estamos hablando de una agresión importantísima a la coherencia de la Red Natura 2000. En último término, nos atreveríamos a decir, se trata de una agresión a la posibilidad de construir una política integral a nivel europeo de medioambiente.

Está en juego la credibilidad de las instituciones europeas. La Comisión Europea se está mostrando errática y débil en este caso, de una forma que se escapa a nuestro entendimiento. Tras haber reconocido la infracción, y haber decidido llevar al Reino de España ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, ha sorprendido a todos con la decisión de paralizar el procedimiento y aceptar una propuesta de la Comunidad de Madrid para realizar algo, digamos, ‘tan extraño’ como una Evaluación de Impacto Ambiental a posteriori, una vez que las obras están muy avanzadas y el trazado y dimensión del proyecto ya no se puede modificar. Ni siquiera ha solicitado como requisito de ese acuerdo que se paralicen las obras, que por supuesto no sólo no se han paralizado, sino que avanzan a mayor velocidad desde que se firmó el acuerdo. A nadie se le debe escapar que aceptar evaluaciones ambientales a posteriori deja sin efecto útil a las directivas de evaluación ambiental y de naturaleza, y además es contrario a la jurisprudencia del propio Tribunal de Luxemburgo.

Ha tenido que venir un tribunal español, el TSJM [Tribunal Superior de Justicia de Madrid], a corregir a la propia Comisión y a decir que el proyecto es nulo de pleno derecho, y a solicitar, en fin, la restauración ambiental del espacio a su estado original, desmontando así la justificación de la seguridad vial que la Comunidad de Madrid argumenta para la conversión en autovía de la M-501.

Si, por su impacto medioambiental, éste no es un caso prioritario, un caso de libro, en el que mostrar la máxima autoridad frente al Estado infractor, en el que no debe caber ninguna permisividad una vez reconocida la existencia de la infracción, entonces, ¿para qué ocasión reserva la Comisión Europea su papel de Guardiana de los Tratados y de vigilante del cumplimiento de la legislación ambiental? ¿Cuántas veces más se va a mostrar indulgente y permisiva con los Estados infractores? ¿Cuánta destrucción ambiental más está dispuesta a permitir? Implícitamente, se está dando por buena una peligrosísima estrategia para burlar el cumplimiento de la ley: la política de hechos consumados.

Ante esta situación de desprecio de la normativa ambiental por parte de la Comunidad de Madrid, y de dejación de funciones por parte de la Comisión Europea, a los ciudadanos sólo nos queda pedir el amparo del Parlamento Europeo. Todos ustedes han sido elegidos de forma directa por ciudadanos europeos. A ellos se deben. Y lo que hoy venimos a pedir es que no permitan que se siga destruyendo el patrimonio natural europeo, que lancen una reprobación contundente a la Comunidad de Madrid, pero también que ejerzan su control sobre la Comisión Europea para que solicite inmediatamente al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas la paralización cautelar de las obras, y para que continúe con este caso ante dicho Tribunal con la esperanza de una sentencia ejemplificadora, que envíe señales claras de que las instituciones europeas tienen una voluntad real de proteger el medio ambiente, señales claras de que infringir la normativa ambiental no sale gratis, para que situaciones como ésta no se vuelvan nunca a repetir.

No sólo está en juego, como decimos, la destrucción de un hábitat natural excepcional; también, y acaso principalmente, está en juego la capacidad de las instituciones europeas para hacer cumplir las leyes.